aragón

La empresa de valorización del yeso autóctono ya produce en Albalate

Toro Gips, un holding de capital extranjero, ha comenzado este mes la producción de la primera de sus tres líneas en el polígono de Albalate con una quincena de empleados en plantilla.

El director general, Erdem Kütükçü, y Fernando Montagud, de márquetin, en la planta.
El director general, Erdem Kütükçü, y Fernando Montagud, de márquetin, en la planta.
B. S. V./La Comarca

El polígono San Cristóbal de la localidad bajoaragonesa de Albalate del Arzobispo cuenta con una nueva planta. Se trata de El polígono San Cristóbal de la localidad bajoaragonesa de Albalate del Arzobispo cuenta con una nueva planta. Se trata de Toro Gips, una empresa de capital extranjero dedicada a la valorización del yeso autóctono que este mes ha comenzado su producción poniendo en marcha la primera de las tres líneas con las que contará en los próximos meses.

El yeso que extraen en una cantera local llega a planta y, una vez deshidratado o triturado, sale destinado a aplicaciones en sectores muy variados desde la alimentación a la farmacia pasando por la construcción. Desde la empresa surten tanto al mercado nacional como internacional el producto en forma de biopolímero que tiene múltiples usos como relleno, como pigmento blanco, secante y como bioproducto para usos espesantes o coagulantes, entre otros muchos.

El desembarco en Albalate vino alentado por la calidad de un producto por explotar. «Es lo que buscamos en la materia prima desde la cantera hasta el acabado pero también buscamos calidad en el equipo humano y Albalate nos brindaba todo esto», reflexionó el director general de Toro Gips, Erdem Kütükcü. El turco es uno de los socios fundadores y sus viajes a Albalate son constantes ya que reside en España.

La actividad de Toro Gips se aprecia en el movimiento en la planta pero también avanza en el ámbito académico en I+D+I. La finalidad es obtener un mejor producto y mejorar la vida de las personas y el medio ambiente. «Miramos este proyecto con las gafas de la ciencia», añadió al respecto. En fábrica todo el proceso se realiza de forma respetuosa con el entorno. «El impacto negativo es cero», apuntó. El mayor uso de energía se reduce a las calderas para las cocciones y, a pesar de trabajar con este material, en la línea de producción no hay rastro. Todo el proceso en cadena se realiza en un sistema integrado por el que el producto no toma contacto con el aire.

La planta de Albalate ya ha comenzado a funcionar y en próximos meses se prevé que lo haga la segunda línea. En los planes iniciales se fijó el pasado junio como inicio, sin embargo, ultimar detalles como proveer de la electricidad necesaria a la instalación tardaron más de lo previsto. La plantilla de fábrica está compuesta en la actualidad por una quincena de personas, cifra que ha ido y seguirá yendo en aumento en función de la demanda que genere el proyecto.

La premisa es que -en la medida de lo posible- siempre se contrate a gente de Albalate o de los alrededores hasta llegar a la treintena de empleados que habrá contratados una vez estén las tres líneas en funcionamiento. Para las obras de movimientos de tierras y la edificación de la planta en el polígono también se contó con empresas comarcales. Está ubicada entre otras dos factorías que emplean a más de un centenar de los habitantes de la zona. Albalate ha conseguido reponerse al fin de la minería gracias a estas iniciativas, que permiten mantener el censo en más de 2.000 habitantes, superando a los de la propia capital comarcal, Híjar.

El nombre de Toro Gips irrumpió en escena hace dos años en la ronda de contactos de DGA con las administraciones locales para poner sobre la mesa alternativas empresariales para áreas de influencia minera. Tras meses de conversaciones, comenzaron su instalación en el Bajo Martín el año pasado. La nueva factoría es un holding extranjero formado con dos millones de capital inicial aportado por inversores de varios países, como Holanda, Alemania, Australia y Turquía, entre otras nacionalidades. Durante años ha buscado una zona para extraer, procesar y vender sulfato de calcio debido a su auge mundial, especialmente en un mundo que busca alternativas al plástico.

