COVID-19
La agroalimentación pide a la sociedad "una actitud responsable" en las compras
Agricultores y cooperativas llaman a la calma e insisten en que no hay riesgo de desabastecimiento.
Tras el descanso dominical, los comercios de alimentación volverán a abrir este lunes sus puertas, porque estos establecimientos, junto con estancos, farmacias, peluquerías y tintorerías son los únicos que pueden levantar la persiana durante los quince días que, en principio, estará en vigor el estado de alarma. Pero, para evitar que vuelvan a producirse compras compulsivas o aglomeraciones a las puertas de los establecimientos, todos los agentes de la cadena alimentaria volvieron a hacer este domingo un llamamiento a la calma porque, como insistieron, todo el sector agroalimentario trabaja sin descanso para garantizar el abastecimiento de alimentos.
"No hay riesgo de desabastecimiento. No hay riesgo de cierres de comercio de alimentación, ni ninguna medida que impida comprar en los próximos días", señalaron desde la cooperativa de Zuera (Zaragoza) en un comunicado oficial dirigido especialmente a sus socios y clientes.
Desde la cooperativa, como lo están haciendo reiteradamente el resto de los sectores de la cadena alimentaria, se pide a los ciudadanos que mantengan "una actitud responsable en los supermercados", porque, insiste la entidad, el abastecimiento está garantizado. "El riesgo está siendo la propia compra exagerada que contribuye a incrementar la histeria", señalaron sus responsables.
La cooperativa de Zuera, como todas las que existen en la Comunidad, aseguró ayer que mantendrá sus servicios básicos, entre ellos los suministros agrícolas, los gasóleos y la fábrica de piensos. Porque los que no se quedan en casa son los agricultores y ganaderos, ya que, como recordaban en sus protestas ahora aplazadas por el coronavirus, de lo que produce el campo come la ciudad.
Por eso, está garantizada la entrada y salida de trabajadores de las explotaciones agrícolas y ganaderas hacia y desde una zona de movimientos restringidos. También se asegura la entrada de materias primas y piensos así como la salida de animales. Y si se produjera el contagio de un ganadero o un miembro de su familia "se pedirá a la autoridad competente que se faciliten las condiciones para que la granja pueda seguir siendo operativa", recordaron las organizaciones agrarias.
