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El vacuno de carne quiere entrar (pronto) en China

La industria cárnica pide el apoyo «al más alto nivel» del Gobierno central para que se levante la prohibición a las importaciones del gigante asiático.

Reses en una explotación de ganado vacuno.
Reses en una explotación de ganado vacuno.
asoprovac

El vacuno de carne español -y con él el aragonés- lleva cinco largos y arduos años intentando conseguir la llave que le abra la puerta al mercado chino. Ha hecho sus deberes y ha invertido «muchos esfuerzos» para conseguir la adecuación de la industria a los exigentes requisitos sanitarios que impone el gigante asiático.

Pero, pese a ello, continúa sin poder llegar hasta aquellos lejanos consumidores mientras ve como cruzan esas fronteras las producciones de otros socios comunitarios, cerradas desde el año 2000 por la aparición de brotes de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), más conocida como enfermedad de las ‘vacas locas’, que se produjeron en la Unión Europea en la década de los 90.

Primero fue Italia la que en 2017 -unos 16 años después de la epidemia- logró que China levantara la prohibición de importar carne de vacuno al país transalpino. Llegó después Irlanda, que en 2018, tras cuatro años de inspecciones, ya tenía las autorizaciones necesarias para llegar a las mesas chinas. Y ya son 21 las industrias autorizadas para la exportación. Francia se unía después y, hace apenas una semana, se ha sumado a esta lista el Reino Unido, que ha firmado un protocolo con las autoridades chinas que levanta la prohibición 20 años después de la aparición del mal de las vacas locas. Un protocolo con el que los productores británicos esperan llegar al mercado chino a finales de este ejercicio.

Con estos argumentos bajo el brazo, la asociación empresarial cárnica Anafric ha llegado hasta el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente. Su presidente, José Friguls, y los vicepresidentes de Anafric del vacuno, Moisés Argudo (Frimancha) y Dino Grobas (Novafrigsa) respectivamente, han mantenido una reunión con la directora general de Producción y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, en la que han pedido apoyo institucional por parte de las más altas instancias del Gobierno para desencallar la apertura de China al vacuno español. «Esperábamos que con la mejora del estatus sanitario de España frente a la EEB conseguiríamos entrar en este mercado», señala Friguls. Pero no ha sido suficiente, por lo que desde Anafric consideran necesario que el Ejecutivo (en funciones) «promueva los encuentros institucionales oportunas con las autoridades chinas». Consideran que solo de esta forma se conseguirá una apertura «imprescindible» para garantizar la sostenibilidad de este sector a medio y largo plazo.

Necesidad y oportunidad

Esta asociación empresarial advierte de la urgencia de la industria del vacuno de carne por exportar a China. Estas ventas, dicen sus responsables, les permitirían hacer frente a la caída de ventas que sufren estos productos, tanto por los nuevos hábitos de consumo, como por los ataques de los animalistas y las acusaciones medioambientales.

«El mercado chino garantizaría el mantenimiento de las cuotas de producción de bovino a medio y largo plazo, como ya ha ocurrido en otros segmentos cárnicos», defiende Anafric, que señala además que la entrada en el gigante asiático frenaría la reducción de la cabaña de vacuno.

Pero no solo es una necesidad. China es una «oportunidad» para este sector, dada la gran demanda de proteína de calidad en este país, donde el crecimiento de consumo de carne de vacuno ha crecido más del 40% en un año. Un incremento que está motivado por el mayor poder adquisitivo de la clase media china. Y «la producción española ofrece una carne joven y jugosa, un buen producto que nos posicionaría en el mercado chino en el segmento más alto», argumenta Anafric.

La organización sabe de lo que habla y conoce bien un mercado en el que está triunfando la carne de porcino de origen español. Lo sabe porque esta organización empresarial de ámbito nacional está centrada en la defensa de los intereses de las empresas del sector ganadero-cárnico de todos los sectores, de manera transversal y plural. Cuenta con 200 empresas asociadas, de las que XX son aragonesas, cuya actividad engloba desde las granjas de engorde, mataderos, salas de despiece y almacenes frigoríficos. Es la asociación más representativa en cuanto a comercialización de canales de carne de ovino y caprino de España, y sus empresas asociadas representan el 69% de este sector, pero también del sector porcino -sus asociados representan el 23,61% de las canales comercializadoras de porcino del país-, y, por supuesto, del sector vacuno. De hecho, de las 25 primeras empresas comercializadoras de este tipo de carne, 14 son asociadas de Anafric y representan el 45% del volumen de canales comercializadas.

Diez empresas aragonesas están integradas en esta asociación, de las que tres producen y comercializan carne de vacuno. Son Franco y Navarro, Meat Center Ibérica y Fribin, empresa oscense situada en Binéfar con más de 50 años de historia, especializada en la producción y comercialización de carne de ternera y cerdo, que emplea a más de 600 trabajadores y factura unos 280 millones.

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