Coronavirus Aragón: Los cooperantes sanitarios de un programa del Servet regresan de Malaui

Tres pediatras residentes y otros tres enfermeras del hospital Miguel Servet regresaron este jueves de Malaui, donde participaban en un programa de cooperación. "El coronavirus ha truncado el trabajo de nuestros equipos y hemos tenido que repatriarlos dada la inseguridad que se está generando en todo el mundo", explicó la doctora Carmen Ferrer que dirige del programa.

Una de las residentes de enfermería, Andrea Paúl, lamentó el haber tenido que tomar esta decisión: "Es una pena porque estábamos muy ilusionados con todo el trabajo que estábamos haciendo". Ellos aportan nuevas técnicas para tratar a los niños, mientras que aprenden más sobre el tratamiento y cuidado de menores con enfermedades infecciosas muy graves. Cuando el 29 de febrero llegaron a Lilongüe, capital del país, no se imaginaban que en 20 días la situación habría cambiado tanto. "Hemos sentido mucha impotencia", subrayó, al mismo tiempo que recalcó que estaría encantada de poder volver cuando la situación mejore.

Para el regreso contaron con el apoyo del Salud y otros profesionales que les garantizaron toda la seguridad posible. "Hemos estado muy apoyados", recalcó Paúl, quien tuvo que coger dos vuelos y un tren hasta llegar a Zaragoza. "El mayor miedo era llegar a Europa, pero no hemos tenido problemas en ningún momento", dijo.

Sin vuelos desde Ecuador

Laura Clemente, una enfermera de Cella de 22 años, está bloqueada en Guayaquil (Ecuador) a la espera de encontrar un vuelo en avión para regresar a España con los restantes miembros de una expedición de 63 sanitarios españoles que viajó al país sudamericano para participar en una campaña de mejora de la salud. El programa de trabajo, previsto para todo el mes de marzo, se canceló de forma precipitada por la aparición del coronavirus en Ecuador y a vuelta de Laura se está complicando porque desde el Ayuntamiento de Guayaquil impidieron el aterrizaje de un avión de Iberia que se disponía a recoger a los españoles para partir este viernes rumbo a España.

La turolense espera que las negociaciones entre el Consulado de España en Guayaquil, Iberia y la alcaldesa de la ciudad ecuatoriana fructifiquen y que un avión pueda traerla de vuelta a casa, pero admite que ni ella ni sus compañeros españoles tienen “nada asegurado”. Mientras, su padre, Joaquín Clemente, no puede ocultar su inquietud a la espera del regreso de Laura.

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