Las constantes lluvias hacen prever una merma en la cosecha de almendra en Aragón

Durante los últimos años, Aragón se ha situado en lo alto del podio de los productores de almendras en todo el país a pesar de que las hectáreas ocupadas por este cultivo aquí eran inferiores a las ocupadas en Andalucía y Castilla La Mancha. Un liderazgo para el que ha contado con el clima como aliado, y no tanto porque haya sido benévolo con los almendros aragoneses en las últimas campañas sino porque ha sido mucho más adverso para las otras regiones productoras.

Pero este año la situación ha dado un giro. Las estimaciones realizadas por la Mesa Nacional de Frutos Secos, formada por las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, por Cooperativas Agroalimentarias y Aeofruse (asociación española de organizaciones de productores de frutos secos y algarrobos) dan como resultado una producción en Aragón de 16.552 toneladas de almendra en grano, un cifra ligeramente inferior a la del pasado año y que desplaza a la Comunidad a la tercera posición, superada por una mejor cosecha en Andalucía (29.800 toneladas) y en Castilla-La Mancha (21.474 tn.).

"Desde una sequía casi perpetua y tras las heladas de la pasada campaña, este año han sido las intensas y persistentes lluvias las que están complicado la producción de almendras", explicó ayer el responsable de frutos secos UAGA-COAG, José Luis Sánchez, que destacó que "ha habido un exceso de agua, porque ha caído el doble de lo que normal".

Esta constante humedad ha favorecido la aparición de enfermedades provocadas por los hongos, especialmente en los almendros de la variedad guara, que ocupan el 65% de la superficie dedicada a este cultivo en Aragón. El representante de UAGAreconoció, sin embargo, que con las lluvias el secano se ha recuperado mucho, por lo que "es previsible que al próximo año haya buena cosecha".

Nueva serie histórica de datos

Para el conjunto de España, la mesa nacional estima una cosecha de 95.507 toneladas, una cifra notablemente superior a la de la campaña anterior, en la que la producción rondó las 64.000 toneladas. Sin embargo, la mesa nacional destacó ayer que sus previsiones actuales no pueden compararse con las cifras ofrecidas hasta ahora en anteriores campañas porque este año "comienza una nueva serie histórica de datos, mucho más precisa y adaptada a la situación real del sector", destacó.

Y es que para las previsiones de este año se han tenido en cuenta los datos de superficie declarada en 2019 en la solicitud de ayuda única de la PACasí como la registrada en el registro general de producción agrícola del Ministerio (Regepa). "Son por tanto datos reales y no estadísticos, por lo que estas estimaciones tienen en cuenta de una forma objetiva el potencial productivo en función del año de plantación, el sistema de producción: secano/regadío, grupo varietal y demarcación territorial, para obtener así un rendimiento productivo mucho más fiel y transparente", explicó la mesa que representa al sector. Además, se han considerado improductivos los almendros de menos de cinco años en regadío y de cuatro en secano, lo que ha supuesto dejar fuera en la elaboración de estas estadísticas a una superficie total en España de 118.000 hectáreas al considerarse que todavía no han entrado en producción.

Eso explica que las casi 70.000 hectáreas que el año pasado se contabilizaban en Aragón para estos cálculos se hayan reducido hasta las casi 62.000.

Con estas previsiones de cosecha y a punto de comenzar la recolección –se iniciará a finales de julio para las variedades más tempranas–, a los agricultores les preocupa la senda bajista que llevan semanas recorriendo los precios. "El pasado año cotizaba a cerca de seis euros y ahora a poco más de tres", lamenta el representante de UAGA, que asegura que "esto no es normal, no hay una situación que lo justifique".

Por eso, la organización agraria está pendiente de una reunión con el consejero de Agricultura, que estaba previsto que se celebrara a lo largo del mes de marzo y que finalmente quedo en suspenso con la declaración del estado de alarma. Un encuentro en el que UAGA quiere poner sobre la mesa la necesidad de medidas como la creación de una marca para la almendra aragonesa, un plan de reconversión o el impulso de las cotizaciones en lonja.