coronavirus

Nacer en estado de alarma

Los partos siguen celebrándose casi con total normalidad. No hay visitas, pero sí muchas dudas por parte de las madres que están a punto de dar a luz.

La superfetación consiste en quedarse embarazada durante un embarazo
El confinamiento ha sorprendido a muchas mujeres embarazadas. 
Pixabay

Irene es madre desde hace unos días. Casi a la par que su hija veía la luz por primera vez, todo el país se confinaba en sus casas. "Nuestra bebé casi no ha visto a sus abuelos, nadie ha venido a darnos la enhorabuena. Hemos vivido en soledad los momentos más felices e importantes de nuestras vidas", confiesa esta madre primeriza. No obstante, es consciente de las medidas necesarias que se han tomado: "Entendemos y respetamos la decisión, pero esto no obsta a que nos ha supuesto una pena y un dolor enorme".

"Es como si mi hija hubiera nacido en una situación de guerra"

"Es como si mi hija hubiera nacido en una situación de guerra, tenemos que luchar por protegerla y esconderla. Está siendo muy duro", reconocen. "Tengo la esperanza de que esta situación apocalíptica pase pronto y podamos a salir a la calle, que mi hija pueda ver el sol, recibir el cariño de toda la gente que le quiere -continúa- de poder decirle que nació el día que en España se declaró el estado de alarma y es una superviviente más como todos".

El caso de Irene y su pareja es un ejemplo de lo que ha supuesto ser padres en este contexto. Una situación similar a la que se encontró Rebeca unos día antes. "Todavía no era como ahora y no estaban las medidas de contención de esta semana, pero ya se tomaban indicaciones", señala.

Las visitas a la habitación, que no se comparte, están restringidas a un acompañante y es necesario lavarse las manos y desinfectarse con el gel de la puerta. "Hacían mucho hincapié en esas medidas para que nosotras y los bebés estuviéramos seguros", añade Rebeca, que aplaude el tratamiento del personal, tanto en dilatación como en paritorio. Para evitar el contagio cada detalle cuenta: "Insistieron que tuviéramos mucho cuidado con los teléfonos móviles, que llevamos siempre en la mano y no somos conscientes pero pueden estar infectados".

Su pequeña ya tiene una semana y este lunes acudió a la primera revisión. "Llamamos al pediatra por si se suspendía, pero no". A la entrada del centro de salud se encontraron con un triaje y les preguntaron dónde iban. "El pediatra nos atendió con mascarilla y me señaló que esta consulta era de las más importantes, de las más largas, pero dada la situación iba a mirar lo justo para tener el mínimo contacto". El facultativo le resolvió las dudas, de hecho, le indicó que en otro contexto, tal vez podía haber recurrido a un grupo de apoyo a la lactancia, pero que en esta situación era imposible.

Las urgencias de embarazadas en el Hospital Infantil de la capital aragonesa se han reducido entre un 30 y 40%, según apunta Sergio Castán, Jefe del Servicio de Obstetricia del centro médico "porque las pacientes filtran". Los partos siguen la misma rutina, ya que no son intervenciones programadas, aunque se ha diseñado un protocolo en caso de que una paciente tuviese coronavirus. Consta de dos circuitos que garantizan el aislamiento: "El primero es para las embarazadas que han dado positivo en COVID-19, pero que no precisan de atención por su condición de gestación. Y por otro lado las que lo tienen o se sospeche y están de parto". Esto no se ha dado todavía en Aragón, a diferencia de otras comunidades autónomas, como Madrid o País Vasco.

¿Qué pasa si se dan estos supuestos? En el primero de ellos, la atención sería en el Miguel Servet, como cualquier otro adulto. El procedimiento es diferente en el segundo: "Una vez nazca, se capa el cordón umbilical y se le quita a la madre, de tal forma que no se pueda contagiar el pequeño". En ese momento la madre ingresaría en el hospital general y el recién nacido en el infantil.

"Entre el 40 y 45% de las consultas se realiza por teléfono para evitar el desplazamiento de la madre y las aglomeraciones"

Además de en el parto, también se han establecido controles en las consultas previas, intentado evitar muchas de ellas, las que no son necesariamente presenciales. "Se ha reducido notablemente el número, entre el 40 y 45% se realiza por teléfono para evitar el desplazamiento de la madre y las aglomeraciones. Todo depende del periodo de gestación", apunta Castán.

