Carreteras de Aragón
La DGA adjudica la conservación viaria por 32,8 millones y se ahorra un 20%
Los nueve contratos se alargarán hasta 2025 y han recaído en compañías radicadas en Aragón.
La Consejería de Vertebración del Territorio ha adjudicado los nueve contratos de conservación de la red viaria autonómica por 32,8 millones de euros, lo que supone una rebaja del 20% gracias a las ofertas económicas presentadas. Una decena de compañías aragonesas se encargarán de las tareas durante los próximos dos años y medio, prorrogables por otros tantos, de modo que el mantenimiento quedará en manos locales hasta mediados de 2025.
La DGA mantendrá la división del mapa de carreteras en nueve sectores, exactamente los mismos en los que están organizados los parques de las brigadas autonómicas a las que seguirán asistiendo las contratistas. La limitación de dos contratos por empresa, impuesta en su día para evitar la concentración y permitir la participación de un mayor número de empresas, ha evitado que la mejor puntuada, Papsa, se llevara tres sectores.
Tanto a esta compañía como a MLN se les ha adjudicado dos sectores, mientras el resto se los reparten Vidal, Sumelzo y tres uniones temporales formadas por Transfer y Santiago Angulo, Acsa y Vialex (grupo Sorigué) y Hermanos de Pablo y Villar. Estas dos últimas constructoras aragonesas se estrenan con un contrato de conservación correspondiente a la provincia de Zaragoza que hasta ahora asumía la ilerdense Sorigué. Todas ellas no solo mantendrán las carreteras, sino que asumirán pequeñas actuaciones de mejora y asistirán con maquinaria a las brigadas.
El importe de los sectores oscila entre los 1,60 y 4,83 millones, cantidades que se duplicarán con la más que previsible prórroga de los contratos. "Las ofertas en todos ellos han superado el 20%", explica el director general de Carreteras, Bizén Fuster.
El estado de alarma ha alargado el procedimiento como consecuencia del periodo de suspensión de los plazos de contratación, lo que llevó al consejero, José Luis Soro, a firmar el pasado día 8 una orden de prórroga de los contratos vigentes hasta el momento en que se firmen los nuevos. "A las compañías ya se les ha notificado", señala.
Soro remarca que esta inversión no solo servirá para dinamizar la economía y generar empleo, sino que supone un "efecto anticíclico para afrontar una crisis como la de la covid-19". Y apostilla que el hecho de que las adjudicaciones se concreten en constructoras aragonesas supone un respaldo para un sector castigado.
Fuster añade que la cuantía anual rondará los 13,12 millones, que unidos a los 16,8 que se destinan a las brigadas de la DGA supondrá un desembolso de casi 30 millones para paliar el depauperado estado de la red viaria aragonesa. Precisamente para hacer frente a esta situación Soro y Fuster presentará en breve un plan de choque con un paquete de actuaciones hasta 2023, fecha para la que ya deberían estar operativos los diez contratos de concesión que prevé sacar a concurso la DGA para la mejora y mantenimiento durante 25 años de los tramos de mayor tráfico.
Este plan extraordinario se licitará el próximo año y costará al menos 500 millones, pero permitirá dejar en condiciones las vías más transitadas, que suponen el 28% de los cerca de 5.700 kilómetros de la red autonómica. Requerirá un tercio más del presupuesto que se destina en la actualidad, que asciende a 68 millones.
