tribunales

Los amuletos de Igor el Ruso durante el juicio en Teruel por doble tentativa de homicidio

El temido criminal serbio ha comparecido en la Audiencia de Teruel con un notable cambio en su imagen y acompañado de varios amuletos.

Norbert Feher, alias Igor El Ruso. Juzgados de Teruel/ 28/01/2020 fotos Javier Escriche [[[FOTOGRAFOS]]]
Norbert Feher, este martes en la Audiencia de Teruel.
Javier Escriche

Frío, desafiante y brindando una sonrisa a los numerosos periodistas allí congregados. Así ha aparecido a primera hora de este martes Igor el Ruso en la Audiencia de Teruel, donde ha reconocido ser el autor de la doble tentativa de homicidio ocurrida el 5 de diciembre de 2017 en Albalate del Arzobispo. Pero, además, el peligrosísimo criminal serbio ha comparecido con un llamativo cambio en su imagen, siguiendo la estrategia que también empleó recientemente Rodrigo Lanza, condenado por el homicidio imprudente de Víctor Laínez.

Dos detalles han llamado especialmente la atención en el aspecto de Norbert Feher. Además de unas gafas y el pelo más corto, el paramilitar ha lucido en su cuello un rosario de madera y lo que parecer ser una piedra de ámbar. El primero reforzaría la poderosa creencia religiosa del acusado. Una fe que, según sus propios actos, él mismo puso de manifiesto nada más ingresar en el centro penitenciario de Zuera.

Religioso y supersticioso

Allí, tras sus primeros doce días como interno, Feher solicitó un ejemplar de la biblia para poder leerla en la celda de aislamiento donde se encontraba.

Pero, además de religioso, Igor el Ruso podría ser también un hombre supersticioso. La piedra de ámbar que parece lucir en su cuello está muy ligada a la buena suerte. Este elemento es una resina producida por los árboles que suele contener restos fósiles en su interior. Se trata de un material caro, para muchos un amuleto sagrado, empleado desde tiempos ancestrales, que, según varias culturas, posee facultades para la protección y sanación del cuerpo y la mente.

De esta forma, Norbert Feher podría haber empleado este valiosísimo material como un talismán, intentando atraer la buena suerte para que el veredicto del jurado le fuese favorable. Una circunstancia que, sin embargo, se atisba altamente compleja, después de que él mismo haya reconocido ser el autor de los hechos de los que se le acusa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión