Las reservas de turismo rural se disparan y permiten "salvar" agosto y septiembre

Las reservas de turismo rural se han disparado en Aragón desde que Pedro Sánchez anunciase hace apenas una semana que "habrá temporada" este verano. Tanto que los empresarios creen ya salvados los meses de agosto y septiembre. Las previsiones que tenían hace solo unas semanas eran prácticamente catastróficas, una situación que "ha cambiado" y que ha hecho que ahora sean muchísimo más optimistas. Reconocen, eso sí, que estas reservas no serán suficientes para compensar las pérdidas registradas desde el inicio de la pandemia.

Junio, coincidieron ayer los consultados, será todavía un mes "irregular". "Hasta ahora, muchos no se fiaban. La gente está esperando a que se restablezca la movilidad entre provincias, aunque quien buscaba una fecha y un lugar determinado ya ha reservado", explicó Jesús Marco, presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur).

El colectivo ultima junto al Gobierno de Aragón un protocolo de dos páginas "simple y sencillo, pero rotundo". También ha creado un sello que reconocerá la adaptación y seguridad de los establecimientos. Lo importante, subrayó, es que la gente "se está animando bastante" y que, aunque hasta ahora ha estado todo parado, la situación ha comenzado a cambiar.

En el valle de Benasque hay ya reservas para el 1 de julio. "Va mejor de lo que pensábamos todos. La temporada no va a ser igual que otros años, pero tampoco tan horrible como creíamos. Tenemos mucha ilusión y creemos que saldremos de esta airosos", aseguró José María Ciria, presidente de la Asociación Turística Empresarial Valle de Benasque.

En la última semana ha recibido llamadas desde Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana... "Los clientes preguntan por las medidas de higiene, pero no mucho. Dan por hecho que se va a garantizar su seguridad", subrayó. Respecto a los precios, irán "un poco a la baja" en la primera mitad de julio, aunque para el resto del verano estarán en unos niveles similares a los de otros años.

El sector cree que octubre podrá compensar junio y ser un mes "bastante bueno". Más incertidumbre hay de cara a noviembre y diciembre ante los posibles rebrotes. Este factor hace que, pese al optimismo, los hosteleros no quieran echar las campanas al vuelo. En la Asociación Empresarial Turística de Sobrarbe esperan un verano "bastante digno". "Nos va a ayudar a levantar la moral y a recuperar parte de lo perdido", afirmó su presidenta, Paz Agraz.

Todo apunta a que este verano habrá una mayor ocupación en apartamentos y casas rurales que en hoteles. Estos últimos, no obstante, recalcan que han extremado la seguridad para minimizar cualquier riesgo de contagio. El problema está en que zonas como esta dependen del turismo internacional. "Estamos a la espera de la apertura de fronteras. Ojalá las administraciones nacionales y regionales sean capaces de llegar a un acuerdo. La apertura del túnel de Bielsa sería muy importante para nosotros", expuso.

La provincia de Teruel, por su parte, está a expensas de que se concreten fechas como la de la apertura de Dinópolis. "Las perspectivas no parecen ser malas", reconoció Juan Ciércoles, presidente de la Asociación Teruel Empresarios Turísticos. 

Este verano, opinó, podrían verse especialmente beneficiadas comarcas como las del Maestrazgo o Gúdar-Javalambre. "La gente busca hoteles con encanto, casas rurales y turismo de naturaleza. La provincia ofrece mucha extensión, y ahora lo que quieren los clientes es tener la seguridad de que no se van a encontrar grandes masificaciones", planteó.

Los empresarios esperan que las reservas se intensifiquen con el salto a la fase 3. Especialmente importante, recalcan, será la situación que se viva en las próximas semanas ya no en Aragón, sino en Madrid y Cataluña, comunidades de procedencia de la mayor parte de los turistas. "Vamos a ser cautos, no queremos ser excesivamente optimistas y llevarnos luego un susto", añadió Ciércoles.