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"Mi hijo no va a clase porque sigue faltando un enfermero en el colegio de Sariñena"

Dos madres denuncian que aún carecen de profesionales sanitarios en los centros escolares para atender a los niños. Educación asegura que todo el personal se ha incorporado y que en casos graves como en el de Los Monegros se están tomando medidas para cubrir la plaza.

Lorena Morcillo con su hijo
Lorena Morcillo con su hijo Gabriel
Heraldo.es

Gabriel Sancho es un niño de Sariñena de cuatro años que sufre una enfermedad neuromuscular congénita (miopatía nemalínica) en grado severo que le afecta a todos los músculos del cuerpo y al sistema digestivo y por la que lleva una traqueotomía. Tres días a la semana acude al centro Aspace de Huesca, donde recibe las terapias motóricas que necesita, y otros dos debería ir al colegio La Laguna de su localidad con el resto de sus compañeros de 2º de infantil. Sin embargo, este curso solo ha podido acudir dos días porque sigue faltando el enfermero que se le ha concedido al centro para que le atienda durante la jornada lectiva.

"El profesional de enfermería todavía no se ha contratado y Gabriel se tiene que quedar en casa, con lo que ello supone para continuar su desarrollo personal e intelectual. Solo un día acudió una enfermera, pero le salió una oferta mejor de trabajo y, lógicamente, la aceptó. A este paso no se va a poder escolarizar", denuncia su madre, Lorena Morcillo.

Morcuillo es consciente de los problemas con los que la DGA se topa para contratar a este tipo de profesionales, pero lamenta las "trabas administrativas" que agravan esta situación. "Había una persona en la lista de espera que era perfecta para esta labor, pero hay un problema de incompatibilidades, porque ya trabaja para el Salud a media jornada. No  entendemos porqué no se ha podido hacer una excepción", lamenta esta madre.

La familia ha llamado a todas las puertas, no solo a Educación, que "cuenta con un amplio informe con toda la patología de Gabriel", sino también a Sanidad y al propio centro de salud de Sariñena. "Hay buena disposición, pero el problema sigue sin resolverse", asegura esta madre que ve cómo su hijo "se ve privado de uno de sus derechos" y  le pregunta cada día cuándo va a poder volver al colegio otra vez.. "Intelectualmente está al mismo nivel que sus compañeros, empezando a aprender las letras y dentro de lo que puedo le ayudo. En  su sociabilidad ha sufrido un retraso y esta situación le está creando una depresión".

Mirella García junto a su familia, entre ellos Lizer, que acude al colegio de educación especial Alborada
Mirella García junto a su familia, entre ellos Lizer, que acude al colegio de educación especial Alborada
Heraldo.es
"Para que Lízer pueda ir al cole estoy con él todo el tiempo en el aula y esto no es la solución"

Lízer Vicente a sus 7 años sí acude diariamente al colegio de educación especial Alborada de Zaragoza. Pero para ello su madre Mirella García, vicepresidenta de la la asociación Somos Pera (Personas y Enfermedades Raras de Aragón), no se separa de él en el aula. Lízer convive con una encefalopatía epiléptica catastrófica aún sin nombre, por la que sufre una media de 5 o 6 crisis epilépticas diarias y lleva oxígeno por la desaturacion que conllevan estos episodios. Por ello necesita un enfermero que le atienda continuamente.

"El informe de paliativos pediátricos del Hospital Infantil señala que tiene que haber con él una personas las 24 horas del día. Inspección me permite estar en el colegio todo el tiempo, pero esta es una solución temporal. Estoy muy agradecida a los colegios que trabajan con mi hijo y a la dirección, que hace todo lo posible por reclamar a los profesionales que faltan", subraya Mirella. 

Su caso, como el de otras familias afectadas por la falta de fisioterapeutas y enfermeros en los centros escolares, está también en manos del Justicia de Aragón. Más allá de su dura realidad personal, Mirella critica que Educación no ha cumplido con su compromiso de contratar a todos los enfermeros y fisioterapeutas que se precisan y que estaban concedidos tanto en los colegios de educación especial como en los ordinarios. "Simplemente ha hecho un parcheo. En el Alborada, por ejemplo, no ha cubierto la reducción de jornada de la enfermera titular. Así que hay dos enfermeras pero no a jornada completa, porque la segunda está 30 horas y no 37. Hay dos horas en las que una de ellas se queda sola para un centenar de niños", describe.

Una queja que comparte Felipe Valdivia, uno de los portavoces de la plataforma de madres y padres de niños con discapacidad afectados por la falta de personal no docente en los colegios públicos de Aragón ‘Con ayuda conseguimos la luna’. "Gran parte del problema se ha resuelto, pero de una manera apresurada y chapucera, porque ha habido un recorte de las prestaciones que estos niños ya tenían", añade Valdivia. 

"Los fisioterapeutas se han contratado por menos horas y los padres tenemos que cubrir este déficit de nuestro bolsillo recurriendo a profesionales privados", concreta. Otra "arbitrariedad" que reprocha a la Administración es que a estos trabajadores no se le paguen los desplazamientos cuando tienen que ir de un colegio a otro. Familias de esta plataforma están estudiando la posibilidad de emprender acciones judiciales por este tema.

Las familias afectadas se concentraron en la plaza de España el pasado noviembre para reclamar soluciones
Las familias afectadas se concentraron en la plaza de España el pasado noviembre para reclamar soluciones
Toni Galán

69 profesionales sanitarios en los centros educativos aragoneses

Desde Educación de la DGA aseguran que todo el personal sanitario tanto en educación especial como en los ordinarios está incorporado a su centro. Este personal, explica, comprende los 45 profesionales de enfermería y fisioterapeutas que componen la plantilla estable del Departamento, mayoritariamente de educación especial, ya que en centros ordinarios se concede el recurso en casos excepcionales y de especial gravedad. 

Este curso son 24 los profesionales, valoradas las solicitudes y necesidades de los centros de todo tipo, que se ha consideraddo necesario integrar en la plantilla (frente a 21 del curso anterior), que se suman a esos 45 fijos. Por lo tanto, en total, son 69 los profesionales sanitarios que existen este curso en los centros educativos aragoneses.

Sobre el caso concreto de Sariñena, Educación aclara que no había bolsa de empleo y que se ha hecho una oferta en el Inaem para poder cubrir la plaza ante la renuncia del profesional que se designó.

Además, Educación y Hacienda del Ejecutivo autonómico han formalizado un contrato programa, que se crea para dos años con esas 24 dotaciones, "reconociendo la necesidad de contratación de estos profesionales más allá de este curso, porque se entiende que va a ser una necesidad que se prolongue en el tiempo, en función de las peticiones de los centros y de las familias, de manera que se garantice su cobertura".

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