sucesos 

Despliegue policial en Zaragoza para un permiso carcelario de dos horas

La Audiencia Provincial autorizó a Manuel O.L., un interno acusado de quemar el piso donde dormía su exmujer y sus dos hijos, para visitar a su madre en el barrio de Torrero

Varios vecinos de la calle de Francisco Izquierdo observan el piso en el que se produjo el incendio.
Varios vecinos de la calle de Francisco Izquierdo observan el piso en el que se produjo el incendio.
T. Galán

Cuando el barrio de Torrero estaba en plena ebullición con la salida de los colegios el pasado viernes, los vecinos se encontraron con un gran despliegue policial porque la Audiencia de Zaragoza había autorizado un permiso extraordinario para el pirómano Manuel O.L., un preso preventivo en Daroca, para visitar a su madre minusválida que va en silla de ruedas.

El acusado de quemar el piso donde dormía su exmujer y dos hijos pequeños de 5 y 9 años, que se enfrenta a 29 años de cárcel en un juicio que se celebrará en mayo, presentó un informe médico de la salud de su madre para poder salir de la cárcel y verla en su domicilio. Fue la segunda vez que se lo han permitido los magistrados de la Audiencia de Zaragoza, pero es la primera vez que se conoció por la hora en la que ocurrió a primeras horas de la tarde.

En la calle Parellada 

Al furgón de la Guardia Civil, que lo trasladó desde la prisión de Daroca se sumó también otros coches policiales ante la peligrosidad del interno cuando llegó a la calle Pablo Parellada, en el alma del barrio Torrero-La Paz. Tenía la posibilidad de estar dos horas en el domicilio de su madre, María del Carmen L. L., una mujer conocida ya por la Policía porque tienen antecedentes por tráfico de drogas a jóvenes, cuando la detuvieron en 2006.

Esta salida de la prisión de Daroca que desconocía su exmujer, que fue escoltada estrechamente varios días por agentes de la Policía Nacional hasta que fue arrestado Manuel O. L. por los hechos ocurridos la madrugada del 22 de agosto de 2017, le provocó bastante inquietud a la víctima porque cuando lo reconocieron varias vecinas en el barrio la avisaron.

Fuentes jurídicas señalaron que el permiso extraordinario autorizado por la Audiencia de Zaragoza era perfectamente legal y el gran control policial era ajustado a la visita permitida. Pero el preso está en el módulo 1 de Daroca, con los más peligrosos, y creen que podrían mitigar el miedo de la víctima con un aviso oficial, por si acaso. La noche que ocurrieron los hechos, el acusado envió correos así: "La he quemado viva", "he liado una que no veas" o "lo planeé muy bien". 

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