Coronavirus

Selectividad 2020: la generación que sueña... con volver a clase

Los alumnos de 2º de Bachillerato tratan de encajar el confinamiento y preparan una EVAU que se retrasa, en principio, tanto como dure la cuarentena.

Cecilia, durante uno de sus momentos de estudio en cuarentena.
Cecilia, durante uno de sus momentos de estudio en cuarentena.
Heraldo

Algunos estaban despejando una ecuación matricial. Otros, absorbiendo y comparando las cosmovisiones de Descartes y Nietzsche. Probablemente muchos de los que hoy cursan 2º de Bachillerato recordarán dentro de unos años qué estaban haciendo cuando se enteraron de que la pandemia de coronavirus obligaba a decretar el estado de alarma. Y a retrasar la selectividad. Justo en este año, justo en el curso que les tocaba a ellos pasar por el trance de las pruebas de acceso a la Universidad, ese puñado de días que condensa el esfuerzo de todo el curso y el sueño de entrar en Magisterio o Medicina se plasma sobre unos folios en blanco.

Quién les iba a decir a ellos, chicas y chicos con la energía propia de quien camina entre los 17 y los 18 años, que su único deseo a finales de marzo sería estar en clase, sentarse en el pupitre y anotar en el cuaderno la retahíla de definiciones, fechas y fórmulas planteadas por sus profesores. “Pensábamos que nunca echaríamos de menos el instituto. Pero la verdad es que lo único que queremos es volver, recuperar la normalidad y poder prepararnos a conciencia para la EVAU”, cuenta Cecilia Gonzalo, estudiante de segundo curso de Bachillerato en el instituto Miguel Servet de Zaragoza.

La joven se lo toma con resignación el momento que le ha tocado vivir y trata de aplicarse en los estudios desde casa: “Los profesores apelan a nuestra responsabilidad y están muy pendientes de nosotros. Aunque en algunas materias complejas, como en Física, se echa de menos la pizarra, en la mayoría estamos pudiendo seguir las explicaciones a través de las plataformas digitales que han puesto a nuestra disposición. Nos mandan ejercicios, hojas de teoría… y, cuando surgen dudas, cada profesor responde de inmediato. En las asignaturas como Literatura o Historia quizá es más sencillo seguir las clases, aunque para los análisis sintácticos están haciendo falta teleconferencias”.

Otros estudiantes no lo están llevando tan bien. Javier Gómez piensa que “no es lo mismo para nada ir a clase que tener que atender desde casa, no es nada fácil en algunas asignaturas porque no puedes levantar la mano con cada duda. Al final, te puedes quedar atrás con cualquier despiste”. Afirma que, en su caso, hay profesores que “tardan en responder”, lo que hace que “los que normalmente no sacamos tan buenas notas como otros nos estemos perdiendo”. Javier es de la opinión, como algunos colectivos estudiantes, de que la EVAU debería no celebrarse y que la nota que contase para acceder a la Universidad fuese la media de Bachillerato. Por el momento este es un extremo que no se baraja y lo más probable es que, simplemente, “se retrase tanto tiempo como dure la cuarentena”, recuerda Teresa Hernández, presidenta del sindicato de profesores ANPE, entrando las pruebas en el mes de julio. Las nuevas fechas podrían acordarse este miércoles en la Conferencia de Educación telemática que reunirá a la ministra de Educación, Isabel Celaá, con las comunidades autónomas.

Los profesores, ‘a muerte’ con sus alumnos

Al otro lado de los ordenadores y tablets están los docentes, entre quienes la noticia del confinamiento y el retraso de la EVAU “cayó como una bomba”, según cuenta Begoña Cavero, profesora de Historia de la Filosofía y jefa de estudios adjunta de Bachillerato en el instituto Ramón y Cajal de Huesca: “Aquel día se generó un gran revuelo. Como jefa de estudios, pasé por todas las clases para tranquilizar a los alumnos y para explicarles que, en la medida de lo posible, las medidas que se adoptasen siempre serían en su favor”.

Si los alumnos han tenido que cambiar sus rutinas, los profesores han tenido que hacerlo multiplicado por 25 ó 30. “Una vez en casa, nos pusimos a trazar un plan de trabajo y a establecer tareas de estudio. Para las asignaturas más teóricas hemos hecho planes quincenales, que según parece tendrán que replantearse para otra quincena. Para solventar las dudas que les surgen nos conectamos mediante videoconferencia y, si es necesario, recurrimos a grabaciones de audio o a cualquier solución que tengamos en nuestra mano. No queda otra que estar a muerte con ellos, conectados casi 24 horas al día. El sábado a las 23.00 estaba recibiendo tareas de mis alumnos”.

Una de las herramientas de la enseñanza que no se están pudiendo emplear es el examen. “No hay manera de hacer una vigilancia, pero tampoco lo echamos de momento en falta. De momento estamos trabajando para terminar los programas de las asignaturas desde el punto de vista teórico y práctico y abordando las materias de forma teórica y práctica. Hay que tener en cuenta que ya habían avanzado dos tercios del curso, hay que tener quietud, calma. Ya hay mucho avanzado”, recuerda la docente.

5 consejos para estudiar en cuarentena

La profesora Begoña Cavero apela a la “autonomía intelectual” de los jóvenes y les recomienda cinco pautas para no perder la comba de los estudios durante el período de confinamiento.

  1. Seguir el horario escolar. Lo ideal es mantener la rutina previa a esta crisis. Levantarse a la misma hora, arreglarse y vestirse (ojo a la tentación de estudiar en pijama) y seguir el cuadrante semanal de asignaturas.

  2. Descansar. Igual que es importante seguir a el horario de clases, lo mismo ocurre con los descansos entre una materia y otra. Lo mismo por la tarde, después de comer, cuando una pequeña reunión familiar viene bien para compartir las inquietudes de cada uno.

  3. Un poco de ocio. Es bueno sacar un rato para esa actividad que a cada uno le ayuda a desconectar: leer una novela, tocar un instrumento… También hay que hablar con los amigos ya sea por videollamada, Whatsapp u otros medios.

  4. No hay que quedarse quieto. Aunque no se permita echar un partidillo con los compañeros, siempre se puede seguir una tabla de ejercicios o de estiramientos en casa. El deporte ayuda a relajarse y a concentrarse a la hora de retomar los apuntes.

  5.  Informarse de la crisis, pero lo justo. Mantenerse al tanto de la actualidad es bueno y deseable, pero no hay que obsesionarse, pues se corre el riesgo de tener ansiedad.

Salou, tan cerca, tan lejos

Pocas cosas se asocian tanto al fin del Bachillerato y a los prolegómenos del período universitario como la semana que cientos de jóvenes aragoneses comparten con sus amigos en Salou. Para la mayoría es su primera escapada lejos del calor paternal. Muchos de los que están preparando los exámenes, como el caso de los estudiantes entrevistados para este reportaje, ya habían reservado sus pisos, y ahora tratan de reformular sus vacaciones. 

"Hace tiempo que acordamos el alquiler y que hicimos el pago, y mucho nos tememos que vamos a dar por perdido ese dinero", lamenta Cecilia, quien en cualquier caso sabe que este es un problema secundario. Los chavales están atentos a las noticias sobre la nueva convocatoria para volver a lanzarse a por los apartamentos en alquiler y cumplir, como la norma no escrita manda, con las jornadas festivas en la costa.

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