protección civil

Si escucha estas sirenas... ¡preocúpese!

El martes arreciaron las críticas porque tras explosión química en Tarragona no se hicieron sonar las alarmas de emergencia ante una posible nube tóxica. ¿Existe en Aragón un sistema de aviso sonoro semejante? ¿Cómo se enteran los ciudadanos de, por ejemplo, la rotura de una presa o de un escape de gas? ¿Conviene que los comunicados de emergencias se den solo a través de las redes sociales?

Imagen del simulacro por una amenaza química que se llevó a cabo hace unos meses en Sabiñánigo.
Imagen del simulacro por una amenaza química que se llevó a cabo hace unos meses en Sabiñánigo.
L. Zamborain

La trágica explosión la tarde del martes en una empresa petroquímica de Tarragona va a obligar a revisar por enésima vez los protocolos de emergencias tras explosiones e incendios. En la comunidad vecina hay una amplia controversia sobre por qué no se hicieron sonar las sirenas de alarma cuando en todos los simulacros sí se escuchan. La Generalitat explica que las sirenas no sonaron porque están preparadas para confinar a la población por toxicidad y, al apenas tener información de un accidente, activaron el confinamiento pese a que "no se produjera una nube tóxica sino una explosión de grandes dimensiones".

¿Existe en Aragón una red de sirenas que adviertan de algún peligro semejante? ¿Hay algún aviso de emergencia por el que todos tengamos que echar a temblar si lo escuchamos? Todo depende de los planes de emergencias que se les exigen a las empresas que se dedican a alguna actividad potencialmente peligrosa. En Aragón, por ejemplo, la Unión Europea obligó a crear medidas para garantizar la seguridad en caso de que un accidente afectara al exterior de las empresas químicas ubicadas en el polígono Las Paúles de Monzón. Estos planes, cuya eficiencia es mejor no tener que comprobar nunca, ponen el acento en las acciones preventivas, en mantener la calma si se escuchan las alarmas e insisten en que la primera medida ha de ser llamar al 112 y atender las indicaciones de Protección Civil. Informan desde la DGA que el sistema de alarmas de Monzón no tiene más de ocho o diez años, pero que se va a actualizar conforme a las normas europeas del SVSO. Se trata de una red de sirenas que se ubican en las zonas más expuestas al hipotético peligro del casco urbano.

Hace unos meses en Sabiñánigo también sonaron todo tipo de alarmas pero, afortunadamente, se debía a un simulacro de la Unidad Militar de Emergencias. Hasta 3.500 participaron en uno de los mayores ejercicios de emergencias organizado en España, en el que se representó un escenario de catástrofe por inundaciones agravado por un movimiento sísmico que obligará a activar varios planes de intervención. El servicio de megafonía del ayuntamiento avisó con anterioridad al inicio de la prueba para no dar lugar a malentendidos. En este caso tronaron las sirenas de dos fábricas de productos químicos (Ercros e Iberfoil) para que los ciudadanos aprendieran a identificar este tipo de amenazas.

El sonido de alerta consiste en tres toques de un minuto separados por silencio de cinco segundos; el toque continuo de treinta segundos supondría el fin de la emergencia. Explican los expertos que este tipo de ensayos es una práctica habitual y que convendría hacerlos, incluso, mensualmente para que los vecinos supieran cómo reaccionar ante una emergencia.

Entre las recomendaciones más habituales en caso de accidente químico, figuran las de no acudir al lugar del siniestro ni salir a la calle y, una vez con puertas y ventanas bien cerradas (incluso con trapos húmedos en las rendijas), cerrar la llave del gas. Esto es lo que tuvieron que hacer el martes los vecinos de Salou y Cambrils, que atendieron a lo que las autoridades decían a través de la radio y por las redes sociales (herramienta que, claro, gran parte de la población no maneja).

Al margen de la amenaza química, en Aragón también hay redes de sirenas en muchas localidades que cuentan con embalses y presas. Valga el ejemplo de Montearagón, donde junto al polígono industrial de Tierz, a siete kilómetros en línea recta, puede verse una de las sirenas que se activarían en caso de la rotura de un muro. La onda de agua -calculan- tardaría unos 16 minutos en llegar a la población, que habría tenido así tiempo suficiente para ponerse a salvo, según el plan de emergencias que maneja esta hipótesis gravísima, aunque la estadística dice que solo se produce una rotura de este tipo cada 10.000 años.

También en el pantano turolense de Arquillo hay un sistema de alerta mediante sirenas que alcanza el área que anegarían las aguas en la primera media hora en caso de una improbable rotura de la presa. El plan de emergencias del pantano, en colaboración con la Confederación Hidrográfica del Júcar- recoge que las sirenas deben ser instaladas en mástiles sobre azoteas y terrazas de edificios públicos, y señala que San Blas, una pedanía de Teruel situada tres kilómetros aguas abajo, sería la primera localidad a la que llegaría la avalancha en unos diez minutos.

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