coronavirus

"Al principio cuesta seguir las clases con el ordenador, pero te acabas acostumbrando"

Después de tres semanas de clases a distancia llegan unas atípicas vacaciones de Semana Santa. Alumnos y profesores de primaria y ESO cuentan esta transición  a la educación digital y cómo afrontan un final de curso que está en el aire.

Héctor Labay de Felipe
Héctor Labay de Felipe, estudiante de 3º de la ESO, con su ordenador en el comedor familiar.
Familia Labay de Felipe

Tras tres semanas en las que esta crisis del coronavirus ha obligado a familiarizarse a marchas forzosas con la educación a distancia, este viernes es el último día lectivo antes de unas atípicas vacaciones de Semana Santa. Quedan por delante diez jornadas festivas en cuarentena y un regreso virtual a las aulas el próximo 14 de abril para afrontar un tercer trimestre y un final de curso que de momento están en el aire. Por lo que se ha visto en países como Italia y China, el colegio es lo último que retorna a la normalidad. ¿Cómo han vivido los alumnos este confinamiento en el que se ha experimentado con las clases 'online? ¿Tienen los profesores herramientas para poder evaluar a los escolares sin clases presenciales?

Héctor Labay de Felipe estudia 3º de ESO en el instituto Medina Albaida de Zaragoza. "Al comienzo fue un poco a lo loco, porque cada profesor mandaba las tareas a su hora. Esta última semana todo ha estado más organizado. Al principio cuesta seguir las clases con el ordenador, porque no sabes manejar bien los programas, pero te acabas acostumbrando", cuenta sobre su experiencia. Ha tenido algunas clases por videoconferencia de Lengua, Física y Química, Geografía e Inglés, en las que han aprendido a silenciar los micrófonos para que no se colara el ruido de fondo de los distintos hogares. 

Pablo Espona, de María de Huerva, estudia 6º de Primaria
Pablo Espona, de María de Huerva, estudia 6º de Primaria
Heraldo.es

El volumen de tareas tradicionales de los primeros días ha ido dando paso a propuestas de actividades más de investigación, como un trabajo sobre una materia prima, y de refuerzo de los conocimientos adquiridos hasta ahora. "La verdad es que hemos avanzado muy poco en contenidos nuevos - dice Labay-. En algunas asignaturas hemos dado temas nuevos más fáciles, pero creo que para otros más complicados es importante que te los expliquen de tú a tú y puedas preguntar las dudas". En este tiempo ha hecho dos exámenes de inglés y música "en los que se podían mirar los apuntes", pero también es consciente de que hay compañeros que no han podido contar con su propio ordenador y se las han tenido que apañar con un teléfono móvil "en el que es mucho más complicado seguir los vídeos y hacer cualquier tipo de ejercicio".

Héctor comparte mesa de estudio en el comedor con su hermana mediana Angélica, que cursa 1º de ESO, mientras la pequeña Fabia, de 3º de Primaria, se maneja más con los libros y cuadernos cuadriculados de toda la vida. La videoconferencia le está permitiendo a este estudiante de Secundaria continuar sus clases de tuba en el Conservatorio Profesional de Música de la capital aragonesa, a las que dedica algunas tardes.

Y las videoconferencias han sido también la solución tecnológica para que Pablo Espona Abad pueda continuar con las sesiones de batería y piano en la Escuela Municipal de Música de María de Huerva. "Pongo el ordenador al lado del amplificador y subo el volumen para que se escuche bien, así no me olvido de tocar y repaso algunas canciones", dice este alumno de 6º de Primaria del centro Val de la Atalaya de la localidad zaragozana. El curso que viene empezará Secundaria en el instituto Miguel Servet de Zaragoza. No sabe si podrá vivir la tradicional fiesta de graduación para despedirse de su colegio, "no es lo más importante", pero le preocupa más "aprobar" y sobre todo poder volver al colegio ver a sus amigos y "salir a la calle".

"Los profesores envían a mis padres al comienzo de la semana un listado de las tareas y 'links' para que no todo sea libro. Mola bastante", explica sobre cómo está siguiendo el ritmo de las clases. A su tutora le mandó un correo electrónico explicándole lo que hacía estos días y le hizo "mucha ilusión" cuando esta le respondió. Sus padres han adaptado algo el horario para que madrugue algo menos de lo habitual y aunque no le gusta estar encerrado, reconoce la ventaja de poder jugar un poco a la consola cada día, algo que tiene prohibido en circunstancias normales. 

Pablo Espona
Pablo Espona continúa estos días las clases de batería por videoconferencia.
Familia Espona Abad

¿Algún examen en estos días? "No creo que nos pongan un examen porque no se fían de que no tengamos el libro debajo de la mesa, nos tendrían que vigilar demasiado", contesta con una sinceridad apabullante. Hijo único, y aunque tiene un pequeño jardín en el que sale a "tomar algo el sol y echar alguna canasta de baloncesto", sí que echa de menos "tener algún hermano para poder jugar más entre nosotros". 

Un clásico antes de la Semana Santa son las notas de la segunda evaluación. Algunos centros educativos ya la habían terminado antes de que se cerraran los colegios y otros, siguiendo las instrucción de Educación, han completado las calificaciones con la información disponible de sus alumnos hasta el 14 de marzo. En cuanto a los deberes para estas insólitas vacaciones, desde la Administración se recomienda que "no sean de carácter obligatorio" ni tengan un "carácter curricular", sino que se favorezca la actividad lúdica. Para ello pone a disposición de los progenitores el recurso 'La escuela sigue... en casa', una página que propone actividades que se pueden llevar a cabo en estas jornadas festivos.

Los centros ya empiezan a prepararse por si la cuarentena se prolonga más allá del final de la Semana Santa o las clases no se reanudan. "Estos días antes de empezar la tercera evaluación estamos haciendo pruebas para grabar clases o intentar hacer clases 'online' a través de alguna plataforma, también nos estamos planteando cómo llevar a cabo exámenes", explica Alicia Echeverría, tesorera de la Asociación de Equipos Directivos de Infantil y Primaria (Aedipa) y directora del colegio público San Jorge, de Herrera de los Navarros. Más allá del regreso lectivo a las aulas, plantea que también habrá que pensar en un "retorno emocional" que también puede ser "muy duro" en aquellos sitios donde la pandemia se haya cobrado la vida de personas cercanas.

Eva Bajén, directora del IES Cinco Villas, de Ejea de los Caballeros, y presidenta de la Asociación de Directores de Instituto de Zaragoza (Adizar), tiene claro que los docentes cuentan con "muchos indicadores" para valorar el rendimiento de los alumnos en un hipotético tercer trimestre a distancia. "A través de las tareas y actividades que llevan a cabo se puede realizar una valoración del rendimiento, de la constancia, del interés y del trabajo conociendo las circunstancias particulares de cada alumno y de su familia", opina. Asegura que el objetivo tras la Semana Santa no tiene que ser necesariamente "terminar los temarios" sino "reforzar lo que se ha visto", concluye. No es el fin del mundo, lo importante es crear un hábito de trabajo y los contenidos son recuperables en cualquier momento.

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