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"Chapeau a la Sanidad pública", proclama Carmela, una enferma del virus al salir del Servet

Ha estado tres meses ingresada, de ellos 53 días en la uci. Sus vecinos la han recibido con globos, regalos y un brindis tras sobrevivir el coronavirus. 

CARMELA MONDEJAR SALE DEL HOSPITAL MIGUEL SERVET DE ZARAGOZA TRAS 53 DIAS EN LA UCI Y UN MES EN PLANTA / CORONAVIRUS / 10/06/2020 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]]

Chapeau a la Sanidad pública. No había estado nunca aquí y me he quedado alucinada”, proclama Carmela Mondéjar, una jubilada zaragozana de 66 años que ha sufrido el coronavirus, nada más salir esta tarde del hospital Miguel Servet después de permanecer tres meses ingresada. Entró el 11 de marzo, estuvo 53 días en la uci, un período en el que dice que estuvo “in albis” porque no se enteró de nada, mientras que el resto del tiempo ha empezado su rehabilitación para volver a andar y una mano afectada en los movimientos.

Ha dado las gracias a todas las enfermeras y médicos que le han atendido en las últimas semanas en la habitación 911  y los sanitarios le han dicho que han estado muy bien con ella porque no les daba quehaceres como otros enfermos. Y Carmela  bromeaba esta mañana en su despedida porque aunque tiene “muchísimas ganas de volver a casa”, reconoce que vive ahora el “síndrome de Estocolomo” por cómo la han atendido en el centro hospitalario, donde estuvo dos veces entre la vida y la muerte. “Me habéis tratado tan bien y me he sentido tan querida que no me quiero marchar, les he dicho esta mañana”, ha asumido. “Estoy bastante limitada y me queda tiempo. Aunque le he preguntado al médico y él me ha dicho que se lo diremos nosotros porque somos los primeros de los ‘covis’ que nos hemos ido”, describió su situación después de sufrir la crisis sanitaria en primera línea y sobrevivir.

En su regresa a casa asume que está “asustada” porque en el hospital estaba “protegida” porque se lo hacen todo y le ayudan. “Me da un yuyu volver a casa. Les he dicho al médico que me quería quedar, pero él me ha dicho que esta cama ya estaba adjudicada a otra persona. Y les he dicho que entrará otra si me iba porque aún estaba  aquí metida y se reían”, dibuja la escena con los sanitarios del Miguel Servet.

Su marido, Santiago del Val, le ha preparado el regreso a su vivienda, en la calle Matadero, y ella tiene el miedo a volver a empezar su segunda vida después de haber estado tres meses en el otro lado. “Tengo muchísimas ganas de volver a casa e ir allí, pero es un empezar después de tres meses aquí y no sé cómo me voy a encontrar. Las sillas no tienen apoyaderos y para levantarme las necesito. Estoy expectante”, apunta.

Uno de sus deseos esta noche es darse una ducha, que ha añorado estos tres meses hospitalizada. "He pasado tres meses sin ducharme y con pañal. Además he comido poco", reconoce. Por eso sueña con cenar esta noche un gran tazón de leche con galletas, como tiene por costumbre. Y para mañana ya ha pedido a su marido una ensaladilla rusa tan buenas que le prepara, con fruta fresca, cerezas, alberge, un kiwi o fresas, y el menú del viernes, una lubina al horno.  

Pero antes de todos esas comidas que soñaba, los vecinos de su casa le han preparado un recibimiento muy emocionante para brindar su llegada una botella de champán Moët Chandon, "como en las finales de automovilismo", dice su marido, tres rosas (una por cada mes que ha estado ingresada),  una hortensia y un collar. 

Sus cuñados Ignacio y María Rosa habían preparado, con el resto de los vecinos de la casa, su llegada a su casa. "Has suiperado con fuerza y valentía una difícil situación. Te deseamos una pronta recuperacióny que en breve puedas volver a pasear por tu querido Canfranc", le han deseado en una nota de los regalos. 

Carmela se emocionó en ese encuentro después de ser trasladada en ambulancia del Servet y en una silla de ruedas. Pero no quiso olvidar lo que recibió en el Hospital Miguel Servet del jugador del Casademont, que le mandó un cariñoso mensaje, al conocer que ella y su marido eran socios de Casademont, y le respondió: "Alocén quiero conocerte, darte un abrazo de verdad y las gracias por lo feliz que me hiciste. Me hiciste llorar". Este mensaje dio la vuelta a los medios de comuncación de toda España. 

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