El confinamiento trastoca los hábitos de consumo del vino

Con los bares y restaurantes cerrados y la población confinada en sus casas, ¿qué ha sucedido en el mercado del vino? Lo responde una encuesta realizada en ocho países europeos, entre ellos España, y en la que ha colaborado Vicente Pinilla, catedrático de Historia Económica de la Universidad de Zaragoza, en la que se desvela el comportamiento de los consumidores durante el confinamiento por la pandemia de la covid-19.

Sin poder salir de sus casas, los españoles han bebido vino con mayor frecuencia, porque si bien el 45% de los encuestados no ha variado sus hábitos, sí lo ha hecho el 35,51%, mientras un 19,4% ha consumido menos que cuando podía salir de casa. Pese a todo, es un hecho que las compras han caído. Se ha comprado menos en el supermercado, las ventas en tiendas de vino o en bodegas se han desplomado y se han reducido también en tiendas de alimentación. Hay un ligero aumento en el canal ‘online’, pero, según los autores del estudio, el incremento es débil y demuestra que "la crisis ha llegado en un momento en el que este canal está muy poco desarrollado en España". Por eso, el documento en el que ha trabajado Pinilla destaca que su utilización futura exige un esfuerzo más intenso y continuado por parte de las bodegas para generar incrementos sostenidos, aunque reconoce el trabajo realizado durante estas semanas de estado de alarma para aumentar sus ventas. Eso sí, aumenta del 8% al 21% el porcentaje de consumidores que han echado mano del vino guardado en casa. "Esto permite anticipar que el fin del confinamiento puede suponer un incremento de las compras para reponer lo consumido", dicen los expertos.

La encuesta evidencia que se ha producido una reducción del gasto unitario en la compra de vino en casi todos los segmentos, porque hay una excepción: los productos de menos de cinco euros. Así, se ha reducido en 9,14 puntos porcentuales el porcentaje de consumidores que compra vino de gama media-baja (entre 5 y 10 euros) y en 8,18 puntos los que adquieren productos de entre 11 y 20 euros. La caída de compras en caldos de más de 21 euros es de 1,68 puntos.

"Este resultado es negativo para la industria del vino, ya que el confinamiento no solo ha supuesto el cierre del canal de hostelería, con una pérdida de ventas relativamente más intensa en las gamas medias y altas, sino que además también ha reducido sustancialmente el precio medio de la compra de vino en casa", señala el estudio. Y esta caída puede achacarse a una reacción defensiva una previsible caída de la renta, pero también al cambio de experiencia en el consumo del vino en el hogar, "que siempre es distinta a la experiencia en hostelería".