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Reabre la A-23 tras una jornada de caos circulatorio en el sur de Aragón

La circulación de camiones y turismos se ha complicado también en la A-2. La fuerte nevada ha aislado localidades, ha obligado a embolsar a cientos de camiones y ha dejado sin luz durante horas a 1.400 vecinos de la provincia de Zaragoza.

Circulación en la A-23 en Teruel después de los cortes por la nevada
Circulación en la A-23 en Teruel después de los cortes por la nevada
Jorge Escudero

Las fuertes nevadas dificultaron este martes la circulación en más de una veintena de carreteras de la provincia de Zaragoza. La borrasca Gloria dejó a varias localidades incomunicadas y obligó a embolsar a cientos de camiones. A primera hora quedó restringido el paso de vehículos pesados, y los ligeros tuvieron que transitar con cadenas y extremando la precaución en toda la A-23 y parte de la A-2, una situación que se complicó por la tarde y que obligó a cerrar la autovía Mudéjar a la altura de Ferreruela de Huerva, en el límite de las provincias de Zaragoza y Teruel.

Para reabrirla hubo que esperar hasta pasadas las 19.00, momento en el que pudieron empezar a salir los turismos estacionados en las áreas de Caminreal, Monreal y Ferreruela. La DGT, no obstante, mantuvo el nivel amarillo, haciendo necesario el uso de cadenas.

La Delegación del Gobierno en Aragón reunió de urgencia a primera hora, coincidiendo con el momento de mayor caos circulatorio, al comité ejecutivo del protocolo de actuación ante nevadas en la red de carreteras del Estado y pidió no circular por las carreteras nacionales y comarcales de no ser estrictamente necesario.

Las malas condiciones, unidas a los vehículos cruzados en varios puntos de la A-2, como el kilómetro 242, el 294 en sentido Barcelona o el 300 en sentido Madrid, provocaron hasta cuatro kilómetros de retención en zonas como La Muela, afectando a decenas de turismos. Especialmente complicado fue circular por la A-1506 en Daroca, donde era obligatorio el uso de cadenas o neumáticos de invierno, o en la A-220 en La Almunia de Doña Godina, entre otros puntos señalados por Tráfico.

Solo entre Cariñena y Muel se embolsaron alrededor de 250 camiones, la mitad de los que se quedaron aparcados la noche del lunes en la A-23, la A-122 y la N-II.

Ya a primera hora, la Guardia Civil tuvo que evacuar hasta el Hospital Clínico a una mujer de Aguarón que se había puesto de parto y estaba bloqueada en la A-220 a causa de la borrasca. La misma patrulla fue requerida, además, por el centro de salud de Cariñena para trasladar al Clínico a otra mujer aquejada de un "fuerte dolor abdominal".

La nevada también sorprendió a los cerca de 160 empleados de la empresa HMY (Yudigar) que se dirigían a sus puestos de trabajo en autobús. Las malas condiciones de la carretera hicieron que se quedasen bloqueados unas dos horas en el área de servicio de Muel, hasta que la empresa decidió que regresasen a sus hogares.

El establecimiento se llenó de camioneros y conductores particulares. Recibió tantos que, como suele ocurrir en estas ocasiones, agotó las cadenas en venta en cuestión de minutos. "Yo vivo en Aguarón y ha empezado a nevar a las 0.00. He venido a las 5.00 hasta aquí y ya lo estaban pasando mal en Torrubia, Ferreruela y Villadoz", detalló Alberto, trabajador de este área de servicio.

Especialmente importante fue también el papel de la Unidad Militar de Emergencia (UME). Aunque sus esfuerzos se centraron en la provincia de Teruel, hasta 16 de sus miembros ayudaron con sus palas en el puerto de Paniza a los camioneros atrapados en la autovía Mudéjar.

No obstante, al cierre de esta edición 14 puntos de la red de carreteras de la provincia seguían presentado dificultades, con incidencias en la N-330 en Longares; la N-234 a la altura de Calatayud o la A-211 en Santed. En Nuévalos, por ejemplo, la A-202 seguía siendo intransitable entre el kilómetro 25 y el 43, según la DGT.

