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2020 año bisiesto: ¿cuestión de matemáticas?

Para Smartick, método 'online' de aprendizaje de matemáticas para niños, son las divisiones las que explican que cada cuatro años haya uno con el famoso 29 de febrero.

El año 2020 es bisiesto.
El año 2020 es bisiesto.
pixabay

Aunque para la inmensa mayoría de las personas que un año sea bisiesto -como este 2020- se debe a los calendarios juliano (en referencia al emperador romano Julio César) y gregoriano (por el papa Gregorio XIII), para otros como los fundadores de Smartick (método 'online' de aprendizaje de matemáticas para niños de 4 a 14 años), es cuestión de divisiones. Ni 29 de febrero ni 366 días.

"Se trata de simples operaciones de división, pero con una mente despierta, acostumbrada a realizar ejercicios matemáticos y entrenada para la agilidad en la resolución. Para razonar y tener un pensamiento lógico, resultará mucho más fácil calcular si, por ejemplo, el año 2530 será bisiesto o no", señalan Javier Arroyo y Daniel González, creadores de Smartick.

A partir de ahí, explican por qué 2020 tendrá 366 días después de tres años de 365 de duración: los años bisietos son divisibles entre 4; los que sean divisibles entre 4, pero no entre 100, serán bisiestos; los que sean divisibles entre 100, pero no entre 400, no serán bisiestos; y los años que sean divisibles entre 100 y también entre 400 sí lo serán. "Al ser 2020 un año que se puede dividir entre 4 pero no entre 100, se constituye como un año bisiesto y, por tanto, tendrá 29 días en febrero y 366 en el cómputo total", resaltan. ¡'Equilicuá'!

Los años bisiestos fueron establecidos en el Imperio romano, bajo el mando de Julio César, para sincronizar nuestro calendario con el movimiento orbital del planeta. Según el movimiento de la Tierra alrededor del Sol, un año dura en realidad 365 días, cinco horas, 48 minutos y 56 segundos. 

"Para recuperar ese tiempo, al emperador se le ocurrió crear el año bisiesto, de forma que cada cuatro años se añadiera un día el calendario: el famoso 29 de febrero. Aún con este método seguía existiendo un desajuste y fue el papa Gregorio XIII el que propuso una serie de excepciones a los años bisiestos para corregir el desfase del calendario juliano", aclaran. Por eso, el Pontífice, en 1582, decidió que los años divisibles por cien, pero no por cuatrocientos, dejasen de tener 366 días. De este modo, se suprimen tres días cada cuatro siglos y se logra un calendario más ajustado a la realidad.

Los fundadores de Smartick afirman que es por ello "por lo que las estaciones no acabarán descompensadas de aquí a 700 años y la Navidad seguirá celebrándose en invierno en el hemisferio norte y no en verano, como ocurre ahora en el hemisferio sur".

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