cartas de recuerdo

"Llegó el mes de marzo y nos dejaste, María José, pero qué felices hemos sido"

HERALDO publica doce cartas manuscritas de otros tantos aragoneses que perdieron a sus seres queridos o que han trabajado de forma directa con aquellos que nos dejaron para siempre. Enrique Molina Royo perdió a su mujer con todos los síntomas en los primeros días de la pandemia.

Aragón
Enrique refleja sus sentimientos sobre el papel.
Laura Uranga

Después de un montón de años de convivir con esta terrible enfermedad como es el alzhéimer y de unos últimos meses recorriendo las urgencias de hospitales, llegó marzo y nos dejaste, María José. Falleciste en la residencia con diversos síntomas aunque no se te hizo la prueba.

Nadie quiere que llegue el final, pero, pese a todo, me considero un privilegiado. Primero, por el apoyo de nuestros hijos (Borja-Lara, Juan y María), que se han preocupado en todo momento y me han llamado muchas veces para que no me sintiera solo pese a la distancia. Y, segundo, por haber podido hacer lo que muchos miles de españoles no han podido hacer con sus familiares debido al estado de alarma: despedirme de ti. Y no sólo yo, también las cientos de personas que te querían y que, todo lo contrario de tu enfermedad, se acordaban de ti y te recordaban por todos los buenos momentos que nos habías hecho pasar, momentos únicos e inolvidables que aprovechamos para recordar en el funeral.

Y es precisamente en esos momentos en los que llevo pensando desde que empezaste con la enfermedad. Desde ese momento no he dejado nunca de pensar en lo felices que hemos sido y en la bonita familia que formamos. También reconozco que después llegó la enfermedad y han sido años muy duros. Siempre he procurado estar lo más cerca posible de ti y, aunque no sé si era suficiente, a mí me reconfortaba poder cogerte de la mano mientras iba a visitarte todos los días a la residencia.

Ahora sé que te haría muy feliz ver nacer a nuestros dos nietos (Bosco y Sofía), verlos crecer y jugar con ellos. Pero estoy seguro que desde allí arriba te sentirás tan orgullosa como yo. Lo mismo que tus hijos y nietos lo estarán de ti. De estos últimos me ocuparé yo en hacerles saber lo maravillosa madre y mujer que has sido y, de lo fantástica que eres como abuela a pesar de no poder estar con nosotros.

Por todo esto el 2020 va a ser un año difícil de olvidar para nuestra familia. Pero esperamos que julio y agosto, cuando nazcan los nietos, nos vuelvan a hacer sonreír

>> LEE EL RESTO DE CARTAS EN EL ESPECIAL DE HERALDO.

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