investidura de sánchez
Lambán: una fría felicitación cortés, distante y digital
El presidente aragonés da a su líder la enhorabuena «por ganar dos elecciones» y confía en que siga cooperando con la Comunidad.
Acasi nadie se le escapa que Javier Lambán y Pedro Sánchez no son amigos del alma; más bien, todo lo contrario. La distancia entre ellos se acrecentó al tiempo que el candidato a la presidencia del Gobierno se acercaba a ERC, un partido «indeseable», según Lambán, que este miércoles dejó sin respiración a más de un socialista por el duro discurso de Montserrat Bassa, hermana de una de las encarceladas por el ‘procés’, fijando posturas frente a JxCat y la CUP ante un posible adelanto electoral en Cataluña.
La ajustada votación para la investidura desvió la atención hacia los barones socialistas más críticos con Sánchez, en especial hacia el aragonés Javier Lambán y el castellano-manchego Emiliano García-Page, que no se dejaron ver por el Congreso en la investidura por cuestiones de agenda.
Desde el entorno de Lambán quisieron dejar claro que su ausencia «no es un gesto interpretable en ninguna clave política». Aunque lo pudiera parecer. Y argumentaron que «tenía reuniones» y, además, «no ha ido nunca a estos actos». Tampoco lo hizo en 2018, cuando Sánchez derrocó a Rajoy con una moción de censura sustentada por los independentistas, contra la que Lambán también se había posicionado.
Enhorabuena a @sanchezcastejon, por fin Presidente tras ganar dos veces el @PSOE las elecciones. Tiene todo mi apoyo y espero que la cooperación entre @desdelamoncloa y @GobAragon sea tan provechosa como en los últimos meses
— Javier Lambán (@JLambanM) January 7, 2020
Solo Darío Villagrasa, secretario de Organización del PSOE-Aragón, se dejó ver en la investidura, y se mostró convencido de que la Comunidad se beneficiará del cambio y de que continuará su «buena colaboración». En similares términos se manifestó Lambán, que expresó a Sánchez «todo» su apoyo vía Twitter, como obliga la cortesía, y le brindó una distante enhorabuena por «ganar dos veces las elecciones», suscitando una lluvia de críticas de los suyos, por llegar tarde, y de los que no lo son, por todo lo contrario.
