Un accidente mortal en Benabarre y un atasco de varias horas en Monrepós marcan el arranque del puente en Aragón

Un matrimonio barcelonés falleció en la noche de este jueves por un accidente en un cruce que se ha convertido en punto negro de las carreteras ribagorzanas. Otro choque múltiple en Lanave, sin consecuencias graves, ocasionó retenciones kilométricas en la A-23.

Una imagen del accidente, ocurrido en el kilómetro 64,400 de la N-230, a la altura de Benabarre.
Una imagen del accidente, ocurrido en el kilómetro 64,400 de la N-230, a la altura de Benabarre.
Bomberos de La Ribagorza

La carretera N-230 volvió a vivir una jornada trágica con el mortal accidente ocurrido la noche del jueves en las inmediaciones de Benabarre, en el que perdieron la vida dos personas, un matrimonio barcelonés de 69 años. El siniestro ocurrió en el inicio de la operación especial de tráfico. Fue a las 21.15, en el kilómetro 64,425, un peligroso cruce, debido a una colisión frontolateral entre dos turismos. El ocupado por los fallecidos, un Audi A 7, pretendía incorporarse hacia la N-123 (hacia Graus) desde la raqueta existente en la variante de Benabarre y fue embestido por un todoterreno Land Rover que circulaba hacia Lérida.

El conductor del Audi no vio la llegada del otro vehículo e inició la maniobra de incorporación cruzando lateralmente la carretera N-230 por la que venía el todoterreno, que no pudo esquivarlo. Los equipos de rescate se desplazaron inmediatamente hasta el lugar, pero no pudieron hacer nada por los fallecidos, aunque fue necesaria su excarcelación. En el lugar trabajaron bomberos de los parques de Benabarre y Graus, la Guardia Civil, personal sanitario del centro de salud y el equipo de mantenimiento de la vía. Durante un par de horas fue necesario dar paso alternativo.

Además de las dos víctimas mortales, otras dos personas, las ocupantes del Land Rover, también un hombre y una mujer, de 64 años, resultaron heridas leves y fueron trasladadas al Hospital Arnau de Vilanova de Lérida.

"No podemos perder más tiempo, la situación es escalofriante y vamos in crescendo", señaló el alcalde de Benabarre, Alfredo Sancho, tras el accidente en el fatífico kilómetro 64.400, en la intersección entre la N-230 y la N-123, donde desde 2016 ya han perdido la vida cuatro personas.

"Urge una solución"

El pasado 13 de mayo, un hombre de 76 años falleció en una colisión frontolateral con un tráiler. Pero hace tres años, también murió otra persona aquí mismo, un motorista de 35 años de Benabarre. Su moto colisionó por alcance con una furgoneta de transporte escolar.

"Estamos muy preocupados. Urge una solución inmediata", declaró Alfredo Sancho, quien recordó que tras el anterior suceso mortal, el Ayuntamiento presentó tres propuestas de actuación a Fomento para minimizar las afecciones en un tramo en el que las soluciones no son fáciles, ya que se juntan un cambio de rasante en una zona recta, un carril de aceleración, un puente sobrevolado y un cruce con una visibilidad problemática. Es especialmente peligroso para los mayores (de las tres víctimas, dos tenía 69 años y una 76) porque obliga a maniobrar rápidamente, ya que los vehículos circulan a gran velocidad por la carretera principal.

"Tengo que señalar que tanto desde Fomento como desde la Jefatura de Tráfico están muy preocupados con este punto y que hemos venido manteniendo en los últimos meses varias reuniones", explicó el alcalde, apuntando que desde Benabarre se han planteado tres alternativas. La más inmediata, mientras se estudia otra opción más adecuada, es la supresión del carril de aceleración y permitir el giro desde el centro con una sensible reducción de la velocidad en la zona, apuntó Alfredo Sancho.

También Marcel Iglesias, presidente de la comarca de la Ribagorza, reclamó una solución "cuanto antes", porque "más allá de posibles errores de los conductores, la reiterada sucesión de accidentes en este punto indica que nos encontramos ante un fallo de diseño de la vía que es imprescindible corregir".

El accidente ha originado una retención de dos kilómetros.
El accidente ha originado una retención de dos kilómetros.
Rafael Gobantes

Un accidente en cadena provoca un gran atasco en Monrepós

Por otro lado, un gran atasco en el puerto de Monrepós, solo unos días después de la apertura del último tramo de autovía, complicó el inicio del puente festivo de Todos los Santos. Numerosos conductores que se dirigían hacia el Pirineo se encontraron una cola de varios kilómetros, en torno a las 13.00, provocada por un accidente en cadena que causó sobre todo daños materiales y obstaculizó la calzada.

La retención se produjo a la altura de Lanave, donde la autovía A-23 vuelve a ser carretera convencional. Ya se temía que este punto se convirtiera en un cuello de botella, pero la situación se vio dificultada aún más por el choque entre al menos tres vehículos.

Los turismos accidentados estaban parados en el arcén a un kilómetro del final de la autovía. La retención afectaba a los conductores que circulaban por la A-23 hacia Francia pero también una vez que pasaban a la carretera convencional, la N-330.

Según fuentes del Centro de Gestión de Tráfico de Aragón, el suceso se produjo en el kilómetro 394 de la autovía en sentido Francia y a consecuencia del mismo hubo retenciones hasta el km 392. El aviso en la página web de la Dirección General de Tráfico no se retiró hasta pasadas las cinco de la tarde.

En las primeras horas de la operación salida, el jueves por la tarde, ya había tráfico lento en Lanave por el estrechamiento al pasar de la A-23 a la N-330.

Pero la autovía no fue el único tramo de la red viaria de la provincia de Huesca con alguna incidencia, ya que en la carretera A-135, en Torla, se tuvo que interrumpir el tráfico entre el puente de los Navarros y la Pradera de Ordesa, el principal acceso al Parque Nacional al llenarse el parquin. La masiva afluencia de visitantes provocó esta situación desde las 10.30, aunque unas horas después, a medida que el aparcamiento se fue despejando, se reabrió ese tramo.

La Dirección General de Tráfico prevé en este puente festivo alrededor de 435.000 desplazamientos en Aragón. La operación especial se activó a las 15.00 del jueves y continuará hasta las 24.00 del domingo, día 3. Las horas en las que se esperaba una mayor intensidad de circulación eran, de 9.00 a 13.00, y de 16.00 a 22.00, y entre las 16.00 y las 22.00 del próximo domingo.

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