La mujer del médico fallecido: "Aún tengo la bata y mascarillas que José Luis traía a lavar porque tenía que reutilizar"

José Luis San Martín, médico del centro de salud de San Pablo, en Zaragoza, es el único sanitario que ha fallecido con coronavirus en Aragón. Murió el pasado 11 de abril, apenas dos semanas después de que aparecieran los primeros síntomas. Tenía 55 años de edad. Eva, su mujer, tiene claro que "solo se pudo contagiar en su trabajo". "En casa estábamos confinados, tanto mis hijos como yo estudiábamos o trabajábamos desde casa; él iba a trabajar en su coche por la mañana y cuando volvía ya no salíamos hasta el día siguiente", asegura.

"Aún están colgadas las dos diminutas mascarillas de tela y la bata que traía a lavar en agua con lejía los días anteriores a ponerse enfermo. Decía que tenía que reutilizarlas. Que yo sepa su EPI eran su bata, esas mascarillas que reutilizaba y los guantes. Por supuesto que me parecen medidas totalmente insuficientes. A los hechos me remito, con tantos sanitarios contagiados», reflexiona.

Tras empezar con fiebre el 24 de marzo, el 29 ingresó en el Hospital Militar. Tenía una neumonía consolidada en la base de los dos pulmones que fue empeorando, por lo que el 1 de abril ingresó en la UCI. "Estuvo diez días más o menos estable, hasta que el día 11 me dijeron que había tenido complicaciones cardiorespiratorias y que tras 45 minutos de reanimación no habían conseguido salvarlo", recuerda su mujer.

Eva afirma que su marido era una persona "muy sana" a la que le encantaba andar. Nacido en Villatuerta (Navarra), desarrolló toda su carrera en Aragón. Pasó por Biescas, Fraga, el 061 y varios centros de salud de Zaragoza, especialmente el de Valdespartera. Según su mujer, lo que más le gustaba era "el trato con los pacientes". "Toda la familia y amigos le decíamos que tenía muy buen ‘ojo clínico’ y él se reía, pero muchas veces en casa le veía investigar o consultar con algún compañero sobre algún caso que le preocupaba o no tenía claro por dónde enfocarlo", rememora.

A la familia le emocionó "muchísimo" el homenaje que le organizaron a su marido en el centro de salud de San Pablo, al que acudieron "muchos compañeros de muchos lugares a los que ni conocíamos". Su mujer agradece la ayuda que le ha brindado Concha Ferrer, presidenta del Colegio de Médicos, aunque afirma que lo que más le ha emocionado son "los homenajes de nuestros compañeros del coro Amici Musicae y el coro Schola Cantorum", así como los de sus compañeros de promoción, familiares y amigos.

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