Una mujer embarazada realiza clases telemáticas para cumplir con el confinamiento.
Una mujer embarazada realiza clases telemáticas para cumplir con el confinamiento.
Heraldo.es

En esa situación se encuentra Sara, que sale de cuentas dentro de tres días. "Cuando estás en la recta final del embarazo, cuando se supone que tienes que estar más tranquila y relajada, nos encontramos con esta situación de confinamiento en nuestras casas", lamenta. La preocupación está latente: "La cabeza te da mil vueltas". A esta futura madre, como a tantas otras, le han cancelado las clases de preparación del parto en su centro de salud, sin embargo, ha optado por el servicio telemático de Mamifit, donde ha encontrado un apoyo junto a otras embarazadas.

Las hermanas Mason de Zúñiga, María y Natalia, durante su embarazo.
Las hermanas Mason de Zúñiga, María y Natalia, durante su embarazo.
Heraldo.es

Natalia Manso de Zúñiga está en la semana 36 de gestación y reside en Ansó. El confinamiento comenzó cuando tocaba una asignatura que a Natalia le suscita muchas dudas: la lactancia. La comadrona le atiende por teléfono y en el Hospital de Jaca le han cancelado algunas pruebas que eran prescindibles. A unos cuántos kilómetros, en Zaragoza, se encuentra su hermana María, en su caso embarazada de 35 semanas. Ella muestra optimista, pero con "preocupación" por el momento que está tocando vivir. Ocupa el tiempo con las clases a distancia. Aunque en principio todavía quedan unas semanas para el alumbramiento, María ya piensa en el día que nazca su primera hija: "No sé cuándo conocerán a la niña el resto de la familia". Ambas hermanas han tenido que comprar 'on line' desde que están confinadas los últimos preparativos. En el caso de Natalia la bañera de Vega y María ha comprado pañales para Jimena.

"¿Quién te ha invitado virus?"

Marina, en su séptimo mes, se pregunta: "¿Quién te ha invitado virus? No podías dejarme disfrutar de una primavera soleada haciendo vida normal ya que no me puedo permitir cogerme una baja por maternidad?". Es autónoma y tiene trabajadoras a su cargo, además se dedica al mundo de la educación, así que la noticia del cierre de los colegios y las guardarías le obligó a bajar la persiana de su centro infantil. "Fue un vaso de agua fría", sentencia.

Esta futura madre no oculta su "incertidumbre" y "algo de miedo" si contrajese el coronavirus. Relata que en las citas médicas le han atendido con la prudencia necesaria. "El viernes tuve matrona, este martes tocógolo y el miércoles la prueba de la curva larga en el Hospital Miguel Servet", cuenta. Sin embargo, también va a eludir alguna cita: "Para los resultados la próxima semana, el tocólogo me atenderá vía telefónica para evitarme asistir a consulta". Este martes también acudió al médico María, una chica que afronta su semana 30, para ponerse la vacuna de la tosferina. "En el centro de salud seguían el protocolo para que los pacientes y sanitarios estuvieran seguros", resalta.

Más dudas le asaltan a la mamá de Valeria, una niña que nacerá pronto. "La semana que viene tengo la ecografía de las 35 semanas y me tengo que hacer análisis en el Servet, en otro momento estaría deseosa de poder volver a ver a mi bebé, pero ahora me vienen las dudas. ¿Estaré segura? ¿Me podré contagiar más fácilmente?".

Esta madre primeriza está embarazada de 34 semanas y vive con "angustia", ya que se le han cancelado otras citas. "He de reconocer que esta situación me desborda en algunos momentos, no ir todo lo preparada o con todos los conocimientos que yo pensaba al parto y sobre todo no saber si cuando nazca Valeria esto seguirá o estaremos peor. Si mi familia podrá venir a conocerla, sobre todo los abuelos genera bastante angustia y tristeza".

Alba Puértolas en una clase de preparación al parto telemática.
Alba Puértolas en una clase de preparación al parto telemática.
Heraldo.es

Videoconferencias para preparar el parto

"Debido al COVID-19, hemos decidido cerrar la consulta, y digo decidido porque nadie nos ha dicho si tenemos que hacerlo o no, teniendo que parar todos nuestros tratamientos, incluidos los de las mujeres embarazadas". Ese es el testimonio de Alba Puértolas, fisioterapeuta especialista en suelo pélvico y pediatría. Su establecimiento está cerrado, pero la actividad continúa en casa.

¿Cómo lo hace? "Explico a sus parejas vía online como hacer el masaje perineal en casa, así como las clases de ejercicio físico para embarazadas las impartimos vía online también", sostiene Puértolas, que forma parte del equipo de Mamifit en Zaragoza. Por vídeo y por WhatsApp recibe las preguntas de sus clientas. “Intentamos acompañar en todo lo que podemos a las embarazadas y más en estos momentos que tan difíciles están siendo para ellas". "Así entre todos intentamos vencer estas circunstancias, pensando más en los demás y en ayudar, que en lo que como empresaria y autónoma se me viene encima", concluye.

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