cultura
La biblioteca de Aragón dispara su demanda digital
Las peticiones de alta para el préstamo de obras electrónicas crecen desde el inicio de la cuarentena: 160 solicitudes más en solo dos días. Es un buen momento para seguir leyendo, eso sí, en tabletas, teléfonos inteligentes y ordenadores personales.
Que ningún buen lector se preocupe. Si no le dio tiempo a devolver el libro que estaba leyendo a la biblioteca antes de que se declarara el estado de alerta, no va a ser multado. Al contrario, que lo relea, que lo disfrute y, si quiere, que eche mano de los fondos digitales de las bibliotecas públicas que estos días incrementa su oferta y demanda, eso sí, de forma electrónica.
Las bibliotecas públicas son una vía de escape para quienes están confinados en sus viviendas y desde el Gobierno de Aragón informa de que durante este pasado fin de semana ha habido 160 peticiones de alta en la plataforma http://aragon.ebiblio.es
“Mientras no se declaró el estado de alarma, se mantuvieron los buzones abiertos para la devolución de libros. Pero ya se han cerrado desde el pasado lunes porque la gente ya no sale a devolver. En cualquier caso, se ha ampliado el plazo de los libros que estaban prestados de forma automática y la biblioteca ya comunicó a través de su web que nadie será sancionado por el cierre”, informan desde el departamento de Cultura.
La llamada ‘eBiblio Aragón’ es un servicio de préstamo de libros electrónicos a través de internet, que la Red de Bibliotecas de Aragón pone a disposición de los ciudadanos que, eso sí, deben ser previamente socios de alguna biblioteca perteneciente a dicha red. En esta plataforma se puede acceder al catálogo de libros para poder leerlos en tabletas, teléfonos inteligentes, ordenadores personales o lectores compatibles con DRM de Adobe. También se puede acceder a los libros prestados a través de la aplicación de móvil eBiblio, que está disponible para iOS y Android.
Pero, ¿qué clase de títulos pueden encontrarse? Echando un vistazo rápido al portal, se comprueba que hay tanto novedades editoriales como clásicos de toda la vida. Parece que en Aragón tiramos de autores de la tierra y, por ejemplo, ‘Alegría’ de Manuel Vilas (premio Planeta 2019) es uno de los más solicitados. Le siguen al acecho ‘Cuídate de mí’, de María Frisa, y ‘El número de Dios’, de José Luis Corral. La oferta también se nutre de novelas gráficas, una pestaña especial para el cómic, libros de literatura infantil e, incluso, algunas revistas de préstamo. “También hay audiolibros, obras en inglés, títulos generales sobre ciencia, libros de autoayuda y desarrollo personal, ficción orientada al público juvenil, poesía, teatro...”, explican. Por haber, hay incluso guías de viaje, aunque no corran tiempos propicios para hacer turismo...
Asimismo, entre los clásicos, pueden hallarse algunos de los libros que más interés están despertando estos días. En las redes se ha hecho mucha campaña con ‘El jinete pálido’, de Laura Spinney, que narra los estragos que causó de la llamada ‘gripe española’ allá por 1918. La escritora Irene Vallejo, que acaba de publicar el muy recomendable ensayo ‘El infinito en un junco’, recordaba estos días por Twitter algunas clásicas obras que también están relacionadas con pandemias. Desde ‘La historia de Tucídices’ hasta ‘El húsar en el tejado’, de Jean Giono’ o algunas ficciones más oscuras como ‘La máscara de la muerte roja’, de Edgar Allan Poe.
A nivel nacional, otros autores también recomiendan pasar estos días dando una oportunidad a esas novelas voluminosas que nunca llegamos a terminar (a veces ni se pasaba del primer capítulo) como 'El Quijote', 'Guerra y Paz', 'Los miserables', 'En busca del tiempo perdido' o los 'Episodios nacionales' de Galdós, que retrató a la perfección la sociedad española del siglo XIX. En las bibliotecas ‘online’ también se apuesta por clásicos más recientes como 'Cien años de soledad', ya inmortal de García Márquez, y '2666', de Roberto Bolaño.
