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Hurtos en los hoteles de Aragón: desde toallas y albornoces hasta almohadas y una máscara africana

Las sustracciones de objetos en los establecimientos de la Comunidad representan un porcentaje muy pequeño, señalan desde el sector.

Una máscara africana similar a la que se llevaron del Hotel-Balneario de Segura.
Una máscara africana similar a la que se llevaron del Hotel-Balneario de Segura.
Balneario de Segura

¿Se imaginan al cliente de un hotel de lujo llevándose un mullido y confortable colchón en mitad de la noche? Tal vez piensen que se trate de una escena de una comedia, pero la realidad supera la ficción. Según un reciente estudio de ‘Wellness Heaven-Luxury & Spa Hotel Guide’, un total de 49 colchones fueron sustraídos en los establecimientos que participaron en el mismo (1.157, la mayoría de ellos europeos, del segmento de cuatro y cinco estrellas). Algunos incluso tienen grabaciones de las cámaras de seguridad donde aparece la insólita escena aprovechando que la recepción no estaba abierta y utilizando ascensores -que llevan directamente al aparcamiento subterráneo- para hacerse con el preciado objeto, cuyo valor es elevado.

La probabilidad del hurto de colchones es 8,1 veces mayor en hoteles de cinco estrellas, tal y como puso de relieve el informe, que se centró principalmente en establecimientos de Alemania, el Reino Unido, Austria, Holanda, Suiza e Italia. No obstante, su sustracción es anecdótica si se compara con la de toallas, albornoces y perchas, que lideran el ranquín de artículos robados.

El director de un hotel de cuatro estrellas de Zaragoza aún recuerda la vez en que algún integrante de un equipo de baloncesto se llevó en una bolsa de deporte "una televisión con culo", con lo que debía de pesar. De eso hace ya muchos años, al igual que cuando se llevaban mandos a distancia de las primeras televisiones. “También a veces ha desaparecido algún cuadro de los pasillos, pero más que por su valor o por lo bonito que fueran era por alguna gracia de grupos de chavales en alguna fiesta”, comenta echando la vista atrás.

Los hurtos en hoteles de cinco y cuatro estrellas de Aragón no representa un problema ya que suponen un tanto por ciento mínimo, tal y como destacan fuentes del sector. Asimismo, las posibles desapariciones de objetos -algo que está muy controlado- es un factor asumido por los establecimientos de la Comunidad. "Los hurtos son menores y no son relevantes como para modificar un presupuesto", señalan desde el hotel Barceló Monasterio de Boltaña, de cinco estrellas. 

Pero, ¿qué suelen llevarse los amigos de lo ajeno de los hoteles aragoneses? Lo más habitual son albornoces y toallas. A estos se suman almohadas, ceniceros, bandejas de presentación de productos y artículos del minibar, como resaltan en otro hotel de cuatro estrellas de la capital aragonesa. También suelen desaparecer las zapatillas y los amenities (los kits para el baño), pero estos son objetos que algunos establecimientos los ponen a disposición de sus clientes.

"Los hurtos son menores y no son relevantes como para modificar un presupuesto"

En el Hotel-Balneario de Segura, de cinco estrellas, el hurto más llamativo ha sido el de una máscara africana de un pasillo. "Una cabeza redonda y pesada. Hay una serie de máscaras en ese espacio común. Tal vez cabría en una maleta. El director del hotel fue quien se dio cuenta de que faltaba. Era un domingo después de comer, con muchas salidas. Ese día el hotel estaba lleno", recuerda Marifé Lahuerta, jefa de recepción de este hotel turolense. "Nuestro lema es 'descubre el lujo de la calma' y la decoración es africana, dando una sensación de calidez. Algunas piezas son únicas y están compradas en África", asegura.

Marifé también enumera otros objetos apreciados por 'cleptómanos ocasionales': pompones de flejos para colgar en las puertas, mantas "embellecedoras" o cojines "muy bonitos"; todos ellos en las habitaciones.  "Algún albornoz de la habitación para ir al balneario también se han llevado. Desde que pusimos una notificación advirtiendo que estaba prohibida su sustracción y que se cargaría en la tarjeta de crédito, han desaparecido menos toallas y albornoces", explica. "Las cosas tienen sus costes. Si a la gente le gusta la decoración pueden preguntar y pueden comprar los objetos antes de robarlos", añade la jefa de recepción de Balneario de Segura.

"Los olvidos son diarios y la mayoría no se reclaman. Nosotros los guardamos seis meses como mínimo. Lo más habitual son cargadores de móviles, ropa interior y pequeños objetos"

Cargadores olvidados e incluso muletas

Por otro lado, al igual que desaparecen objetos también los clientes olvidan cosas. Por ejemplo, en Barceló Monasterio de Boltaña sobre todo prendas de ropa variada -que guardan durante un año en el despacho de objetos perdidos-. Desde el sector también señalan que es normal que se dejen los cargadores de móviles, neceseres y otros artículos de aseo, gafas de sol, móviles, documentos de identidad, pasaportes o tarjetas de crédito. E incluso muletas o "ropa interior colgada de lámparas".

"Los olvidos son diarios y la mayoría no se reclaman. Nosotros los guardamos seis meses como mínimo. Lo más habitual son cargadores de móviles, ropa interior y pequeños objetos. Todo está muy controlado: quién lo ha recogido, la fecha y la habitación donde ha sido encontrado", destaca, por su parte, un directivo zaragozano.

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