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El papel higiénico de la desescalada: piscinas desmontables, pesas, webcam...

Si durante el inicio de la pandemia la demanda de papel de baño desbordó a los supermercados, ahora varios productos de informática, ocio y deporte se han agotado. 

José Ramón Aranguren, gerente de Ecomputer, refleja que la demanda de algunos productos ha desbordado la oferta.
José Ramón Aranguren, gerente de Ecomputer, refleja que la demanda de algunos productos ha desbordado la oferta.
José Miguel Marco

"Las webcam son el papel higiénico del principio de la pandemia". Quien habla es José Ramón Aranguren, gerente de Ecomputer, empresa aragonesa con varias tiendas por toda España. Las cámaras para los ordenadores se han convertido en un bien preciado, como sucedió al inicio del confinamiento (y de forma incomprensible) con el papel higiénico, o como luego lo fueron la harina y la levadura, en esa época en la que todo ciudadano parecía ambicionar convertirse en un reputado repostero. Pero hay más. Productos como las pesas, las piscinas portátiles o las impresoras son ahora objetos de deseo casi imposibles de encontrar en las tiendas, algo que era ciertamente difícil de prever allá por el mes de febrero, cuando aún era todo más o menos normal.

La demanda de productos de informática para el hogar se ha disparado. El teletrabajo ha provocado que, casi de un día para otro, muchas personas necesiten pequeñas impresoras, webcam para las reuniones, auriculares, ordenadores portátiles… En el caso de las cámaras para las computadoras, son "casi imposibles de encontrar", según señala Aranguren. Además, la alta demanda y la falta de existencias han hecho que su precio se haya duplicado, de los 25 o 30 euros que costaban hace unos meses a los 45 o 50 euros por los que se encuentran ahora. 

"A los mayoristas no se les puede ni pedir, porque no tienen en stock", apunta el gerente de Ecomputer. El auge de las videoconferencias ha provocado que los consumidores desborden la oferta de este producto no solo en España, sino en todo el mundo. Además, como muchas marcas tienen al menos parte de su proceso de producción en China, sufrieron un fuerte parón en la fabricación cuando el gigante asiático detuvo su industria por culpa de la pandemia.

Algo parecido pasa con las impresoras. "Solo podemos ofrecer dos o tres modelos, porque el resto se acabaron enseguida", señala Aranguren. Los ordenadores portátiles también están al alza en la ‘lonja’ de la informática, aunque muchos también han optado por reutilizar los viejos aparatos: "Como los padres teletrabajan y los hijos tienen que hacer los deberes del colegio en el ordenador, muchas familias han venido con equipos viejos para ver si se podían actualizar y poner en marcha", señala Aranguren. 

Los trabajos de mantenimiento y reparaciones de todo tipo de equipamientos informáticos también se han disparado "un 50%" durante estos meses de confinamiento, y aún se mantienen en un alto nivel, según apunta.

Pero hay más productos cuya demanda ha acabado por desbordar a la oferta de forma repentina. Las pesas, por ejemplo, entran en el ‘top’ de objetos más demandados durante la pandemia. La imposibilidad de hacer ejercicio en la calle –primero– y las dudas que algunos clientes tienen sobre la seguridad sanitaria en los gimnasios –después– han llevado a muchos a hacerse con pesas y mancuernas para poder realizar las tablas de ejercicios en casa. Hasta tal punto que el mercado no ha dado abasto. En Decathlon, por ejemplo, de los 36 modelos que ofrecen en su web solo hay disponibles tres, todos ellos pesas y tobilleras de solo 1 y 0,5 kilos.

No es el único artículo deportivo que ha triunfado durante la crisis sanitaria. Si durante el confinamiento más estricto se disparó la demanda de rodillos para hacer ciclismo en casa, ahora muchas personas se han lanzado a las tiendas a por bicicletas. Como consecuencia, algunas marcas han tenido problemas de stock para suministrar a los comercios aragoneses. El auge ciclista, que ya se percibía antes del Covid-19, es ahora aún más evidente, tanto en su versión de ocio y deporte como en su faceta de transporte diario a los centros de estudio o trabajo. Los comercios han notado un aumento de ventas de nuevas bicicletas y también de reparaciones de las ya existentes.

Otro de los objetos que más demanda han tenido, y siguen teniendo, son las piscinas portátiles e hinchables. Las dudas que generan las instalaciones públicas o comunitarias han provocado en muchos el impulso necesario para comprar una propia con el objetivo de buscar un pequeño alivio en los días de calor.

Se ha disparado tanto la construcción de piscinas de obra nueva –para el que tiene un terreno apropiado y puede permitírselo– como la venta de vasos portátiles, desmontables o hinchables. Eso sí, en caso de que encuentren algún modelo disponible, quienes opten por esta segunda opción deberán tener en cuenta las recomendaciones de los aparejadores, que han alertado del peligro que supone su colocación en terrazas o azoteas. Un peso excesivo puede provocar accidentes y, de hecho, todos los años llegan a romper estructuras.

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