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La fiscal rebaja de 38 a 29 años de cárcel la pena que pide para el autor del tiroteo de Paracuellos

Mantiene que disparó e intentó matar a tres personas en una finca del pueblo y le acusa de tres tentativas de homicidio. 

Detenido el presunto autor de varios disparos contra una casa en Paracuellos de Jiloca
Detenido el presunto autor de varios disparos contra una casa en Paracuellos de Jiloca

La Audiencia Provincial de Zaragoza dejó este jueves visto para sentencia el juicio contra el vecino de Calatayud Diego G. T. acusado de intentar matar a tiros a tres personas en Paracuellos de Jiloca. El procesado, de 32 años, no llegó a herir a ninguna de ellas, pero la Fiscalía y la acusación particular mantienen que su intención al dirigir y disparar una escopeta contra ellas era acabar con su vida. 

Por esa razón, ambas solicitaron al tribunal su condena por tres tentativas de homicidio, así como por robo con fuerza, tenencia ilícita de armas, daños, desobediencia y conducción temeraria, ya que fue detenido por la Guardia Civil tras perseguirlo 40 kilómetros por la A-23.

No obstante, la fiscal rebajó de nueve a seis años la pena que planteaba inicialmente por cada uno de los tres homicidios frustrados y mantuvo la del resto de delitos. Es decir, 29 años de prisión en total. Al igual que la acusación particular, ejercida por el abogado Carlos de Bonrostro, el cual se adhirió a su petición, consideran que Diego G. T. tuvo intención de matar cuando, provisto de tres escopetas y un rifle, fue a buscar a José R. R. para saldar una cuenta pendiente. En concreto, los 15.000 euros que le reclamaba por haber robado y quemado supuestamente el coche de su madre.

Los hechos ocurrieron el 12 de diciembre de 2018. Diego G. T. se presentó en una finca de Paracuellos de Jiloca a la que José R. R. había ido con su novia y un amigo, G. N. I. a sacar a los perros. Según declaró, José R. R. al llegar, G. N. I. se bajó del coche y cuando él acababa de aparcar, vio a un individuo salir de unos matorrales con la cara tapada y una escopeta. Entonces, se metió de nuevo en el vehículo –del que aún no se había bajado la mujer–, aceleró y escuchó varios disparos antes de huir.

En ese momento, el agresor no dirigió el arma hacia G. N. I. Fue al día siguiente cuando volvió y disparó tres veces contra la caseta del terreno en la que esta persona estaba, aunque salió ilesa.

En su informe, la acusación recordó la declaración del acusado, cuando dijo que era cierto que había disparado, pero que lo había hecho "al aire", ya que no quiso "herir a nadie". "Si no quería hacer daño, lo normal no es llevar una escopeta, pero resulta que los tres disparos que pegó en la caseta fueron uno en el centro puerta, a 1,40 metros del suelo, y dos en las ventanas", manifestó el abogado. 

"Con lo cual –añadió– la intencionalidad es clara". Destacó el testimonio "espontáneo" y "claro" de la novia de José R. R. Ante el tribunal, la mujer escenificó cómo el acusado se echó la escopeta a la cara, apuntó y disparo. Un segundo antes ella se tiró al suelo del vehículo y notó cómo "algo" impactaba en el turismo. En la escena de los hechos la Guardia Civil recogió nueve casquillos.

La abogada de Diego G. T., Olga Oseira, pidió la absolución por las tres tentativas de homicidio alegando que su representado en ningún momento tuvo intención de matar y, de hecho, nadie salió herido. La letrada solo admitió la existencia de la conducción temeraria, la tenencia de armas, la desobediencia y los daños en la caseta, delitos por los que solicitó un año de cárcel y dos multas.

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