baloncesto

Una derivada aragonesa en el documental sobre Michael Jordan

Dennis Hopson fue unos de los jugadores a la sombra de la rutilante estrella. En 1991 ganó el campeonato de la NBA con los Chicago Bulls y al año siguiente fichó por el Natwest Zaragoza.

Dennis Hopson en el año 1991 durante su concurso con los Bulls
Dennis Hopson en el año 1991 durante su concurso con los Bulls
Heraldo

El documental ‘El último baile’ continúa mostrando cómo Michael Jordan fue uno de los mejores jugadores de baloncesto de la historia pero, también, cómo su figura era pródiga en zonas de sombra que invitan a bajar a la estrella de su pedestal. Además de sus consabidos problemas con el juego y las apuestas, Jordan tampoco era un buen compañero de equipo dado que su competitividad le cegaba. En el documental, aunque de refilón, aparecen varios jugadores que -se dice- no consiguieron encarrilar sus prometedoras carreras tras haber sido sometidos a la presión de Jordan. Se cita a Brad Sellers, Stacey King, Steve Colter y a Dennis Hopson, que es un viejo conocido de la afición zaragozana. El escolta ganó en 1991 un anillo de la NBA con los Chicagos Bulls y apenas unos meses después recalaba en Zaragoza de la mano de José Luis Rubio para jugar con el entonces Natwest.

Su fichaje fue un pequeño terremoto no solo a orillas del Ebro sino en todo el ámbito ACB. De hecho, al margen de haber jugado con Jordan y ser campeón de la mejor liga del mundo, Hopson tenía el mérito de haber sido elegido en el número 3 del draft en el año 1987, por encima de las que después serían otras estrellas como Scottie Pippen (ese mismo año fue el 5), Horace Grant (10) o Reggie Miller (el 11).

Información de HERALDO sobre el fichaje de Dennis Hopson en noviembre de 1992.
Información de HERALDO sobre el fichaje de Dennis Hopson en noviembre de 1992.
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La expectación mediática era grande y se incrementó aún más cuando en su primer entrenamiento en el Príncipe Felipe, Hopson metió 17 triples consecutivos sin apenas despeinarse. Estuvo en Zaragoza temporada y media y cuajó muy buenas actuaciones, aunque tampoco llegó a reventar como se esperaba. Actuó 48 partidos, entre 1992 y 1994, en un equipo en el que compartía protagonismo con los hermanos Arcega, Quique Andreu, Alberto Angulo, Fran Murcia, Santiago Aldama… Su mayor apoyo, no obstante, eran sus compatriotas porque Hopson sí pecó de no adaptarse en exceso a la ciudad ni a sus costumbres. Así, hizo buenas migas con John Turner y Jeff Martin, pues la de su incorporación fue la primera temporada en la que cabían tres jugadores extranjeros en los equipos ACB. Su primer año promedió 16 puntos, en una temporada de auténtica incertidumbre pues el CAI había abandonado el patrocinio y durante unos meses, hasta la llegada del Banco Natwest, se jugó como CBZ. Sus segundo año, a las órdenes de José Luis Oliete primero y después de Herb Brown, fue bastante mejor llegando a promediar de hasta 22 puntos por partido en su segunda temporada. Además, alcanzó los 48 de valoración contra el Joventut, en los ‘play off’ por el título, gracias a sus 39 tantos, 5 rebotes, 5 asistencias, 4 tapones y 6 robos de balón.

Lo que le perdió a Hopson fue su indisciplina y su mala cabeza como él mismo reconoció años después recordando con añoranza su paso por Zaragoza. Además de algunos expedientes disciplinarios por llegar tarde a entrenar, Hopson protagonizó una pelea, agresión incluida, con el pívot del Fórum Valladolid Silvano Bustos, lo que le costó una sanción de cuatro partidos y la pérdida de confianza del club. Después se propuso regresar a la NBA, donde aparte de los Bulls había jugado en Sacramento y los New Jersey Nets, pero acabó haciendo las maletas rumbo a Francia y, después, a la liga filipina.

La expectación mediática fue grande a su llegada.
La expectación mediática fue grande a su llegada.
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Su número tres del draft es el más altos que hasta la fecha ha llegado a Zaragoza, donde también los aficionados al baloncesto pudieron disfrutar de otras estrellas como Mel Turpin (número de seis del draft en 1984), en la campaña 1988-89; y Leon Wood (número diez en 1984), ese mismo curso.

Dennis Hopson es hoy, con 55 años, asistente deportivo en una universidad estatal de Ohio y las televisiones estadounidenses le han reclamado estos días para contar su versión sobre la difícil convivencia con Jordan. Con perilla canosa, Hopson explica que fue fichado para dar minutos de descanso a la rutilante estrella, pero lo cierto es que apenas entró en las rotaciones ni tuvo oportunidad de jugar.

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