“Vuelves a la Universidad con alegría y tristeza a la vez, a ver cómo podemos prestar el mejor servicio”

Los centros del campus aragonés se preparan esta semana para regresar al trabajo presencial en la gestión administrativa y de investigación.

De las cerca de 400 personas que trabajan habitualmente en los edificios de Interfacultades y Servicios Centrales de la Universidad de Zaragoza, entre personal de administración y servicios y docentes, este lunes alrededor de una treintena se han reincorporado presencialmente a su trabajo. Son una pequeña avanzadilla en el plan de desescalada para preparar los centros de cara a una vuelta de más personas que tendrá lugar la semana que viene. De forma general no podrá ser de más del 50% de la plantilla. El resto de empleados teletrabajarán y las clases se seguirán impartiendo a distancia.

"Vuelves a la Universidad con alegría y tristeza a la vez, a todos nos preocupa cómo va a evolucionar el tema sanitario para poder volver a la normalidad y cómo vamos ahora a poder prestar el mejor servicio", decía en Interfacultades Julio Tejel, que lleva 27 años como conserje en la entidad académica. Recuerda la sensación que le embargó cuando cerró el 16 de marzo y se le cayó "el edificio encima", nada ver como cuando canta por los pasillos y hace "el payaso" al llegar las vacaciones estivales. 

La conserjería en la que desempeña su labor está acristalada, pero en los próximos días se colocará una de las 204 mamparas de metacrilato que ha adquiridad la entidad académica para garantizar las medidas de seguridad sanitaria. En el suelo se señalizará la distancia que deben mantener las personas que hagan fila. Hay un par de carteles que explican las normas a seguir. En los pasillos se han colocado otros en los que se recuerda la obligación de circular por la derecha, ya que son los suficientemente anchos para que puedan cruzarse dos personas que caminan en sentido contrario. Junto al ascensor también se advierte solo puede subir un usuario.

En esta primera jornada él y otros compañeros se han sentido "raros" en unas instalaciones "desangeladas", prácticamente vacías y por las que suelen pasar a diario más de un millar de estudiantes. La cuarentena se ha aprovechado para llevar a cabo algunas labores de mantenimiento que estaban pendientes. "Aquí, por ejemplo, se han cambiado las llaves de paso de las tuberías de calefacción, que estábamos esperando el momento apropiado", cuenta Tejel. "¿Podemos almorzar en algún sitio?", preguntan tres operarios que entran cerca del mediodía. "Bueno, ya nos vamos a Geológicas, que allí también tenemos la máquina y bancos para sentarnos", se contesta uno de ellos al ver que el bar está ocupado.

Y es que el bar de Interfacultades, contiguo a la conserjería, es este lunes el centro logístico desde el que se reparten las más de 16.000 mascarillas higiénicas y otras 700 de diferentes niveles de protección, los 15.000 pares de guantes y los casi 900 litros de gel hidroalcohólico. Una furgoneta de reparto las distribuye entre las distintas instalaciones, al igual que se hace en los campus de Huesca, Teruel y La Almunia. Los dispensadores de gel ya se distribuyeron y colocaron la semana pasada. "En las desventuras comunes se reconcilian los ánimos y se estrechan las amistades", reza la frase que preside varias cajas junto a las banderas de España y China. Son las donaciones de mascarilla, guantes, monos y gafas que ha hecho la cátedra internacional de Devoture, que se creó en noviembre pasado con esta empresa privada china que le da nombre y que ofrece servicios sobre el mercado de inversión occidental del comercio entre el gigante asiático y Occidente.

Conserjería del edificio de Interfacultades de la Universidad de Zaragoza, donde algunos trabajadores han vuelto este lunes a su puesto.
Conserjería del edificio de Interfacultades de la Universidad de Zaragoza, donde algunos trabajadores han vuelto este lunes a su puesto.
Oliver Duch

"Me he visto desbordado por los continuos cambios de normativa"

"Personalmente me he visto desbordado sobre todo por los continuos cambios de normativa e instrucciones por parte del Gobierno, ya que los vaivenes de información son continuos, algo que es comprensible, pero que dificulta mucho nuestra trabajo". Lo reconoce Luis Cásedas, jefe de la Unidad de Prevención y Riesgos Laborales (UPRL) de la Universidad de Zaragoza. Lleva 12 años en este servicio y asegura que nunca se hubiera imaginado "una situación como la provocada por esta pandemia",  pese a que en el último congreso sobre esta temática celebrado el pasado noviembre, y el único de estas características que tiene lugar en España, se habló sobre enfermedades emergentes. "Cada día vengo contestando una media de 200 correos, en la Universidad somos 6.200 trabajadores y hay muchas casuísticas diferentes que suscitan dudas de todo tipo", cuenta.

Los guantes y las mamparas de metacrilato, "un material que parece que se ha convertido en el nuevo oro", se han convertido en las últimas semanas en el material más complicado de conseguir.  Cásedas ya tuvo que volver la semana pasada algún día a la oficina. "El miedo lo tienes que tener presente para ser precavido y evitar riesgos innecesarios, pero hay que dejarlo en casa. La vida tiene que seguir", asegura. 

Esta semana se va a crear una comisión de seguimiento para que se cumpla la normativa. Estará compuesta por un representante sindical de cada sindicato más gerencia. El objetivo es hacer un seguimiento de que se cumple todo lo relativo a medidas de seguridad del covid 19 y lo acordado la mesa de negociación con los sindicatos.

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