Sin médico ni profesores

Prácticamente toda la red secundaria de carreteras, informaron desde la Guardia Civil, presentaron problemas por el mal tiempo. Hasta una treintena de máquinas quitanieves trabajaron durante toda la jornada en la provincia de Zaragoza. Sin embargo, el ingente número de incidencias hizo que el operativo no diera abasto y que localidades como San Martín de la Virgen del Moncayo quedaran aisladas durante horas. "Estamos bastante enfadados", afirmó su alcalde, Jacob Ramírez.

Tanto él como dirigentes del PP denunciaron que la quitanieves del parque de Bomberos de Tarazona estuviese en Daroca, un traslado que obedecía, según fuentes de la Diputación Provincial de Zaragoza, a que las previsiones apuntaban a que el sur de la provincia iba a ser la zona más afectada por la borrasca. A esto se unieron otras dos quitanieves, las de Ejea y Calatayud, "en el taller desde agosto y sin ITV", según alertaron desde CC. OO.

Anento fue otra de las localidades que quedó "totalmente aislada". "Han intentado venir con la cuchilla de los Bomberos de la DPZ, pero se han quedado en Lechón", explicó su regidor, Enrique Cartiel. Murero, Valdehorna, Santed, Gallocanta y Cubel tampoco escaparon de los efectos del temporal. A Mara, por ejemplo, no pudieron acceder ni los maestros, ni el médico ni la secretaria del Ayuntamiento. Y los alumnos, apuntó Javier Peiró, alcalde de la localidad, "no pudieron bajar al instituto de Calatayud".

Este también fue el caso de Daroca. Allí se vieron afectados la práctica totalidad de los servicios públicos, ya que, como explicó su alcalde, Álvaro Blasco, Gloria impidió la llegada de los funcionarios de la prisión y los juzgados, así como de médicos, profesores y empleados de banca.

En Paniza, los propios vecinos tuvieron que ayudar a varias personas que habían quedado atrapadas en sus vehículos, y en Herrera de los Navarros, la nieve acumulada hundió el techo de una de las naves de la localidad.

La borrasca también dejó sin luz y teléfono fijo a 800 vecinos de Letux y Azuara. La incidencia, según explicaron fuentes de Endesa, se registró de madrugada en la línea de media tensión de Belchite-Almonacid. Al cierre de esta edición, los técnicos trabajaban para restablecer el suministro, una operación que estuvo marcada por las dificultades para acceder al punto en cuestión.

Hubo problemas, asimismo, entre el Jiloca y Daroca. A las 14.35, la caída de una torre de la línea eléctrica aérea ‘Daroca circunvalación sur’ –que abarca a localidades como Berrueco, Castejón de Tornos, Las Cuerlas, Gallocanta y Santed. Cubel y Used– dejó sin luz a 621 clientes. Aunque estas dos últimas zonas pudieron recuperar el servicio, técnicos de Endesa seguían trabajando a última hora en la zona para restablecerlo por completo. También se produjeron, según fuentes de Renfe, retrasos de unos 15 minutos en varios AVE.

Las previsiones

En Zaragoza capital llovió durante prácticamente toda la jornada, pero no se registraron incidencias de relevancia, según informaron fuentes del Consistorio. La estación del aeropuerto, utilizada como referencia, acumuló hasta 25,4 litros por metro cuadrado, una cantidad elevada, pero muy alejada de los más de 69 que marcó Híjar o los más de 57 de Caspe.

De cara a las próximas horas, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene activada la prealerta por deshielo en la Ibérica zaragozana. Aunque ya no se prevén episodios como los de las últimas horas, se esperan nuevas precipitaciones, especialmente a primera hora y por la tarde.Zaragoza se moverá entre máximas de 10 grados y mínimas de 4 y Huesca y Teruel, entre valores que oscilarán de los 11 a los 5 y de los 9 a los -3, respectivamente.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), por su parte, recomienda alejarse de cauces secundarios y barrancos expuestos ante posibles crecidas.

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