navidad con niños

La magia de sentarse en las rodillas de Papá Noel y de los Reyes Magos

Cada Navidad, Papá Noel y los Reyes Magos (o sus ayudantes) esperan a los niños en los tronos para escuchar sus deseos. Sin embargo, cada vez son más los recursos tecnológicos que ponen en contacto a los pequeños con estos mágicos personajes.

El Cartero Real en el Museo Alma Mater de Zaragoza el año pasado.
El Cartero Real en el Museo Alma Mater de Zaragoza el año pasado.
Toni Galán

Elfos de Papá Noel, emisarios reales, el mismísimo Santa, los Reyes Magos, pajes o carteros incrementan sus horas de trabajo estos días. Además de revisar cómo ha sido el comportamiento de niños y adultos durante todo el año, tienen que ultimar los deseos de las cartas recibidas. A esta labor se suma la atención que realizan desde sus tronos en centros comerciales, entidades bancarias, empresas, en las calles y otros establecimientos. También reciben encargos para visitar domicilios particulares cuando la familia está despierta, una tendencia cada vez más en auge.

Todos los años un Cartero Real visita el Museo Alma Mater de Zaragoza. "Lo vivo con ilusión e interés porque es un oficio milenario en mi familia. Fue mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo...", señala con un curioso acento. Precisamente ese es uno de los rasgos que más sorprende a los niños: su voz. "¡Qué raro hablas!, dicen. Cuando me preguntan les contesto que tengo ese acento porque mezclo todos los del mundo", añade el veterano Cartero.

Estos ayudantes están donde menos se puede esperar. Aparentemente Juan Mazapán es el nombre artístico de un vecino más de la capital aragonesa, sin embargo, tras esa identidad se esconde un auténtico elfo. Durante años, en los días de Navidad, ha viajado hasta Laponia para ayudar a Papá Noel en la atención a las familias. "He visto a padres e hijos llorando de emoción", recuerda Mazapán. "Hay niños muy movidos que se paralizan cuando se sientan en las rodillas. Lo de Laponia es espectacular".

Juan Mazapán, zaragozano enviado especial a Laponia para ayudar a Papá Noel.
Juan Mazapán, un zaragozano enviado especial a Laponia para ayudar a Papá Noel.
J. Mazapán

Según la personalidad del menor reacciona de una forma u otra, tal y como explica este experto elfo: "Algunos se quedan callados, sin embargo, otros no paran de hablar. Los bebés, por lo general, se asustan porque nos ven muy grandes". Es una labor complicada porque tienen que establecer cercanía, pero manteniendo su propia grandiosidad. Juan Mazapán defiende un extremado cuidado con los detalles: "No pierden de vista nuestros gestos, también analizan las manos y los ojos. Se fijan en todo".

Para que el trato no sea algo brusco cada uno tiene sus trucos. "Utilizamos un lenguaje dulce, les acariciamos e intentamos que nos cuenten algo", indica Mazapán. "Muchos se quedan tan inmóviles que no atienden ni a la foto. No nos quitan el ojo de encima", añade. "Cuando los padres les piden que escriban la carta suelen referenciar solamente regalos materiales, sin embargo, cuando les preguntamos nosotros piden que no haya peleas porque interpretan que sabemos cómo se han comportado y no pueden esconder la realidad", agrega Juan.

Esa misma experiencia comparte María, de la corte de Baltasar. El año pasado tuvo que acompañar a su Majestad a la visita que realizó a una asociación de la capital aragonesa. "Tengo comprobado que si les preguntas qué regalo han pedido siempre recalan en algo material, normalmente en un juguete. Sin embargo, si se les cuestiona qué quieren, hablan de la paz, de la felicidad y de la alegría", explica María. "Alguna vez me han pedido trabajo para sus papás", agrega el Cartero Real del Alma Mater.

Para que los niños entren en el juego existe una serie de trucos que ayudan a crear un ambiente más acorde, sostiene Juan Mazapán, de Animaciones Anima, quien utiliza los cuentacuentos como arma de atracción. Otro ejemplo es la oficina principal de Ibercaja de Zaragoza, donde se podrá ver a un enviado especial y se contará con un espectáculo teatral que puede servir de gancho. Allí habrá buzones para depositar las cartas y, además, se podrá ver por una mirilla mágica un mensaje de los Reyes Magos.

En la actualidad, ese no es el único recurso tecnológico que permite establecer relación entre los más pequeños y estos personajes, cada vez más habituales. No es necesario acudir a ningún lugar para conocer a Papá Noel, ya se que puede recibir su llamada. Tras un sencillo registro, suena el teléfono y se puede entablar una conversación con él, gracias a una aplicación de El Corte Inglés. El pasado fin de semana recibió tantas solicitudes que tuvo que retirarse durante unas horas para seguir con su trabajo. "Papá Noel ha tenido que marcharse a preparar unos regalos muy especiales. Volverá en cuanto termine. ¡Ho, ho, ho!", señaló la aplicación móvil.

Sea a través de pantallas o en vivo, los niños mantienen su emoción. También los emisarios. María, la paje de Baltasar, vive su condición real con cierto orgullo. "Para los pajes es un honor conocer tan de cerca a Sus Majestades por todo lo que transmiten – determina –. Te sientes el eslabón mágico entre los niños y los Reyes Magos".

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