El pequeño comercio inicia las rebajas sin apenas poder cubrir sus costes fijos

El pequeño comercio ha iniciado las rebajas de verano sin apenas poder cubrir sus costes fijos y lastrado por las pérdidas del confinamiento. Colectivos como la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS) habían solicitado retrasar el periodo de descuentos a septiembre, una reivindicación que no ha sido escuchada y que podría agravar la situación de los establecimientos.

Haber trasladado las rebajas a la vuelta del verano, explicó el presidente de la Federación, José Antonio Pueyo, habría permitido "recomponer los márgenes comerciales" y aliviar las cuentas de resultados, "muy afectadas" por la pandemia en la mayor parte de los casos. "Hemos empezado a vender tímidamente, pero a unos precios muy reducidos", apuntó.

Con rebajas de por medio, recalcó Pueyo, es imposible sostener los costes y las pérdidas de los últimos meses. No se descarta, de hecho, que haya propietarios de tiendas de moda que no abran hasta septiembre y comiencen directamente la temporada de otoño-invierno.

La mayoría de los establecimientos tienen aún todas las existencias acumuladas de los meses de marzo, abril y mayo. "Habrá que darles salida, ya sea mediante rebajas o con salones del ‘stock’", afirmó el presidente de ECOS.

También habrá comercios, añadió, que directamente no abrirán y tendrán que hacer lo propio con sus productos.

Desde que se liberalizasen las rebajas en 2012, la Federación ha defendido siempre regularlas en dos periodos –verano e invierno–, e incluso acotar los días para dar mayores garantías a los consumidores y dar salida a vestidos, zapatos y complementos.

Hay comercios, explicó Aurora Sáchez, presidenta de la asociación de comerciantes del barrio de Las Fuentes, que este año harán rebajas, pero con descuentos "inferiores" a los de otros años. "La gente tampoco los demanda. Entienden que tratemos de salir adelante y, lejos de protestar, nos apoyan", agregó.

En su caso, los porcentajes irán del 10% al 20%. No se alcanzará, por tanto, el 50% que lucían la mayoría de los escaparates en temporadas pasadas. No se espera, asimismo, que la afluencia sea igual que otros años, dado que muchas familias siguen afectadas por cierres o expedientes de regulación de empleo temporal.

Ventas a medio gas

En líneas generales, las primeras semanas de la nueva normalidad no han sido especialmente favorables para el sector. Las temperaturas de principios de junio, más bajas de lo habitual, han retrasado las ventas de prendas de manga corta y calzado de verano. Es ahora, animados por unas máximas de más de 35 grados, cuando los negocios locales han comenzado a recuperar parte del pulso perdido con la crisis.

Lo importante, recalcó la presidenta de la asociación de comerciantes de Las Fuentes, es que los clientes están respondiendo. "Yo, por ejemplo, sigo trabajando las tardes con cita previa y tengo todas ocupadas. La gente parece estar apostando más por el comercio de barrio tras la pandemia. Nos hemos dado cuenta de lo vacía que se queda la calle cuando no hay nada", comentó Sánchez.