zaragoza

Cuatro residencias convierten Pinseque en el municipio español con mayor tasa de mortalidad

El censo de la localidad promedia 34 años, dato que queda desvirtuado con el último ‘Atlas Nacional de Mortalidad’.

Pinseque.
Pinseque.

Pinseque es joven, pero a la vez muy mayor. La localidad zaragozana, a cuyo censo se unen cada año más de medio centenar de recién nacidos, es también el municipio español con más fallecimientos por habitante, según se desprende del Atlas Nacional de Mortalidad en España (Andees), un macroestudio público que tuvo en cuenta cada fallecimiento en territorio nacional entre 1989 y 2014. Según éste, los pinsequeros tienen un 115% más de probabilidades de morir que la media del país. Pese a lo morboso del dato, no conviene encender las alarmas. Detrás se encuentra el hecho de que el término municipal dé cobijo a cuatro residencias de ancianos, lo que también justifica que las principales causas de muerte sean la senilidad, los trastornos mentales orgánicos, el paro cardíaco y el alzhéimer, todas ellas enfermedades íntimamente ligadas a las fases más avanzadas de la vida.

El alcalde, José Ignacio Andrés, sabedor de la peculiar estadística, aclara que "ya hace tiempo que se conoce a Pinseque como el pueblo de las residencias, en las que se instalan muchas personas mayores procedentes que viven aquí o en otros puntos de la provincia". El edil recuerda que "de hecho, dos de estos centros están especializados, precisamente, en trastornos degenerativos, lo que acaba derivando en esa llamativa estadística".

El edil recuerda que el enclave ribereño tiene "una media de edad bajísima, de 34 años"

Entre los indicadores correspondientes a Pinseque destaca el hecho de que también lidere el ranking nacional de muertes por habitante causadas por la osteoporosis y fractura patológica, sea el segundo por infarto agudo de miocardio y por otras enfermedades del corazón, el tercero por causas de hipertensión y el cuarto por dolencias del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos. El edil recuerda, no obstante, que el enclave ribereño tiene "una media de edad bajísima, de 34 años".

Fanlo, la otra cara de la moneda

El patrón se repite en los siguientes municipios de la lista, entre los que se encuentran Osera de Ebro (Zaragoza) e Igriés (Huesca), donde también hay abiertas tres y una residencia, respectivamente. El investigador principal del Andees, Miguel Ángel Martínez, indica que "al principio, al cruzar los datos y hacer la comprobación pertinente, nos sobresaltamos al ver la tasa tan alta de fallecimientos en Pinseque, pero un rápido vistazo a la oferta de geriátricos nos hizo ver la realidad. Sólo hay que fijarse en el tipo de dolencias que derivan en los fallecimientos más habituales". 

En el cierre de la lista se encuentra Fanlo (Huesca), el décimo municipio español donde es ‘más difícil morir’. Curiosamente, entre las causas más habituales de muerte de este pequeño pueblo se encuentran los paros cardíacos, la osteoporosis, los accidentes de tráfico y los tumores. Cabe recordar que, al tratarse de una población con menos de un centenar de vecinos, un par de casos de una enfermedad concreta pueden desviar la estadística.

Cuadrante noreste del mapa de mortalidad en España. Pinseque, en color marrón, destaca en la provincia de Zaragoza.
Cuadrante noreste del mapa de mortalidad en España. Pinseque, en color marrón, destaca en la provincia de Zaragoza.
HERALDO

La ruralidad ‘sana’ la Comunidad

 El análisis del último Atlas de la Mortalidad arroja una lectura positiva para Aragón. "Se trata de una comunidad autónoma rural, con pocos municipios medianos y grandes. Es precisamente en esas áreas rurales donde los indicadores de mortalidad son más favorables y hay menos mortalidad. Se trata de una tendencia que se repite en toda España", indica el investigador principal, el estadístico de la Universidad de Valencia Miguel Ángel Martínez, quien señala que "son los núcleos medianos, que no abundan en la comunidad aragonesa, los que salen peor parados, ya que concentran bastante población pero no gozan de todos los servicios sanitarios de forma inmediata de las grandes urbes". Otro patrón que favorece a Aragón es "el factor norte-sur", que dibuja una gran diferencia entre las regiones más septentrionales y las que están por debajo de Madrid.

La parte negativa de la ruralidad de la Comunidad se concentra en unas pocas dolencias. «Vemos como la osteoporosis y las fracturas accidentales derivadas de caídas tardan mucho en atenderse en los pequeños pueblos. Eso hace que derive en muerte más fácilmente que en ciudad, donde hay más recursos sanitarios. Lo mismo ocurre cuando se registra un accidente de tráfico o similar, pues las ambulancias tardan más en llegar que si éste sucede a unos cientos de metros del hospital más cercano», concluye Martínez.

En las tres capitales de provincia destacan como causas de muerte la osteoporosis, neumonía, enfermedades cardíacas, alzhéimer, enfermedades del riñón y síndrome mielodisplásico.

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