Comercios, bares, restaurantes y hoteles ultiman ya los preparativos para la fase 1 de la desescalada, que arrancará mañana en las tres provincias. Retomar la actividad tras dos meses de parón y con una clientela limitada por las restricciones del estado de alarma hace que exista una "gran incertidumbre". Muchos han pasado los últimos días cambiando de arriba a abajo sus locales, pendientes del Boletín Oficial del Estado (BOE) y echando cuentas, ya que para reabrir han tenido que comprar geles, mascarillas, mamparas o incluso máquinas de ozono, una inversión que desconocen si podrán recuperar.

José María Marteles, presidente de la Asociación de Cafés y Bares de Zaragoza, aseguró que el sector está trabajando "a ciegas" y que el desconcierto es "total", ya que el cambio de fase, que permitirá a las terrazas abrir al 50% de su capacidad, se ha comunicado con poco más de 48 horas y siguen sin aprobarse ayudas económicas y financieras para garantizar su subsistencia. Este contexto, afirmó, hace "extremadamente complicado" a las empresas decidir con un margen de "seguridad y previsibilidad" cuál es el momento "más oportuno" para reabrir.

Esto hará que la mayoría de los hoteles y restaurantes sigan cerrados. En Teruel habrá negocios que no subirán la persiana "a la espera de la fase 2 o porque, directamente, no les salen los números". Lo aseguró Juan Ciércoles, presidente de la Asociación Teruel Empresarios Turísticos. "Somos un gremio que hemos tenido cero ingresos en estos dos meses, pero que, en muchos casos, ha tenido que seguir pagando el alquiler y otros gastos. La gente quiere luchar y hacer cosas, pero necesita más implicación de las administraciones", recalcó.

En los hoteles, confirmó Antonio Presencio, presidente de la Asociación de Hoteles de Zaragoza y Provincia, "no hay una intención de abrir por parte del sector". "La fase 1 es muy inicial, sobre todo para un hotel del medio urbano y una ciudad como Zaragoza. No permite ni siquiera la apertura de zonas comunes. Además, se sigue trabajando en los protocolos sanitarios y se está a la espera de los de movilidad", subrayó.

A esto hay que añadir que los alojamientos habilitados para el personal esencial tampoco están teniendo una ocupación excesiva. En el pequeño comercio ya no será obligatoria la cita previa ni la atención individual. José Antonio Pueyo, presidente de la Federación de Empresarios del Comercio y Servicios de Zaragoza, estima que abrirán "más del 50% de los comercios y servicios", un porcentaje muy superior al 10% de la fase 0, marcada por unas aperturas testimoniales. El problema está en que los consumidores tienen ahora "menor ánimo de compra y menos renta". Preocupa, asimismo, que comercios, hostelería y servicios no puedan trabajar con total libertad, ya que, según Pueyo, "será muy difícil atender a los clientes en los términos fijados".

En Huesca, el buen funcionamiento de la cita previa en esta primera fase ha hecho que la incertidumbre se esté transformando en "optimismo" en el pequeño comercio, según la presidenta de la Asociación de Empresarios de Comercio de Huesca, Susana Lacostena. El colectivo ha creado un distintivo de "comercio seguro" que lucirán aquellos establecimientos que hayan sido desinfectados y cuenten con geles, mascarillas y todo lo necesario para comprar "con tranquilidad". Lo importante, explicó Lacostena, es que la gente "está respondiendo" y acude a comprar.

Más aperturas

A partir de mañana también reabrirán el Pilar, que limitará su aforo a 206 personas, y las iglesias de la Comunidad. Se permitirán, asimismo, reuniones de hasta diez integrantes siempre que se garantice una distancia mínima de dos metros. Los velatorios tendrán una limitación de diez personas si se celebran en espacios cerrados y se permitirán los desplazamientos dentro de una misma provincia.