La sociedad se constituyó en 2017 y entre los principales responsables destacan el consultor de Luxemburgo Ulric Ludwig Binninger y el inversor turco Erdem Kütükcü. En el plano administrativo destacó lo importante que está siendo la ayuda del Gobierno de Aragón en las gestiones realizadas con la sociedad pública Aragón Exterior (AREX), y todo el apoyo del Ayuntamiento de Albalate desde que en 2017 se comenzó a gestar el proyecto., una empresa de capital extranjero dedicada a la valorización del yeso autóctono que este mes ha comenzado su producción poniendo en marcha la primera de las tres líneas con las que contará en los próximos meses.

El yeso que extraen en una cantera local llega a planta y, una vez deshidratado o triturado, sale destinado a aplicaciones en sectores muy variados desde la alimentación a la farmacia pasando por la construcción. Desde la empresa surten tanto al mercado nacional como internacional el producto en forma de biopolímero que tiene múltiples usos como relleno, como pigmento blanco, secante y como bioproducto para usos espesantes o coagulantes, entre otros muchos.

El desembarco en Albalate vino alentado por la calidad de un producto por explotar. "Es lo que buscamos en la materia prima desde la cantera hasta el acabado pero también buscamos calidad en el equipo humano y Albalate nos brindaba todo esto", reflexionó el director general de Toro Gips, Erdem Kütükcü. El turco es uno de los socios fundadores y sus viajes a Albalate son constantes ya que reside en España.

La actividad de Toro Gips se aprecia en el movimiento en la planta, pero también avanza en el ámbito académico en I+D+I. La finalidad es obtener un mejor producto y mejorar la vida de las personas y el medio ambiente. "Miramos este proyecto con las gafas de la ciencia", añadió al respecto. En fábrica todo el proceso se realiza de forma respetuosa con el entorno. "El impacto negativo es cero", apuntó. El mayor uso de energía se reduce a las calderas para las cocciones y, a pesar de trabajar con este material, en la línea de producción no hay rastro. Todo el proceso en cadena se realiza en un sistema integrado por el que el producto no toma contacto con el aire.

La planta de Albalate ya ha comenzado a funcionar y en próximos meses se prevé que lo haga la segunda línea. En los planes iniciales se fijó el pasado junio como inicio, sin embargo, ultimar detalles como proveer de la electricidad necesaria a la instalación tardaron más de lo previsto. La plantilla de fábrica está compuesta en la actualidad por una quincena de personas, cifra que ha ido y seguirá yendo en aumento en función de la demanda que genere el proyecto.

La premisa es que -en la medida de lo posible- siempre se contrate a gente de Albalate o de los alrededores hasta llegar a la treintena de empleados que habrá contratados una vez estén las tres líneas en funcionamiento. Para las obras de movimientos de tierras y la edificación de la planta en el polígono también se contó con empresas comarcales. Está ubicada entre otras dos factorías que emplean a más de un centenar de los habitantes de la zona. Albalate ha conseguido reponerse al fin de la minería gracias a estas iniciativas, que permiten mantener el censo en más de 2.000 habitantes, superando a los de la propia capital comarcal, Híjar.

El nombre de Toro Gips irrumpió en escena hace dos años en la ronda de contactos de DGA con las administraciones locales para poner sobre la mesa alternativas empresariales para áreas de influencia minera. Tras meses de conversaciones, comenzaron su instalación en el Bajo Martín el año pasado. La nueva factoría es un holding extranjero formado con dos millones de capital inicial aportado por inversores de varios países, como Holanda, Alemania, Australia y Turquía, entre otras nacionalidades. Durante años ha buscado una zona para extraer, procesar y vender sulfato de calcio debido a su auge mundial, especialmente en un mundo que busca alternativas al plástico.

La sociedad se constituyó en 2017 y entre los principales responsables destacan el consultor de Luxemburgo Ulric Ludwig Binninger y el inversor turco Erdem Kütükcü. En el plano administrativo destacó lo importante que está siendo la ayuda del Gobierno de Aragón en las gestiones realizadas con la sociedad pública Aragón Exterior (AREX), y todo el apoyo del Ayuntamiento de Albalate desde que en 2017 se comenzó a gestar el proyecto.

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