desescalada
Valverde: tener el baño y la cocina en La Rioja, y el salón en Aragón
Este municipio está de actualidad durante la desescalada debido a sus peculiares características geográficas.
Como si de un reducto de galos se tratara, apenas una veintena de casas permanece en la parte aragonesa de Valverde, un pueblo riojano ubicado en un enclave único entre cuatro comunidades: La Rioja, Aragón, Navarra y Castilla y León. Una realidad con la que conviven sus vecinos desde siempre pero que con motivo de la adaptación del plan de desescalada por fases, el cual se ha ido adaptando a la realidad de cada comunidad autónoma, ha puesto a sus vecinos en boca de todos.
Y no es para menos pues la peculiaridad del emplazamiento de este pueblo bien lo merece. En datos, el municipio de Valverde cuenta con unas 230 personas empadronadas en la Rioja y apenas una veintena en Aragón. Sin embargo, la gran mayoría de los servicios del pueblo se encuentran en la zona riojana, casi todos a pie de carretera, la que une Pamplona con Madrid y por la que de normal pasan unos 4.000 transportes diarios.
Es la calle de la Estación la que sirve para delimitar sendos términos municipales. Un hecho que ha dejado un buen puñado de historias únicas entre sus vecinos, como la existencia de una casa que tiene el baño y la cocina en la zona de La Rioja mientras que el salón y el resto de habitaciones se encuentran en Aragón. También nos topamos con otras realidades complejas, como la historia de Mila Úcar, que a pesar de vivir en el mismo pueblo que sus hijos y nietos, a escasos metros, para visitarlos debe cambiar de región.
Mila reside en Aragón aunque asegura sentirse “riojana de pura cepa”. “Nací en el año 50 y hasta los 23 años estuve viviendo en La Rioja. Ya, al casarme, me subí a vivir a Aragón”, explica esta vecina de Valverde que siempre ha residido aquí. Actualmente vive junto a su marido, Ángel, y en el mismo pueblo que uno de sus tres hijos, Alberto, aunque se encuentren en dos comunidades autónomas diferentes.
A la entrada del pueblo, en la carretera “donde hacemos vida casi todos los vecinos”, indica Mila, se encuentra el hotel restaurante ‘Mojón de los tres reyes’, el cual recibió el nombre de uno de los símbolos históricos de esta pedanía del municipio de Cervera del Río Alhama. “Se dice que en Valverde se juntaron los reyes de Castilla, Navarra y Aragón y que almorzaron juntos pero cada uno en su región. Eso aquí lo tenemos oído todos de toda la vida”, relata esta vecina.
Se refiere a los hechos ocurridos en el año 1196 y a la cita que mantuvieron allí Alfonso II, Alfonso VIII y Sancho el Fuerte, en concreto en el kilómetro 286 de carretera nacional 113, a unos tres kilómetros del pueblo. De hecho, hoy todavía se conserva un mojón –monumento- de piedra con tres caras que simboliza la unión de las tres zonas a uno de los lados del pueblo. “Dicen que construyeron una mesa de piedra y que cada rey permaneció en su territorio durante ese encuentro. Era un lugar estratégico”, añade Fermín Ramos, su alcalde. “Además, tenemos otro mojón al otro lado del pueblo, más actual, el cual representa, a su vez, la unión de tres comunidades, Castilla y León, Aragón y La Rioja. Para nosotros es algo normal y cotidiano y no le das importancia hasta que ocurre algo como esto”, reconoce el alcalde pedáneo.
Y es que, como relata Ramos, la vida en Valverde es como en cualquier otro pueblo de España. El día a día transcurre con normalidad y es un tema que forma parte de su cotidianidad. “Para la gente de aquí da igual donde vivas, somos todos de Valverde y Valverde solo hay uno”, reivindica.
“En 20 minutos puedes pasar por las cuatro comunidades autónomas sin bajarte del tractor”, asegura el alcalde.
Otra de las historias curiosas de esta pedanía se remonta a la traída de aguas al pueblo. “Hoy hay dos depósitos de agua potable, uno en terreno riojano y otro zaragozano. Nuestros padres lo hicieron juntos sin pensar que se construían en provincias distintas”, afirma Ramos, que asegura que la colaboración, también con los pueblos más cercanos, entre los que se encuentran Cervera del Río Alhama (La Rioja) y Tarazona (Zaragoza), siempre ha sido muy estrecha.
Fernando Igea (60), al que todo el pueblo conoce como ’el carbonilla’, es otro de los vecinos que reside en la parte aragonesa del pueblo y el alguacil de Valverde desde hace 12 años. “Vivo en Aragón porque mis padres se hicieron la casa ahí y ahí nos hemos quedado, pero yo nací en La Rioja”, señala mientras trabaja en los cuidados de las piscinas municipales. Aunque admite que la ubicación del pueblo es bastante peculiar, asegura que al final “a todo se hace uno”. En su caso, los cambios de región son una constante, ya que pasa de un territorio a otro para comprar o ir a trabajar varias veces al día. “Es la calle de la Estación la que marca la división del pueblo, media calle es de un sitio y la otra mitad del otro, aunque nuestra zona –la aragonesa- es la más pequeña. Las piscinas, las escuelas, la iglesia… todo está en La Rioja”, afirma.
Un pueblo con historias muy curiosas
En varias ocasiones, los entrevistados hacen referencia a la estación de ferrocarril del pueblo, la estación de Cervera del Río Alhama, también conocida como ‘Portazguillo’ o ‘Portajillo’ debido al origen aduanero de este barrio y la cual cuenta con apeaderos y algunas de sus dependencias repartidas en sendas regiones. “En la Edad Media llegó a ser considerada la quinta aduana más rica de toda España”, relata Amanda Coloma, una de las jóvenes del pueblo que el pasado mes de diciembre organizó la exposición ‘Viaje al pasado: 1920-2020’ en la que estuvo trabajando varios meses.
A través de sus conversaciones con los vecinos de Valverde, entre ellos algunos de los más mayores del pueblo como Luís Marqués, pudo dar a conocer historias de lo más curiosas. “Cuentan que a mediados del siglo XIX hubo un pastor afincado en los alrededores del pueblo el cual contaba con tres puertas en su corral para sacar a pastar y comercializar sus ovejas en cada una de las regiones”, afirma la joven.
También que en 1914, cuando se inauguraron las escuelas de Valverde, hasta allí llegaban niños zaragozanos, navarros, riojanos y sorianos de todas las edades. “Los mayores recordaban que la gente llegaba a la escuela en carreta o en burra”, relata la joven.
