El Ayuntamiento de Tabuenca iniciará la recuperación del entorno de las bodegas del cerro
El consistorio y la Asociación Cabezo de las Bodegas de Tabuenca reciben una subvención de fondos FEADER para el proyecto de cooperación entre particulares que permitirá rehabilitar este patrimonio y convertirlo en un elemento turístico de la localidad.
El Ayuntamiento de Tabuenca iniciará la recuperación del entorno de las bodegas del cerro de esta localidad zaragozana tras recibir una subvención de fondos europeos FEADER, gestionados a través del grupo de acción local Asociación para el Desarrollo de las Tierras del Moncayo (ASOMO), por importe superior a los 36.200 euros. Estos recursos permitirán al consistorio y a la Asociación Cabezo de las Bodegas rehabilitar los accesos a las más de 200 bodegas que existen en esta zona del municipio.
El alcalde de esta localidad zaragozana, Miguel Ángel Vela, ha detallado que con esta intervención desean “recuperar el patrimonio arquitectónico excavado que tenemos en Tabuenca e intentar fomentar el turismo” en esta zona del Campo de Borja. Así se transmitió a los vecinos en una primera reunión con la asociación antes de la concesión de estas ayudas y ahora “queremos reunirnos de nuevo, cuando sea posible, para explicar el proyecto”.
La crisis sanitaria ha retrasado la convocatoria de este encuentro y la puesta en marcha de los trabajos, ha observado el alcalde, para señalar que la recuperación de esta zona comenzará con la realización de un inventario que permita conocer y registrar el propietario de cada bodega.
El secretario de la Asociación Cabezo de las Bodegas, Héctor Cervero, ha incidido en que el objetivo es “evitar que este entorno y las bodegas se deterioren más de lo que están”, con la idea de poder crear allí en un futuro un museo sobre estos espacios y su historia. Al respecto, ha relatado que las bodegas comenzaron a utilizarse activamente a principios del siglo XX, cuando aumentó la demanda de vino a causa de la plaga de la filoxera en otras zonas vinícolas, y se dedicaron a la elaboración y almacenamiento del vino hasta la creación de la bodega cooperativa en la década de los 70.
Se trata de unas 200 bodegas de pequeño tamaño y algunas de ellas se han recuperado como peñas, merenderos y para usos de cada familia, si bien otras se han abandonado o se han hundido. “Nos gustaría que se recuperen y conservar ese entorno”, ha apuntado Cervero, al agregar que “sin la ayuda de ASOMO no sería posible acometer la obra en los caminos”.
La asociación Cabezo de las Bodegas se formó el pasado año con el reto de renovar este espacio, tal y como se ha hecho en otras zonas vitivinícolas en localidades de La Rioja, Palencia y Burgos. “En nuestra zona es una propuesta innovadora y ambiciosa, queremos conservar el patrimonio, hacerlo visitable y bonito e intentar generar nuevos beneficios para el pueblo”, ha concluido el secretario de esta asociación.
