Podemistas críticos inician el debate para redefinir el partido en mayo en la asamblea ciudadana autonómica de Aragón

Una semana después de que el Círculo Ciudadano de Aragón votara a favor de adelantar a mayo la asamblea que renovará la estructura orgánica del partido en la Comunidad, militantes críticos, entre los que figuran las diputadas Erika Sanz e Itxaso Cabrera, siguen avanzando en el diseño de un proyecto alternativo. El pasado sábado se reunieron unas 40 personas de "distintas sensibilidades" en el centro cívico Estación del Norte de Zaragoza para debatir en torno a ‘El Podemos que queremos’, una iniciativa que busca volver a "la esencia" de la formación.

Llegaron simpatizantes de Zaragoza, Huesca y Teruel, y se pretende llevar el debate al territorio. Todo surge "de las bases" como respuesta a la falta de explicaciones tras los resultados electorales del 26-M. "El tono fue positivo y dialogante. No se debe partir de una postura cerrada, y por eso se siguen recogiendo aportaciones", advirtió Sanz.

Algunas propuestas figuran ya en el blog ‘El Podemos que queremos’, que cuenta con el apoyo de una veintena de militantes entre los que, además de Sanz y Cabrera, están José Antonio Fatás, Pepe Racaj, Pablo Lluís Pló y Aranzazu Romero.

El objetivo común que se fijan es "revitalizar la democracia participativa y un Podemos Aragón que conserve sus principios, los que atrajeron e ilusionaron a tantas personas". Se muestran muy críticos, en la web, con la última dirección, a la que afean que no haya "ninguna propuesta de análisis ni de futuro" y "solo haya convocado a algunos círculos, excluyendo a los que supone no van a ser afines a sus planteamientos".

"Pluralidad y diálogo", para que las distintas sensibilidades se sientan representadas, son claves para estas bases, que buscan que se impulse "un cambio" en el partido. Sanz explica, además, que el debate se quiere entablar "sin ningún protagonismo". Elude concretar, por tanto, quién estará al frente de la propuesta alternativa.

La Asamblea Estatal (conocida como Vistalegre III) sigue condicionando los plazos, pues de ella surgirán directrices que será preciso extrapolar a los territorios.

Entre los objetivos políticos que se incluyen en ‘El Podemos que queremos’ se aboga abiertamente por la "recomposición de la organización", por la "política excluyente" aplicada por la directiva "apartando a los críticos" de la participación.

Incluso llegan a cuestionar la inclusión del partido en el cuatripartito sin fijar condicionantes previos más contundentes. Plantean que se creen espacios de debate político, que se asegure que las diferentes corrientes de opinión estén representadas, que las decisiones de cierta relevancia se hablen en los órganos de dirección electos y que se establezca un calendario de reuniones periódicas. En los documentos se solicita, además, que los cargos institucionales rindan cuentas, que se establezcan grupos de trabajo y "que la elección o designación de personas para afrontar tareas orgánicas o políticas se base en su capacidad y mérito y no en su sumisión u obediencia fiel a la dirección".