La capa se mantiene viva en Aragón
La Asociación Cultural de Amigos de la capa de Aragón fue fundada en 1930. Hoy presume de ser una de las más antiguas de la Comunidad Autónoma.
Las referencias a esta asociación en Aragón son numerosas, casi tanto como las de la prenda a la que representan desde hace casi 90 años. La Asociación Cultural de Amigos de la capa de Aragón fue fundada en 1930. Hoy, a escasos días de la celebración de su patrón -San Martín de Tours-, el próximo 10 de noviembre, presume de ser una de las más antiguas de la Comunidad Autónoma.
En un artículo publicado el 25 de noviembre de 1956 en Heraldo de Aragón se hablaba de una asociación integrada por “160 señores que intentan mantener a toda costa la tradición de la españolísima prenda”, una prenda hecha en paño de béjar que por aquel entonces rondaba las 4.000 pesetas. Hoy su precio asciende a 300 euros.
Gracias a las noticias de la época conocemos que la actividad de sus integrantes era frenética: “Los amigos de la capa se reunirán y tomarán un chocolate a la española, que bien puede clasificarse de plan general de ataque. Fijarán su plan de actuación para este invierno que probablemente consistirá en divulgar, en las horas más concurridas y en las calles más céntricas, la castiza prenda”.
Hoy, varias décadas después, los amigos de la capa mantienen estos paseos por la capital aragonesa como explica Elena Martínez, actual presidenta de la asociación. “Una vez al mes, en domingo, realizamos un paseo por el centro y visitamos alguna exposición para después ir a misa”, afirma. Además, ahora llega una buena época –de octubre a marzo- para lucir la pañosa pues la capa ha sido, es y será prenda de invierno. “A veces los niños nos confunden con Batman o superhéroes, es divertido pero también un fiel reflejo del desconocimiento que existe”, señala.
Pero, ¿cómo nace esta asociación y por qué? “Surge de la mano de un grupo de intelectuales y personas vinculadas al mundo del arte en Aragón que están enamorados de esta prenda. El objetivo es conservarla, cuidarla y seguir manteniendo viva su esencia”, explica Martínez. Un reto al que se continúan enfrentando hoy en día sus más de 90 socios. En cuanto a las edades de sus integrantes, asegura que van desde los 50 hasta los 90 años. “Siempre ha sido una prenda de adultos, y contamos con socios que llevan una capa heredada de padres y abuelos, para quien la porta es un verdadero orgullo”, afirma.
“Tenemos datos que reflejan que la asociación se funda en los años 30, luego desaparece y vuelve en 1975. Sin embargo, hasta 1980 no se constituye legalmente porque no era necesario”, asegura Martínez.
El 22 de diciembre de 1982, Alfonso Zapater reflejaba otro acto –en este caso en Casa Amparo- en el que participaban varios miembros de la asociación por aquel entonces presidida por Mari Luz Ibarra y donde “repartieron golosinas y tabaco entre los ancianos”.
Dos años después, en mayo de 1984, homenajeaban al artista Manuel Viola. “El homenaje tuvo lugar ayer por la noche en el restaurante Elíseos, donde se reunieron los socios capistas además de un gran número de simpatizantes, amigos y admiradores”, relataba Zapater.
¿De capa caída?
La capa ha sido una prenda que se ha llevado en todo el mundo a lo largo de diferentes épocas. “En Aragón era algo distinta debido al clima, más larga y con más tela para embozarte mejor cuando hace frío”, añade la presidenta. También se hacen eco numerosos escritos de la época de las inclemencias meteorológicas, como Blasco Ijazo en uno de sus reportajes de ‘Aquí Zaragoza’: “En Zaragoza, un hombre provisto de buen gabán y bufanda de lana va defendido. Con la capa, no tanto, pero va más marchoso”. El autor ya a finales de los 80 aseguraba que iba cayendo la moda, pero no moría.
Otro momento importante tuvo lugar en 2013 cuando 450 capistas procedentes de más de 30 asociaciones de toda España se dieron cita en la capital aragonesa donde rodearon la Basílica del Pilar formando una cadena humana. Fue el XV Encuentro Nacional de la Capa Española.
Ahora, como cada mes de noviembre, se preparan para la celebración de su día grande. Con motivo de la celebración de su patrón llevan a cabo la imposición de la capa a varias personas homenajeadas. “Tenemos que agradecer a Don Jesús Aladrén su acogida en la basílica del Pilar ya que gracias a él se pueden imponer en el altar mayor”, concluye.
