Los productores ecológicos vuelven con "ganas y cautela" a los mercados al aire libre
La Muestra de Zaragoza retorna mañana a la plaza del Pilar, con menos puestos y aforo limitado.
Lo llevaban pidiendo desde que se decretó el Estado de Alarma, aquel 14 de marzo que supuso el cierre de establecimientos comerciales y hosteleros, confinó a la población en sus hogares y suspendió cualquier actividad al aire libre que incitase a la concentración de personas. Le sucedió al rastro y, como a él, a los mercados agroecológicos que se celebran los sábados en la plaza del Pilar de Zaragoza, los jueves en la plaza de Concepción Arenal de Huesca o una vez al mes en la plaza del Regallo de Andorra (Teruel).
Ahora, con la entrada de Aragón en la fase 1 de la desescalada, estos productores pueden volver a ocupar las plazas con sus puestos. Lo hacen con "ganas", pero también con "mucha cautela", porque tendrán que hacerlo en esa ‘nueva normalidad’ en la que nada es, de momento, como era.
La prueba de fuego la protagonizarán mañana los vendedores de la capital aragonesa. No podrán estar todos, el aforo estará limitado y los puestos tendrán que disponer de material de protección y desinfección. Lo establece un decreto del Ayuntamiento elaborado con las sugerencias de los productores, que detalla que si bien este mercado ocupará ahora 100 metros más (hasta los 750) solo podrán participar en él 15 de los 35 puestos que era habitual encontrar junto a la Fuente de la Hispanidad (un 25% del total). Para ello, han sido los propios productores los que se han organizado, explica Adrián Tambo, agricultor ecológico de Sádaba (Zaragoza), responsable del área de Jóvenes de la UAGA-COAG y asiduo a la muestra. Tambo detalla que eran más los vendedores que quería participar y los propios productores han decidido realizar un sorteo en el que se establecen turnos rotatorios para cada sábado. También los hay, destaca, que prefieren esperar o aquellos que en estos momentos, por motivos de producción (sobre todo en la huerta) no disponen de género.
El aforo estará limitado a 150 personas, una cifra que incluye a vendedores, que estarán separados entre ellos por 2,5 metros de distancia, y a compradores, que no podrán acercarse a más de dos metros del puesto y mucho menos tocar los productos. El espacio estará delimitado por vallas y cintas y habrá una única entrada y salida, perfectamente identificadas. Incluso en el acceso se instalará un expendedor de tiques para facilitar la adecuada atención temporal a los asistentes.
Todos los puestos dispondrán de carteles informativos para recordar a los clientes las medidas exigidas, pero también de geles hidroalcohólicos para garantizar su higiene. Tras el mostrador, que tendrá que estar desinfectado e higienizado adecuadamente, cada vendedor irá provisto de guantes y mascarilla. Y aunque es recomendable realizar el pago a través de plataformas virtuales o con tarjetas de crédito, si se utiliza el efectivo los vendedores lo recogerán, sin tocarlo, en un recipiente, en el que también depositarán las vueltas totalmente desinfectadas.
El jueves en Huesca y Teruel
La muestra zaragozana será el espejo en el que se miren los mercados agroecológicos que se realizan los jueves en Huesca y una vez al mes (el tercer jueves del mes) en Andorra (Teruel), aunque su vuelta todavía no tiene fecha concreta. En ambos casos, y aunque todavía se están ultimando detalles y realizando las medidas, se prevé que puedan participar todos los puestos que lo hacen habitualmente.
"Esperamos poder participar los 12 puestos autorizados porque la plaza José Sinués es muy grande y creemos que no hay problema para guardar las distancias", señala Esther Ciria, productora de aceite y vino ecológico, que reconoce que la vuelta al mercado supone "cierto alivio", pero también "inquietud" porque habrá que ver cómo responden los clientes antes estas limitaciones.
En Andorra también confían en poder instalar en la plaza del Regallo la decena de puestos que acuden a este mercado, en el que las medidas "serán prácticamente idénticas a las de la muestra de Zaragoza", reconoce Carlos Esteban de Azafrán La Carrasca. "Somos conscientes de que las ventas van a ser complicadas", explica Esteban, que detalla, sin embargo, que los productores querían volver cuanto antes tanto porque para muchos es su único canal de ventas, y al mismo tiempo porque "así nos le están pidiendo nuestros clientes".
