La Universidad de Zaragoza vuelve con 204 mamparas de metacrilato y más de 16.000 mascarillas en su desescalada

Después de casi 60 días en los que la práctica totalidad de las instalaciones de la Universidad de Zaragoza han permanecido cerradas a cal y canto, a excepción de algunos servicios esenciales como la Facultad de Veterinaria y su hospital,donde se sigue atendido a los animales, y los laboratorios en los que los experimentos requieren una continuidad o están relacionados con el coronavirus, la entidad académica emprende su plan de desescalada a partir del próximo lunes en la fase 1 de la desescalada. Será un retorno de la gestión administrativa y de investigación, y la apertura de laboratorios que se llevará a cabo de forma paulatina y con carácter parcial al no reanudarse las clases presenciales para los alumnos.

La próxima semana se acometerá la limpieza y desinfección de todas las instalaciones, se abrirán los laboratorios, se repartirá el material de protección y se prepararán y señalizarán los centros para cumplir con las medidas de seguridad. El equipo de profesionales que acudirá estos primeros días será mínimo. Se preparará así todo para la vuelta a partir del 18 de mayo del resto de personal de administración y servicios que no pueda teletrabajar.

Con carácter general la presencialidad máxima deberá ser del 50% de la plantilla, según las medidas pactadas con los representantes de los trabajadores en los últimos días que se recogen en una resolución del rector José Antonio Mayoral .En todo caso, este porcentaje podrá variar a criterio de los administradores y responsables de unidad en función del incremento de las necesidades puntuales del servicio, así como reducirse en función de una menor actividad. No obstante, sindicatos como Somos (mayoritario en la Universidad) esperan que esta no supere el 30% en una buena parte de las unidades.

¿Con qué medios se cuenta para garantizar la seguridad sanitaria? De momento, de acuerdo con los datos facilitados por la entidad académica, la Universidad dispone de 204 mamparas de metacrilato que a lo largo de la semana que viene se instalarán en los lugares de atención al público, como las conserjerías, registros y otras ventanillas. También tiene alrededor de 16.000 mascarillas higiénicas y otras 700 de diferentes niveles de protección y 15.000 pares de guantes, que en estos momentos es el material de protección más complicado de encontrar en el mercado. Además, ha adquirido 550 litros de gel hidroalcohólico, a los que se sumaran 300 más en breve, y 7.000 envases de 100 mililitros para distribuir y dispensar en las diferentes estancias.

Estas cifras serán más elevadas en breve. La cátedra internacional de Devoture, que se creó en noviembre pasado con esta empresa privada china que le da nombre y que ofrece servicios sobre el mercado de inversión occidental del comercio entre el gigante asiático y Occidente, ha hecho una importante donación de mascarillas, guantes, gafas y monos. La Universidad ha mostrado su agradecimiento por este gesto.

La entidad académica ha asegurado que dispone de equipos de protección suficientes para "garantizar la apertura con las condiciones de seguridad y salud laboral". Las compras se están gestionando y llevando a cabo desde hace un mes y se está adquiriendo "más de lo necesario para que haya suficiente 'stock' por si la situación se prolonga", han explicado fuentes del campus. La Universidad está haciendo un "esfuerzo complementario" para acometer este plan de transición ya que todos los equipos de protección con los que podían contar se donaron a comienzos de la pandemia a Sanidad.

No ir a trabajar si se tiene más de 37,2 grados

Para ordenar esta vuelta a la nueva normalidad, la semana que viene se reincorporarán presencialmente a sus puestos el administrador o responsable de cada servicio, la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales (UPRL) y un personal mínimo en las conserjerías de los centros (no colegios mayores) y en los equipos de distribución y reparto, y mantenimiento. Las tareas de desinfección ocuparán al 100% de la contrata de la limpieza.

Durante esta primera semana de puesta en funcionamiento no se va a solicitar el teletrabajo, ya que se seguirá como hasta ahora, pero para la semana del 18 de mayo sí habrá que pedirlo previamente al responsable de cada unidad. Será este quien lo autorizará totalmente (hasta el 100%) o el porcentaje que estime oportuno. Tendrán prioridad para teletrabajar los empleados especialmente sensibles a la covid-19 debido a patologías previas, medicación, trastornos inmunitarios o embarazo (incluidos los mayores de 60 años) o con problemas de conciliación de la vida personal y familiar (aquellos que tengan niños que no van al colegio o mayores con centros de día cerrados). Las actividades por las tardes serán excepcionales.

Para los trabajadores que se reincorporen se garantizarán al menos dos metros de distancia física y en caso de que no se pueda mantener esta separación por el tamaño de la estancia o la oficina se establecerán rotaciones bien en distintos horarios o en días alternos. De cara a facilitar el acceso escalonado se podrá entrar a los edificios a partir de las 7.00 para flexibilizar más el horario y que no coincida tanta gente a la entrada o salida del turno de mañana.Durante la media hora en la que se hacen los relevos de turnos, de 14.30 a 15.00, los edificios se podrán cerrar ya que todo el personal tiene acceso con tarjeta y las comunicaciones entre turnos se pueden hacer de otro modo mediante llamadas telefónicas o correos electrónicos.

La Universidad ha hecho pública una guía con preguntas y respuestas para el retorno a esta actividad presencial. En ellas se especifica que las personas que tengan que acudir presencialmente, antes de acceder al centro de trabajo, y con una antelación no mayor a las dos horas, deberán tomarse la temperatura corporal. En caso de superar los 37,2 grados no deberán acudir a su puesto de trabajo y comunicarán esta incidencia a su responsable.

En cuanto al fichaje presencial o en teletrabajo de momento se mantiene la situación como hasta ahora y se mantiene la suspensión del sistema de control horario. De esta forma, según los sindicatos, se pretende aliviar la tesión añadida que puede provocar ajustarse a la rigidez del horario en las actuales circunstancias. Además van a coexistir distintas modalidades de trabajo (presencial, teletrabajo, mixto presencial-teletrabajo) y el seguimiento del control horario supone también una sobrecarga del trabajo administrativo.

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