El sector de las bodas augura un aluvión de enlaces el próximo año

Casi todas las parejas apuestan por aplazar el ‘sí quiero’ en lugar de cancelarlo de forma definitiva. Septiembre y octubre dejan de ser los meses escogidos y las nuevas fechas miran hacia la primavera de 2021.

ESCAPARATES CON VESTIDOS DE NOVIA ( ZARAGOZA ) / CORONAVIRUS ) / 28/04/2020 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]]
Escaparate de una prestigiosa tienda de vestidos nupciales.]
Oliver Duch

Desde que el pasado 14 de marzo se decretase el estado de alarma, los sectores implicados en las bodas pasaron a formar parte de la bolsa de perjudicados por la pandemia de coronavirus, pero es ahora, a partir de mayo y hasta agosto, cuando mayor número de parejas se darían el ‘sí quiero’ de no ser por la crisis sanitaria que nos cerca. La temporada alta de los enlaces se presumía completa, y esas celebraciones han tenido que ser canceladas o aplazadas.

Algunos novios, los más optimistas, apuestan por reubicar su compromiso en los meses de septiembre y octubre. Otros, prefieren ser cautos y posponerlo directamente al año que viene, cuando se prevé un ‘boom’ que requerirá conciliación entre las familias, los negocios de la restauración y el sacerdocio, en caso de que la ceremonia siga el rito católico.

En las zonas rurales, el primer paso suele ser reservar el espacio del banquete, para después escoger la iglesia. En las ciudades, la elevada demanda de los templos genera las mayores preocupaciones entre los enamorados. De ahí que, tal y como explica José Antonio Calvo, portavoz del Arzobispado de Zaragoza, se apueste por que los párrocos hablen con los interesados para ponerse de acuerdo en una nueva fecha.

Aplazar la boda es una situación muy dolorosa y ellos -los curas- son quienes mejor conocen las particularidades de cada caso. Por ello, entendemos que hay que dar todas las facilidades”, explica Calvo, coincidiendo con la opinión de Sergio Blanco, párroco de San Felipe y San Cayetano, dos de las iglesias que más enlaces ofician.

No esperamos colapso en septiembre y octubre porque, a no ser que cambie mucho la situación, seguiremos sin poder celebrar bodas. Los que inicialmente habían aplazado su compromiso al otoño están viendo que será difícil; la incertidumbre nos hace pensar que el aluvión llegará en la próxima primavera. Tendremos que apoyar a hoteles y restaurantes para tratar de conciliar”, adelanta Blanco, en armonía con las sensaciones que transmiten los empresarios del sector.

Tanto los responsables del Hotel Castillo Bonavia (Pedrola) como los de El Cachirulo, con diversos complejos que estaban casi completos hasta agosto, comparten que “todo han sido aplazamientos en lugar de cancelaciones”, lo que les permite ser optimistas de cara a 2021. “Ha habido dos oleadas. Al principio los novios se inclinaban por posponer a septiembre u octubre, y poco les importaba que no fuese sábado. Ahora apuestan más por casarse al año que viene”, indica Jesús Acín, a la espera de que el plan oficial de desescalada les permita proyectar con mayor claridad el futuro.

Del mismo modo, los fotógrafos de boda (Manuel Medrano y Clara Gasqued) aclaran que la actitud optimista de quienes confiaban en retrasar solo unos meses se ha ido diluyendo. Ahora prima la actitud prudente, que traslada los encargos al año que viene. Y lo mismo ocurre en las tiendas de vestidos de novia y trajes de novio. 

“En el 98% de los casos, las parejas están aplazando sus encargos. Tenemos algún caso aislado de personas que han cancelado el pedido, pero no es lo normal. Los que se van a casar quieren hacerlo cuando sea, y esperamos que el próximo año sirva para recuperar, en parte, estos complicados meses”, adelanta José Luis Bori, de la firma Dress Bori. 

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