entrevista

"Con el Viaducto, Teruel estuvo en la vanguardia"

Fernando Hué, nieto del ingeniero que proyectó el Viaducto Viejo de Teruel, nació hace 74 años en Zaragoza. Él también es ingeniero de caminos 

Fernando Hué, vestido como su abuelo, en el Viaducto de Teruel.
Fernando Hué, vestido como su abuelo, en el Viaducto de Teruel.
A. G./B.

Ingeniero e hijo y nieto de ingenieros también llamados como usted, Fernando Hué. Por lo visto, un nombre que marca.

Sí, pero yo solo he tenido hijas y la mayor, que también es ingeniera de caminos, está casada con un ingeniero y hasta mi consuegro lo es.

¿Ser nieto del autor del proyecto del Viaducto Viejo de Teruel y llamarse igual que él influyó en su vocación?

Sí, yo he vivido la profesión desde que nací. Pero mientras que mi padre trabajó en la Administración, yo he optado por la empresa privada. Mi abuelo hizo el Viaducto, puentes y carreteras desde la Jefatura de Obras Públicas de Teruel. El Viaducto, a fin de cuentas, era parte de la carretera Sagunto-Burgos. Mi padre trabajó toda la vida en la Confederación Hidrográfica del Ebro, sobre todo en el Canal de Aragón y Cataluña.

¿Y usted?

Yo he estado en la empresa Dragados y Construcciones y me he dedicado a estructuras y puentes, como el que salva el ferrocarril a la entrada de Monreal.

O sea, que la familia Hué sigue dejando huella en la provincia.

He proyectado otros puentes pequeños en Torrijo, Cella y Villafranca del Campo.

¿Qué tuvo de innovador el Viaducto Viejo de Teruel, que este año cumple su 90 aniversario?

Fue el primero en utilizar en España el hormigón armado para grandes arcos. Este material empezó a utilizarse en el país a principios del siglo XX, pero no con arcos de tanta luz. Fue muy avanzado para su tiempo. Entonces solo había pontones de cuatro metros de luz y el arco de Teruel tiene 50. Ahorra mucho material y da un resultado más esbelto. Los puentes de piedra, por ejemplo, son mucho más pesados, frente a la transparencia del Viaducto, que permite ver lo que hay al otro lado.

¿Podría decirse que Teruel estuvo en vanguardia con aquella obra?

Sí. Se habían hecho puentes de grandes luces, pero metálicos, no de hormigón armado. En ese momento, Teruel estuvo a la vanguardia en España.

¿Tuvo imitadores?

Sí, hay otro más pequeño que hizo el mismo constructor del Viaducto Viejo en el río Vinalopó en Elche (Alicante). Ahora se utiliza otro material, el hormigón armado pretensado, que permite hacer puentes rectos, sin arcos, como el nuevo viaducto de Teruel.

Se cuenta que su abuelo jugó una partida de mus bajo el arco central recién terminado para mostrar su confianza en la solidez de la obra. ¿Fue de farol o realmente echó la partida?

Creo que sí se jugó, pero no hay fotos del momento. Son cosas que se cuentan.

¿Le cree capaz de ese alarde de confianza?

Sí, evidentemente. En aquel tiempo no era frecuente la utilización del hormigón armado y las grandes dimensiones del arco llamaron la atención porque no había nada parecido en las cercanías.

Su hermano Carlos Hué dice que el Viaducto Viejo es "el viaducto del amor". ¿Por qué?

Mi abuelo nació por casualidad en Chantada (Lugo), pero pasó la niñez en Andalucía. Su primer destino como ingeniero de obras públicas tras terminar la carrera en Madrid fue Teruel. Hay un escrito suyo en el Ministerio de Fomento donde pide que no lo trasladen porque ha arraigado en Teruel al haberse casado.

No es habitual que un funcionario de Teruel rechace un traslado a una ciudad más grande.

Llegó a Teruel joven, en 1998, y conoció a mi abuela, se casaron y se estableció. Después, la familia se trasladó a Zaragoza para que sus hijos cursaran bachillerato, pero seguían veraneando en Teruel.

Y gracias a que su matrimonio lo retuvo en Teruel redactó el proyecto del Viaducto, una obra señera catalogada hoy como Bien de Interés Cultural.

Estaba viviendo en Teruel cuando redactó el proyecto, que se empieza a tramitar en 1921 y se finalizó en 1929. Fue un encargo como los de carreteras que solía hacer.

¿Qué impacto tuvo en la ciudad?

Solo hay que tener en cuenta que el 60% de la población de la ciudad vive ya al otro lado del Viaducto, un llano que se pudo ocupar gracias a esta obra. Recuerdo que, de niño, Teruel acababa en Los Paúles. La mayor parte del Ensanche actual era campo. La capital ha crecido hacia allí, porque es una zona llana.

¿Teruel sería una ciudad distinta sin la aportación de su abuelo?

Claro. La ciudad era muy pequeña antes del Viaducto, limitada al casco antiguo. Mis tías, que vivían en las primeras casas del Ensanche, decían "me voy a Teruel a comprar" cuando cruzaban el puente para ir al centro urbano.

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