Patrimonio cubrirá el yacimiento árabe romano de Barbastro para preservarlo

Se abrirá en breve el tramo de circulación y se licitará un nuevo proyecto para la travesía de Salas, parado desde hace más de un año.

Recientes desprendimientos de roca del yacimiento sobre la carretera.
Recientes desprendimientos de roca del yacimiento sobre la carretera.
José Luis Pano

La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón soterrará el yacimiento árabe romano excavado en las inmediaciones de la iglesia de las Capuchinas con motivo de ejecución de las obras de la travesía de Salas, paradas desde hace más de un año.

Tras los informes técnicos emitidos por el Gobierno de Aragón, la resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural y la reunión del Ayuntamiento de Barbastro con el departamento de Carreteras de la DGA el pasado jueves 13 de febrero, se establece la necesidad de cubrir el yacimiento para su preservación y el estudio del nuevo trazado para la futura reanudación de las obras, sin descartar definitivamente acciones de excavación.

La resolución de Patrimonio llega ocho meses después de que finalizarán las excavaciones. Desde entonces no se había realizado ninguna acción de preservación de los importantes restos aparecidos, salvos las realizadas por los propios arqueólogos contratados por la empresa adjudicataria de las obras de la travesía. Así importantes restos de la muralla musulmana, que previsiblemente estaría datada en el siglo XVI, los antiguos restos del convento y enterramientos de los Trinitarios, la casa árabe o los restos romanos que obligarían a reescribir los orígenes de la ciudad (hasta ahora atribuida a los musulmanes) se han visto expuestos a la intemperie al expolio y a las inclemencias climatológicas. Las intensas lluvias caídas en enero han provocado brechas en el firme del yacimiento, de tierra arenisca, y hasta se han desplomado grandes rocas sobre el firme de esta travesía que conduce al eje del Vero y que conecta los barrios de San Juan con el Entremuro y Santa Bárbara, generando situaciones de riesgo para conductores y peatones.

El Ayuntamiento ya mantuvo el pasado 20 de enero una reunión con Patrimonio y también con Carreteras para buscar una solución tanto a los restos como al futuro trazado de la travesía.

En los últimos días del pasado mes de enero, la directora general de Patrimonio cultural emitió la resolución final en la que se prescribían una serie de medidas para la conservación del yacimiento arqueológico tras su visita técnica el pasado 20 de enero, en la que se comprobó el estado real de dicho yacimiento. En esta visita se pudo analizar el alto grado de degradación que han sufrido las catas por el paso del tiempo y la erosión provocada por las lluvias y el viento, si bien, el mayor problema de seguridad y conservación vino derivado de la grieta que atraviesa el yacimiento, y no hace sino afectar de manera directa a las medidas de seguridad relacionadas con las obras previstas con anterioridad y tan necesarias para la comunicación por carretera, según informa el Ayuntamiento.

Se comprobó empíricamente el estado de la fisura, su profundidad y su afección al patrimonio arqueológico. Con un tamaño superior a los ochenta centímetros y la opinión de los técnicos de que su extensión podría acentuarse en cualquier momento, resultaba muy peligrosa tanto para la integridad total del depósito como para la seguridad de los trabajadores y viandantes.

Para la conservación efectiva del yacimiento se limpiará la vegetación que cubre su totalidad. Posteriormente, se procederá al cubrimiento de toda su extensión con geotextil en contacto con la superficie y se tapará con una capa de arena de treinta centímetros de media de espesor, concluyendo con el cierre del yacimiento a partir de su tapado absoluto con tierra hasta la nivelación completa del terreno. El geotextil se colocará de forma manual con control y seguimiento arqueológico, y el rellenado se realizará con ayuda de maquinaria ligera igualmente con control y seguimiento también de los arqueólogos, evitando en todo momento la degradación del yacimiento.

Por otra parte, se procederá tanto al desmontaje del sillar que sobresale en voladizo del talud, quedándose acopiado en el yacimiento arqueológico, como al desmontaje de la parte externa del muro que presenta la grieta y que podría suponer su posible caída durante las obras.

Un depósito para los restos óseos

Los restos óseos, hallados en el yacimiento y que cronológicamente se han datado durante la Edad Moderna (procedentes de los enterramientos de los Trinitarios), se reunirán y protegerán en un depósito especial que aúne las condiciones adecuadas de luz, temperatura y humedad para su total preservación. Dicho depósito será colocado en la zona determinada por los técnicos.

Por último, se llevarán a cabo las obras de drenaje necesarias en la franja 4, con el objeto de evitar el encharcamiento permanente de la estructura islámica que apareció en los niveles más bajos del yacimiento, lindante a la carretera y que según los arqueólogos podría ser el arrabal de la zuda.

Un nuevo proyecto de travesía

Visto este informe, tanto con los técnicos municipales como con los de carreteras y en aras de garantizar la seguridad de las personas y el paso de vehículos en ambos sentidos, se ha tomado la decisión de agilizar el tapado, protección y seguridad del yacimiento para, en primer lugar, abrir el paso de vehículos en ambos sentidos e iniciar, por parte del Ayuntamiento y la DGA el procedimiento de licitación de nuevo de la obra con las modificaciones que así se consideren oportunas.

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