Normativa

Más controles para velar por la sanidad vegetal

Un centenar de personas se ha reunido en Zaragoza para debatir sobre las nuevas normativas en una jornada organizada por el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal.

Las jornadas contaron con la presencia de numerosos asistentes.
Las jornadas contaron con la presencia de numerosos asistentes.
C. L. T.

Según datos facilitados recientemente por la FAO, anualmente se pierden en todo el mundo el 40% de las cosechas por la incidencia de plagas y enfermedades. Si hablamos de plagas de cuarentena, estos daños son incluso mayores, ya que muchas son de nueva introducción y, en la actualidad, no existen métodos de control. De esta manera, las medidas que se pongan en práctica pueden pasar por la erradicación del cultivo y eso supone que los agricultores dejen de producir.

Uno de los objetivos fundamentales de la nueva legislación en materia de sanidad vegetal pasa por la prevención de la entrada o la propagación de plagas vegetales en el territorio de la Unión Europea (UE). Un tema que se ha debatido esta semana en Zaragoza, en unas jornadas organizadas por el Centro de Sanidad y Certificación Vegetal (CSCV) a las que han acudido un centenar de personas.

"El enfoque preventivo es el primero que se debe aplicar. Hay que tratar que las plagas no se introduzcan o si lo hacen que se erradiquen de forma inmediata. En el caso de que no sea posible su erradicación, hay que intentar que se queden confinadas y no se dispersen a otras zonas no afectadas. Los organismos oficiales deben establecer programas de vigilancia continuos y tienen herramientas legales para poder actuar de forma rápida y proporcional ante la aparición de alguna plaga de cuarentena", apunta Pedro Mingote, jefe de la Unidad de Diagnóstico Fitosanitario del CSCV.

En el caso de Aragón, los operadores ya cuentan con los nuevos modelos de etiqueta y pasaporte fitosanitario, se ha unificado el Registro Oficial de Operadores Vegetales y se ha informado de las nuevas obligaciones a agricultores y técnicos a través de cartas y jornadas como la realizada esta semana en Zaragoza y que ha contado con la presencia de expertos del Ministerio de Agricultura.

Además, recientemente, la Comisión Europea ha publicado nuevas disposiciones que amplían los productos que requieren pasaporte fitosanitario para poder ser trasladados dentro de su territorio. "El primer concepto que cambia es el pasaporte fitosanitario, que va a estar ligado al material vegetal, por lo que cualquier planta destinada a la plantación va a disponer de una etiqueta de pasaporte fitosanitario. Con este cambio, la Unión Europea quiere mejorar la trazabilidad de ese material, con el fin de poder dar respuesta a posibles crisis fitosanitarias", indica Raúl Langa, jefe de la Unidad de Plantas de Vivero del CSCV.

También han sido actualizadas las plagas de cuarentena, analizando los nuevos riesgos que pueden ser una potencial amenaza, fruto de la globalización y el cambio climático. "Todos estos cambios tienen una repercusión en los reglamentos técnicos de control y certificación, que están destinados a la producción y comercialización del material vegetal, ya que es necesaria una actualización de las plagas y enfermedades y de los requisitos de etiquetado. También se añade una novedad al etiquetado de planta de frutales, que incorpora una etiqueta amarilla y un contenido definido y armonizado para toda España", matiza Langa.

Divulgación

Otra de las novedades que introduce esta normativa es la necesidad de establecer campañas de divulgación entre la ciudadanía. "Es importante que se conozcan los riesgos potenciales que determinadas actuaciones pueden acarrear para minimizarlos. En ocasiones, no somos conscientes de lo que puede suponer traer plantas o frutos desde un país tercero en el que, por ejemplo, hemos estado de vacaciones. Junto con esa mercancía pueden venir plagas o enfermedades devastadoras para nuestros cultivos y bosques. Todos somos responsables de preservar nuestro medio ambiente", señala Mingote.

Ambos técnicos insisten en que el nuevo régimen de sanidad vegetal de la UE está identificando los riesgos que amenazan su territorio, "enfocando los esfuerzos para evitar la introducción de esas amenazas y mejorando el sistema de trazabilidad del material vegetal durante su traslado dentro de las fronteras europeas".

Nuevas restricciones en la UE

Desde el pasado 14 de diciembre de 2019, los productos de alto riesgo tienen prohibida provisionalmente su entrada en la Unión Europea. Su normativa fitosanitaria ha adoptado mayores restricciones a las importaciones, elevando el nivel de seguridad. "Hasta la aplicación del Reglamento 2016/2031, solo algunos vegetales y productos vegetales tenían restricciones. A partir de ahora, casi todos requieren de un certificado fitosanitario emitido por el país de origen que garantiza que el material que se pretende introducir está libre de determinadas plagas y enfermedades que son preocupantes en la UE. Esta estrategia preventiva frente a las importaciones representa un verdadero avance para la protección de este territorio", indica Pedro Mingote.

Estas modificaciones no deberían suponer "ningún problema para los productores aragoneses", ya que se habla de limitar la entrada de este material sospechoso, algo que ya se hace en Aragón, comunidad que en los últimos años se ha convertido en todo un referente en materia de sanidad vegetal, concepto que se ha entendido como una parte fundamental en todo el proceso productivo. "Los agricultores son pieza fundamental en todo este entramado. Hay que tomar conciencia de que la vigilancia es cosa de todos y que, ante la aparición de un nuevo problema, es fundamental actuar de forma rápida", concluye Mingote. A. E.

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