Aragón cumple un mes del positivo que marcó el inicio de la crisis sanitaria

Hace hoy un mes, Aragón confirmó su primer positivo por coronavirus. Se trataba de un hombre de 79 años que ingresó grave en el Clínico y que, días más tarde, terminó sumándose a la negra estadística de fallecidos por el Covid-19 en la Comunidad.

Aquel 4 de marzo, España registraba una única víctima mortal y menos de 200 casos confirmados, nada que ver con los más de 10.900 fallecidos de la actualidad. Todavía fue posible celebrar la Cincomarzada y reivindicar los derechos de la mujer el 8-M. Pero todo cambió. Las primeras medidas en anunciarse, como la recomendación de no besar el pilar de la Virgen o la decisión de desinfectar a diario el transporte público, se antojaban extrañas. Pocos imaginaban que la primavera arrancaría con una cuarentena histórica que amenaza con prolongarse al menos 15 días más.

Desde entonces, y por más que se haya entrado en una fase de ralentización, las estadísticas no han parado de crecer. El día 11, solo una semana más tarde, la Comunidad rozaba el medio centenar de infectados, que crecían por encima del 20% diario. Han sido las últimas semanas, no obstante, las que han disparado las cifras, con picos de más de 250 contagios al día.

La enfermedad, que parecía ajena cuando apenas se conocían positivos más allá de Wuhan, no tardó en cambiarlo todo. Se aplazaron decenas de congresos –primero sanitarios y posteriormente de toda clase–, se suspendieron conciertos, obras de teatro, partidos de fútbol, de baloncesto...

El primer gran cambio se vivió ocho días después de aquel primer positivo. Aragón tomó la drástica decisión de cerrar los centros educativos y, esa misma semana, el Gobierno central declaraba el estado de alarma que ha marcado las últimas tres semanas.

La vista, tanto en Aragón como en el conjunto del país, está ahora puesta en las unidades de intensivos, determinantes en los casos de mayor gravedad. La Comunidad ha duplicado en cuestión de 30 días el número de ucis y cuenta todavía con un 34% de estas camas libres. No obstante, el tiempo medio de hospitalización, de unas tres semanas, ha hecho que este recurso sea cada vez más escaso y que las previsiones para las próximas semanas no sean halagüeñas.