equipamientos sanitarios

La DGA aprueba la resolución del contrato del hospital de Alcañiz

La rescisión por incumplimiento culpable de las contratistas cuenta con el respaldo del Consejo Consultivo. Sanidad aún debe aclarar si mantiene el compromiso de licitar de nuevo después del verano.

Las contratistas mantenían este martes un retén mínimo de operarios en la obra.
Las contratistas mantenían este martes un retén mínimo de operarios en la obra.
HA

El Gobierno de Aragón aprobará este miércoles la resolución del contrato de obras del hospital de Alcañiz, que conllevará la petición de una indemnización millonaria a las empresas contratistas, OHL y Dragados, por incumplimiento. La nueva consejera de Sanidad, Sira Repollés, defenderá la propuesta ante el Consejo de Gobierno tras lograr el aval jurídico del Consejo Consultivo, el último trámite preceptivo para romper con las adjudicatarias. Lo que aún está por ver es si el cuatripartito mantendrá su compromiso de licitar por tercera vez las obras del complejo después del verano con la actual coyuntura económica.

Fuentes de la DGA han subrayado a este diario que el incumplimiento de contrato es "palmario"» y se puede comprobar con solo ver el estado de la construcción del futuro hospital: se debería hacer certificado más de la mitad de la obra a estas alturas, pero el grado de ejecución se mantiene en el 10%. El reflejo presupuestario es igualmente elocuente, dado que la partida reservada este año alcanza los 22,2 millones y al cierre del primer cuatrimestre solo se les ha podido pagar 12.141 euros, el 0,05%, porque las empresas no avanzan desde hace meses.

El Servicio Aragonés de Salud será el encargado de comunicar la resolución a OHL y Dragados, además de la petición de una indemnización por "incumplimiento culpable" que en la DGA dan por seguro que se acabará resolviendo en los tribunales.

Una garantía de 2,7 millones

Las adjudicatarias del hospital tuvieron que presentar un aval de 2,3 millones, que la Administración podría ejecutar ahora, aunque en la DGA no quisieron adelantar nada hasta que apruebe la resolución.

El conflicto comenzó a finales del año pasado, cuando la dirección facultativa de las obras, dependiente del Salud, advirtió de que el grado de ejecución de los trabajos ponía "en cuestión la viabilidad técnica de terminar el proyecto en plazo", oficialmente previsto para finales de 2021.

La exconsejera Pilar Ventura explicó en las Cortes de Aragón que las contratistas debían ponerse "las pilas" porque iba a ser "inviable" llegar a tiempo pese a disponer de un "holgado" plazo de ejecución, de 52 meses, que empezó a correr en el verano de 2017.

Las circunstancias tampoco eran nuevas, ya que su antecesor en el cargo, Sebastián Celaya, se vio obligado a requerir a las empresas a que empezaran a trabajar al poco tiempo de adjudicarles la obra. De hecho, las máquinas no comenzaron hasta principios de 2018.

La situación llegó a un punto de no retorno en el último trimestre del año pasado, cuando OHL y Dragados solicitaron un modificado del contrato para ahorrarse costes sin reducir la factura final a cobrar , de 57,5 millones. La DGA se negó en redondo no solo por una cuestión legal, sino por el hecho del trato discriminatorio que supondría hacia el resto de licitadores.

El Ejecutivo autonómico recriminó la actitud de las empresas, a las que acusó de pretender "presionar" con el bloqueo de los trabajos para que se les aceptara una reducción de la calidad o cambios sustanciales en la construcción. Y el malestar aún era mayor porque ganaron la adjudicación con una rebaja económica del 28,8%, rozando la baja temeraria.

Las dificultades para rescindir el contrato se centraban en el hecho de que no se fijaron hitos parciales de ejecución, por lo que hasta que la dirección facultativa no informó de que el plazo final corría peligro por la marcha de los trabajos no se pudo actuar.

En los casi tres años transcurridos desde la adjudicación, OHL y Dragados apenas han levantado una parte de la estructura del hospital y desde hace meses únicamente mantienen un retén mínimo de operarios para que la Administración no pueda alegar el abandono de la obra. Una vez les comunique la resolución del contrato, el Salud comprobará si el grado de ejecución coincide con las certificaciones antes de asumir la obra.

A partir de ese momento habrá que replantear el proyecto, dado que con la Ley de Contratos solo se podrá licitar de nuevo por lotes y habrá que descontar los trabajos ya acometidos. Esto complicará un poco más las posibilidades de retomar la construcción del hospital, cuyo primera adjudicación se remonta a 2015.

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