entrevista

"No tener costa no es obstáculo para ser un referente en acuicultura"

Bernardo Basurco coordina uno de los ámbitos de actividad del Instituto Agronómico del Mediterráneo de Zaragoza, el dedicado a la acuicultura.

Bernardo Basurco es el coordinador del área de acuicultura y pesca del IAMZ.
Bernardo Basurco es el coordinador del área de acuicultura y pesca del IAMZ.
Guillermo Mestre

¿Cuál es la diferencia entre acuicultura y pesca?

La acuicultura se define como el cultivo de animales acuáticos criados bajo la posesión de una persona o entidad. Serían algo así como los establos o la ganadería del mar, siempre con esa idea de propiedad, que no existe en la pesca. Por otra parte, si bien hace 20 años el consumidor tenía una mejor apreciación sobre los productos de la pesca en comparación con los de la acuicultura, esa diferencia se van reduciendo. Algunos de los prejuicios que existían contra los productos de la acuicultura van ahora despareciendo.

¿Cuáles eran estos prejuicios?

Principalmente en lo que se refiere a la calidad del producto. Se tendía a pensar que los pescados criados en cautividad eran de peor calidad que los salvajes. Sin embargo, los de piscifactoría suelen llegan antes al consumidor, por lo que pueden conservan su frescura durante más tiempo. Además, el hecho de que la actividad se realiza bajo condiciones controladas, hace que los pescados de acuicultura garanticen la ausencia de, por ejemplo, anisakis, o de niveles elevados de mercurio.

¿Qué aporta el IAMZ a un sector como la acuicultura?

Aunque el Instituto ya llevaba tiempo trabajando en este aspecto, fue en la época de los 90 cuando se reforzó la apuesta por este ámbito. Cabe destacar que el de Zaragoza es el único de los cuatro institutos del Ciheam que no está en una zona de costa. De todos modos, esto no es ningún obstáculo. De hecho, la primera piscifactoría comercial de España surgió en el Monasterio de Piedra. Lo que actualmente requiere la acuicultura, que es un sector relativamente nuevo y en constante evolución, es mucho conocimiento avanzado y eso es lo que aportamos en Aragón. No sólo desde el IAMZ, también desde el Grupo de enfermedades de peces de la Facultad de Veterinaria, con los que colaboramos de manera muy estrecha. Además, el IAMZ cuenta con contactos muy sólidos con instituciones internacionales de relevancia, como la FAO.

¿Cómo se vive la paradoja de que uno de los centros punteros de conocimiento en acuicultura esté en una zona de interior?

Como hemos dicho antes, lo importante es el conocimiento que se genera, no el hecho de estar a 50 o a 300 kilómetros de la costa. Reconozco que esto llama la atención, pero Aragón tiene una vinculación muy estrecha con esta actividad desde muchos ámbitos. En la comunidad hay centros de procesado y distribución de pescado, empresas que desarrollan herramientas tecnológicas para explotaciones o productoras de aditivos y desinfectantes para acuicultura… En el 95 esto era mucho más raro.

El último evento que organizó el IAMZ fue un curso sobre diagnóstico y control de parásitos en peces ¿Qué se abordó?

Dentro de las enfermedades que afectan a los peces, las parasitarias se encuentran entre las más importantes. Por ello, en las últimas dos décadas se ha avanzado de manera muy significativa en el desarrollado de nuevas técnicas de diagnóstico, y de posibles tratamientos y vacunas… En este curso se ha analizado la situación del sector en ese aspecto, de la mano de varios proyectos europeos.

¿Qué retos afronta el sector de la acuicultura?

Cómo en todas las producciones, los retos son muchos. La gestión sanitaria es una de las mayores preocupaciones, igual que sucede en la ganadería. Esto, además, afecta al rendimiento de las explotaciones. Hay algunas que tienen mortalidades de un 30% o superiores. Además, hay retos como la mejora en la nutrición de los peces, los productores de pienso tienen que buscar alternativas más rentables que los piensos elaborados con harina de pescado. También, se está trabajando en aspectos relacionados con la gestión administrativa o la gobernanza, en su sentido más amplio. Las leyes, su interpretación o la aceptación social de esta actividad son algunos factores que afectan a su desarrollo.

El IAMZ lidera el proyecto europeo MedAID. ¿Cómo surge? ¿En qué fase está?

El proyecto, que acaba de superar su ecuador, surge a raíz de una crisis del sector que lo llevó a una reestructuración entre 2010 y 2012. Este proceso se llevó a cabo en medio de grandes incógnitas. Se averigua que la gobernanza era inadecuada, que los rendimientos zootécnicos estaban estancados, y que el sector necesitaba incidir en la mejora genética… pero no se sabía cuál era el peso específico de estos, y cuáles debían ser las medidas a implementar para la mejora del sector. La industria pidió entonces ayuda a la UE, que lanzó una convocatoria a la que se presentó y ganó el Instituto. Lo que hemos hecho hasta ahora es una evaluación holística del sector para intentar comprender la interacción y el peso de esos factores. Hemos concluido que el sector está más globalizado de lo que se cree. Hay países que importan peces (producto final), pero exportan insumos (por ejemplo piensos y/o alevines) y conocimiento. Un caso paradigmático es el de España. No somos líderes en producción, pero si en generación de conocimiento (I+D) a escala europea, y tenemos una gran número de empresas altamente tecnificadas proveedoras de bienes y servicios.

Perfil
IAMZBernardo Basurco (Cartagena, 1962) es licenciado en Veterinaria por la Complutense de Madrid. Al final de su carrera se interesó por el mundo de la acuicultura, lo que le llevó a realizar su tesis doctoral en torno a los virus que afectan a las truchas. Tras dos años en la Universidad de California Davis y otros dos en el INRA de Jouy en Josas, París, llegó en enero de 1995 al IAMZ. Impulsó la Sociedad Española de Acuicultura, que presidió entre 2015 y 2017.
 
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