Canceladas las Fiestas de San Roque en Calatayud
Los festejos, que en 2019 contaron con más de 4.000 inscritos y que se iban a celebrar entre el 13 y el 16 de agosto se suspenden tras acordarlo Ayuntamiento e Interpeñas.
No habrá Fiestas de San Roque en Calatayud entre el 13 y el 16 de agosto de 2020 por la crisis sanitaria del coronavirus covid-19. La cancelación de esta cita, que en su edición de 2019 conto con más de 4.000 inscritos y centenares de visitantes, ha sido comunicada este viernes tras la reunión que han mantenido el Ayuntamiento bilbilitano, la Federación Interpeñas, que se encarga de la organización, y varios representantes de las 10 entidades que la componen. Se suma así a otros grandes festejos populares de Aragón que también se han visto cancelados y llega una vez que el miércoles el Consejo de Aragón desaconsejase actos multitudinarios con motivo de fiestas patronales.
"Siempre hemos tenido claro que lo primordial es la salud, pero queríamos valorar si había posibilidades de una celebración de San Roque que, siguiendo los criterios de Sanidad, pudiera dar algo de oxígeno a un sector hostelero y de servicios que ha perdido los eventos en los que más gente venía", puntualiza Gerardo Bernal, presidente de Interpeñas. En este sentido, añade que "era una decisión que, sabiendo lo que ya ha pasado en otras ciudades y las recomendaciones autonómica, la teníamos prácticamente asumida".
Desde el Ayuntamiento de Calatayud, el alcalde, José Manuel Aranda, reconocía que "la situación generada por la pandemia nos obliga a adaptar durante unos meses nuestra forma de vida y debemos evitar cualquier congregación de personas que suponga un riesgo". De la misma forma, explicaba que es una decisión "en la línea con otras ciudades de nuestra comunidad y siguiendo las indicaciones del Gobierno de Aragón". También llamaba "a trabajar todo lo posible para que en 2021 podamos celebrar unas fiestas mucho mejores".
Esta celebración está declarada como de Interés Turístico Regional y desde hace años persigue el objetivo de estar considerada a nivel nacional. Su formato actual nació a finales de la década de 1950. Ya en 1968 se creó la denominada chapa –la acreditación de estar inscrito en una de las 10 peñas- y en 1978 se fundó la Comisión de Interpeñas.
La ermita de San Roque y la epidemia de peste de 1763
Según la tradición popular, y como consta en el Catálogo de Protección de Patrimonio Cultural de Calatayud, la ermita de este santo hasta la que cada agostó se va en romería se cree edificada a mediados del siglo XVIII. De origen francés, se le considera como abogado de la peste y la visita anual contaba con el voto del Ayuntamiento, algo que solía ocurrir, como apunta el historiador local Carlos de la Fuente, "como acción de gracias para librar a la población de alguna calamidad".
Así, en el catálogo se recoge que la construcción del pequeño edificio fue por "haber salvado a la localidad de los últimos coletazos de esta epidemia que afectó a la población en el año 1763" y que apuntan "llegó hasta el inicio" del barrio del mismo nombre
