Aragón, que estrenará este lunes la fase 3 de la desescalada, decidirá cuándo da el salto a la nueva normalidad y podrá autorizar la libre circulación entre las tres provincias y relajar las restricciones en el medio rural. Cuando lo haga, deberá extremar la vigilancia y mantener recursos sanitarios suficientes para hacer frente a posibles rebrotes de la covid-19, según el real decreto-ley que aprobará el martes el Consejo de Ministros. En la etapa que arranca mañana, se autorizó ayer la apertura de discotecas y bares de ocio nocturno siempre que no se supere un tercio del aforo y de las instalaciones taurinas, hasta la mitad de su capacidad y siempre que no se superen las 800 personas. También se eliminaron las restricciones a la ocupación de los vehículos respecto del total de plazas sentadas para los transportes en autobús y ferroviarios, así como para los transportes terrestres colectivos de ámbito urbano y periurbano.

Aunque será el presidente de Aragón, Javier Lambán, el que decrete el final de la fase 3, la Comunidad deberá cumplir unos criterios sanitarios y epidemiológicos que se fijarán desde Madrid. El Gobierno autonómico es partidario de optar por la "prudencia" y no "quemar etapas" antes de tiempo, lo que invita a pensar que completará las dos semanas por fase como ha hecho hasta ahora y esperará hasta el 21 de junio, fecha en la que finaliza el estado de alarma. Otras autonomías, como el País Vasco, se plantean ir más rápido y dar el salto a la nueva normalidad el próximo fin de semana para poder llegar a acuerdos con comunidades vecinas como Cantabria o Navarra para autorizar los desplazamientos. 

En cuanto Aragón obtuvo el permiso para pasar a la fase 3, Lambán confirmó que decretará de forma inmediata la libre circulación entre las tres provincias, como también harán País Vasco, Andalucía y Galicia. Está previsto que hoy, después de participar en la decimotercera videoconferencia con el presidente Pedro Sánchez, comunique si va a relajar alguna restricción más y que valore el contenido que ha trascendido hasta ahora del real decreto-ley de medidas de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada con la covid-19, que podría incluir multas de hasta 100 euros para los que incumplan la obligación de usar mascarilla.

Los hosteleros quieres mán

Con "mucha ilusión" valoraron en la Asociación de Discotecas de Zaragoza, la posibilidad de abrir al público a partir de mañana. Aunque su presidente, Fernando Izcara, pidió que el aforo máximo aumente del 30% al 50%. "Estamos preparados para trabajar a la mitad, de otra forma muchos establecimientos no van a poder abrir porque no les salen las cuentas", explicó. Se mostró comprensivo en cuanto a la prohibición de ocupar las pistas de baile, aunque indicó que todo dependerá de las características del local. "Habrá que ampliar el espacio de los reservados para que cada uno pueda moverse en su zona y con su grupo", apuntó. "De momento, a trabajar en todas las medidas de seguridad que nos han marcado para hacerlas cumplir y que la reapertura se haga de forma ordenada", resumió. También José María Marteles, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, consideró "justa y lógica" la autorización a las discotecas, y se mostró confiado en que "el incremento de los aforos interiores (auspiciado por la DGA, que lo eleva del 50% a 2/3, mostrando una vez más su compromiso con el sector), de veladores (del 50% al 75%) y la movilidad dentro de la Comunidad supongan un revulsivo para los negocios".

Control en la nueva normalidad

Cuando una comunidad supere la fase 3 quedarán sin efecto las medidas derivadas de la declaración de alarma en sus territorios. Pero deberá aplicar, a pesar de ello, medidas preventivas mientras no se declare oficialmente la finalización de la crisis sanitaria.

El real decreto-ley que prepara el Gobierno establece que la infección por covid-19 será una "enfermedad de declaración urgente", lo que obligará a recoger y remitir datos de los afectados. Exige, además, la aplicación de medidas de protección en los centros de trabajo, y obliga a que se garantice la disponibilidad de material de protección, limpieza y desinfección en los hospitales y los establecimientos sanitarios. En los centros docentes se deberán aplicar normas de prevención e intentar evitar aglomeraciones, garantizar la distancia social o incorporar medidas de higiene. Para las residencias de mayores, donde se han registrado en Aragón más del 80% de los fallecidos, se establece la obligación de presentar planes de contingencia orientados a la identificación precoz de posibles casos entre residentes, trabajadores y sus contactos.

A la hora de garantizar la trazabilidad de los contagios, se plantea que los operadores de transporte aéreos y terrestres conserven los listados de los pasajeros un mínimo de cuatro semanas.

Las comunidades deberán garantizar la suficiente disponibilidad de profesionales sanitarios, sobre todo los destinados a vigilancia epidemiológica, tener planes de contingencia y capacidad para instalar en un máximo de cinco días las camas necesarias para atender incrementos rápidos. En situaciones de emergencia para la salud pública, Aragón deberá aportar con carácter inmediato a Sanidad la información epidemiológica que le requiera e indicar las medidas de prevención y contención que va a aplicar.