educación

Humanizar a adolescentes activando a los más mayores, una iniciativa del IES de La Puebla de Alfindén

Un grupo de alumnos del instituto de La Puebla de Alfindén colabora con la residencia de la localidad zaragozana para mejorar el estado físico de sus mayores.

Alumnos del IES de La Puebla de Alfindén colaboran con la residencia para mejorar el estado físico de sus mayores.

"Los adolescentes de hoy en día han perdido la empatía, se están deshumanizando". Raquel Val, profesora de Educación Física del IES La Puebla de Alfindén, ha diseñado un proyecto conjunto con la residencia de la tercera edad Albertia El Moreral para que los alumnos de bachillerato de la localidad "pongan en práctica la asignatura en la vida diaria".

Este proyecto, definido por Raquel Val como "muy entrañable”, comenzó el pasado viernes, 7 de febrero, y se realizarán más talleres a lo largo del mes. Los alumnos, que se dividen en dos grupos, acudirán a la residencia dos veces a la semana para realizar diferentes tipos de actividades.

Los ancianos están más que agradecidos con la presencia de adolescentes en su residencia: “Que unos jóvenes vengan a ayudarnos a los abuelos en su tiempo libre es de agradecer”, ha declarado Angelita Vázquez, una de las personas que participó en el taller de este viernes. Reconoce que al principio se sintió un poco “asustada” porque eran muy “jóvenes”, pero enseguida se dio cuenta de que eran muy “agradables y simpáticos y que estaban allí para ayudarles”.

Los alumnos que participaron este viernes por primera vez en el taller pudieron comprobar que, al comienzo de la actividad, los mayores no tenían confianza. “De primeras, algunos no participaban en las actividades y otros no sabían qué hacer. Después, como sacamos materiales, les llamaron la atención y comenzaron a hacer los ejercicios”, cuenta Alba Machena, una de las alumnas del Instituto de la Puebla de Alfindén que ha diseñado los ejercicios. Al final, realizaron las actividades unos 30 ancianos.

“Nos hemos sentido muy bien ayudando a personas mayores y nos ha hecho mucha ilusión. Seguramente continuaré colaborando cuando terminen estos talleres”. Alba Marchena, alumna del IES La Puebla de Alfindén

“Salud y bienestar”

"En la actividad física y en el deporte no solo entra la alta competición, sino también hay una parte dedicada a la salud y el bienestar", ha puntualizado la profesora. Con este proyecto, Raquel Val pretende que los jóvenes mantengan una relación directa y generen un vínculo con personas mayores. Principalmente, consiste en que diseñen actividades físicas adaptadas a diferentes perfiles y que ayuden a los residentes a realizarlas para que mejoren su funcionalidad. Los adolescentes, con el apoyo de la profesora, ayudan a los ancianos a realizar ejercicios de psicomotricidad y coordinación, acompañados de juegos sensoriales y motrices.

Los jóvenes ya se consiguieron adaptar en la primera sesión al ritmo motriz de cada uno de los residentes. Realizaron desde trabajos de fuerza y estiramientos con diferentes materiales (gomas, pelotas) hasta ejercicios de caminar con personas con movilidad reducida (silla de ruedas o andadores), problemas de visión y otras enfermedades.

“Los ejercicios que hemos preparado este viernes para las personas mayores les ayudarán a fortalecer los músculos y aumentar su actividad en el día a día. Además, intentaremos que dejen los andadores y los bastones de lado y que consigan andar sin ellos”, explica la alumna.

“Ha sido una actividad muy divertida, nos hemos reído y estoy seguro de que me irá muy bien para mis rodillas y brazos”. Dominato Ortiz, 87 años  

Un proyecto “humano”

Dominato Ortiz, residente del El Moreral, tiene 87 años y utiliza andador para sentirse más seguro cuando camina. “Ha sido una actividad muy divertida, nos hemos reído y estoy seguro de que me irá muy bien para mis rodillas y brazos”, ha agradecido.

Se trata de un proyecto “humano, no curricular”. A pesar de que los alumnos no tienen una recompensa en sus notas, “les ha parecido muy buena idea”. De hecho, para algunos “ha sido la primera vez que han entrado en una residencia de la tercera edad. Es algo necesario para tocar también la fibra humana de los adolescentes”, ha explicado la profesora.

Nos hemos sentido muy bien ayudando a personas mayores y nos ha hecho mucha ilusión. Seguramente continuaré colaborando cuando terminen estos talleres”,  dice Alba Marchena. El centro de la tercera edad y sus residentes, como no podía ser de otra manera, han agradecido que Raquel Val diseñara este plan para forjar lazos entre jóvenes y mayores. Dominato Ortiz tiene claro no se va a perder ninguna sesión: “Estamos muy agradecidos, nos hemos entretenido y hemos hecho ejercicio. Además, el trato ha sido estupendo”.

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