Aragón trabaja en una nueva norma que supere el Ingreso Aragonés de Inserción
Para el director gerente del IASS, el IMV es "una importantísima medida" puesto que llega a las personas más empobrecidas de la sociedad.
El director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Joaquin Santos, ha confirmado este lunes que una vez aprobado el ingreso mínimo vital (IMV), en el que no están contemplados todos los casos por los que en esta Comunidad se percibe el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), el ejecutivo trabaja en una nueva norma que evite su exclusión.
En estos momentos, como ha explicado Santos en una rueda de prensa de balance del primer año de funcionamiento del teléfono del mayor, desde el departamento se está en conversaciones con el Ministerio de Seguridad Social para analizar la posibilidad de transferir a los actuales perceptores del IAI al IMV con el fin de "evitar papeleos".
No obstante, ha reconocido que los requisitos en ambos casos son distintos y "hay que ver cómo resolverlo".
Para Santos, el IMV es "una importantísima medida" puesto que llega a las personas más empobrecidas de la sociedad. "Es una política de garantía de ingresos y lo recibimos con alegría", ha dicho el gerente del IASS, quien reconoce que en el caso de Aragón implica tener que hacer un cambio en el actual modelo, por el que se concede una prestación a cambio de un proceso de inserción y sustituirlo "por algún tipo de prestación complementaria" que cubra aquellos espacios que no quedan cubiertos con el ingreso mínimo vital.
En este sentido, ha asegurado que desde el Gobierno de Aragón se van a aprovechar todos los recursos humanos y económicos junto con la administración local y las entidades que ya trabajan en esta materia para atender a estos colectivos.
Así, Santos ha informado de que ha habido contactos con el Ayuntamiento de Zaragoza para explicarle estos planes y ya ha adelantado su intención de mantener el actual convenio con personal de inclusión social.
Desde el departamento también se quiere aprovechar la actual situación para reordenar la actividad de los trabajadores sociales a una labor fundamentalmente técnica en lugar de administrativa.
