recuperados: LUIS MIGUEL GARCÍA VINUESA 

"Hay que luchar para salir del virus, remar juntos y crear una sociedad solidaria"

Luis García Vinuesa, concejal del PSOE del Ayuntamiento de Zaragoza, avisó a sus compañeros ediles que se había infectado del virus como una "obligación moral". 

El concejal socialista del consistorio de Zaragoza asegura haber pasado 15 días "francamente mal", pero lanza un mensaje de esperanza y de ánimo para quienes ahora están pasando por su situación.

Luis Miguel García Vinuesa, concejal del PSOE y catedrático de Física, avisó la tercera semana de marzo a todos sus compañeros del Ayuntamiento de Zaragoza que había dado positivo de coronavirus en la prueba que le hicieron en urgencias del Hospital Miguel Servet , después de pasar una semana en su habitación de casa encerrado, con muchos dolores de cabeza, una fiebre alta y dolores musculares. "Lo hice como una obligación moral porque estuve con muchas personas y en actos del Ayuntamiento. Recibí muchos apoyos solidarios", sostiene. El viernes 13 de marzo ya no pudo ir al Ayuntamiento y la víspera, cuando estuvieron en la nombramiento de la concejala Ana Becerril, que sustituyó a Pilar Alegría (actual delegada del Gobierno en Aragón), ya no se dieron besos ni abrazos, temerosos del efecto del Covid-19. 

"Supongo que lo cogí en el puente de la Cincomarzada. Tenemos tres hijas y dos de ellas fuera (en Erasmus en Lisboa y en la Complutense en Madrid). Hicimos un viaje en avión y tren, pasando por Madrid, Lisboa y Oporto.", explicó el concejal. "Eran síntomas de una gripe fuerte. Llamé al teléfono oficial, me costó y los médicos insistían en si tenía problemas respiratorios o una sensación de asfixia. Como respiraba bien, tenía que aguantar el tirón y seguir en casa aislado", recordó. "Estuve una semana bastante mal", valora. Consiguieron unificar a la familia y, tras mejorar, tuvo una recaída y sabía que era coronavirus, tras hablar con su amigo Juan José Badiola, el exrector. "Un día se asustó mi mujer y en la segunda semana de aislamiento fuimos a urgencias, donde me hicieron un chequeo y el test dio positivo", indica Luis Miguel García.

El concejal cree que este virus nos ha cogido "con el pie cambiado" y le duelen mucho las críticas al Gobierno porque "no se puede sacar rédito político de esta situación". "Hay que luchar para salir del virus, remar juntos y crear una sociedad solidaria", sostiene Luis Miguel García, quien dice que no puede deprimirse el país, sino mantener el tipo. Por eso, revive a Albert Camus: "Lo peor de la peste no es que mata los cuerpos sino que desnuda las almas". Tiene claro que «Occidente ha fracasado" y "debe aprender de la reacción de los países de Oriente". Piensa en reforzar la financiación del Salud y aumentar la investigación. Se despide, como Serrat, valorando las pequeñas cosas: los paseos, la puesta de sol y una caña con los amigos.

Ahora tiene claro que ya ha pasado el coronavirus y lo declara como un manifesto. "No me duele nada después de pasar quince días realmente jodido porque tenía unos dolores terribles de cabeza y musculares. No pasé a estar grave ni al hospital porque no afectó al sistema respiratorio, gracias a Dios, pero me ha dejado una sensación de cansancio y resaca". Aun así, sostiene, "ahora ya he salido y no me duele nada". "Me he estado tomando muchos nolotiles como choclatinas y estamos en la fase de descontaminación". Si no fuera por lo que está cayendo, con los más de 900 muertos diarios en España, admite que estaría contento, pero "es muy difícil con la situación".

Su proceso fue largo, de la gripe fuerte a una recuperación y una recaída que no esperaba. "Mi mujer se asustó porque el problema es muy largo. Además tuve una recaída muy mala, estaba blanco mortecino en la cama. Dije que iba a urgencias o al notario porque esto no avanzaba. Y las pasamos", apunta. 

Conoció de cerca el caso de su compañero en el Ayuntamiento, el concejal Chema Artal, pero sabía que era "asintomático". "Le hicieron la prueba como médico pediatra", reconoce.

El concejal y físico no ha salido casi de su habitación ("mi mujer se fue a otro cuarto", señala) durante casi cuatro semanas y ahora mantiene el aislamiento aunque ya lo haya superadon. Tanto tiempo le da para leer mucha prensa y ver los datos que le deprimen  porque es físico experimental y toda su vida ha trabajado con "exponenciales, crecimientos y curvas". Reconoce que ha sido terrible desde el aislamiento porque "la curva exponencial y logarítmica superaba a la de Italia". Cuando llevaban pocos muertos, Luis García comentaba con sus compañeros que iban a llegar hasta los 10.000 muertos y le decian que era un exagerado. "En Estados Unidos va a ser horrible", predice.

Mira hacia adentro porque reflexiona sobre las tardes que sale a aplaudir a la terraza y no se olida de los miles de muertos que se suceden. "Vivimos esta contradicción emocional", asevera. "No estamos preparados para ese espectáculo y estamos entre lo mejor y lo peor de nuestra sociedad. A ver por dónde escampa. Creo que estamos en el pico y lo importante es no hacernos sierra, como Italia, de volver a subir y bajar", apunta el físico. 

Tiene claro que "la situación económica es terrible". "Doy el mes de abril por amotizado y veremos con las medidas adoptadas como salimos. Se habla de entrar en los colegios en mayo y esto va a ser muy duro este aislamiento", agrega. 

"Hay que ser español y patriota, pero ya habrá tiempo para analizarlo", reconoce el concejal socialista del Ayuntamiento de Zaragoza. Se ha quedado tocado al asumir que Occidente ha fracasado y cuando ve la reacción de países como Francia, donde ha residido, que solía dominar sus sectores estratégicos... "Europa no es capaz de fabricar mascarillas y tenemos que comprarlas en China. Hay que aprender del sector público cuando vienen mal dadas, y hay que pensar en la financiación de la Salud", sostiene. Como todos los investigadores, creen que Occidente debe aprender de Oriente porque claramente han resuelto mejor el problema en Corea del Sur, Japón y Taiwan. "Son muy disciplinados. Sus ventajas es el alejamiento social, el uso de las mascarillas y no tocarse, lo llevan de serie", describe las diferencias culturales que les han servido para combatir al virus.

A la hora de hacer una lectura política de la catástrofe, García Vinuesa valora que "China va a salir reforzadísima como potencia, que ya estaba en la nuca de Estados Unidos, paradójicamente". "En Occidente tenemos que replantearnos muchas cosas como la inversión en la investigación sobre una vacuna, políticas a medio plazo y en Educación nos ha cogido aunque se ha salvado pero ha habido que digitalizarlo todo", enumera las tareas. "Va a cambiar el mundo social y político, como hablamos con Julian Casanova, como cuando la Segunda Guerra Mundial. De política, de autoritarismo y de la relación del bloque Occidente-Oriente", aventura los cambios que se avecinan. 

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